Capítulo 44

939 69 10
                                    

Derek

Emily y yo pronto llegamos al club New Moon,  por fuera parecía un antro de lo más cutre.
-Oye Morgan, ¿cómo te atreves a traer a una señorita a un sitio así?
-Vamos Emily,  podrás soportarlo. Has estado en sitios peores.
-Mejor no me lo recuerdes, gracias a este trabajo hemos estado en lugares inimaginables. Vayamos a ver que nos espera en este.

Al entrar el lugar lucía igual que por fuera. Parecía que no habían limpiado en cientos de años.
Al acercarnos al mostrador el tío que estaba allí también parecía que no se había bañado en una semana.
-¿Hola tienen alguna cita? -¿De verdad pensaba que alguien iba a venir a este sitio?
-Sí, aquí la tengo. -saqué la placa y en ese momento su cara se transformó.
-Eh, eh oigan no quiero problemas,  esto es legal. -está en un club sado y era un miedica.
-Tranquilo Christian Grey,  no venimos a por ti.-Emily me había hecho reír con su comentario pero tenía que contenerme.
-¿Entonces qué quieren?
-Buscamos unos cuadros especiales.
-¿Cómo de especiales?
-Pintados con sangre.
-Emmm. ...bueno. -sabe algo,  está claro.
-Bien,  señoooor. ..
-Señor Fili.
-Bien, señor Fili.  Díganos lo que sabe sobre esos cuadros o llamaré ahora mismo a sanidad y se le caerá el pelo.
-Vale, vale, está bien síganme.-meterle miedo a la gente a veces funcionaba.

Lo seguimos por un oscuro pasillo y hacia el final vimos que se veían unos cuadros.
-Creo que esto es lo que buscan.
-Derek mira, son las víctimas.

Allí estaban los dos cuadros con el rostro de las víctimas, era una obra macabra.
-Señor Fili,  díganos quién le trajo estos cuadros.
-Hace unos días apareció un chico por aquí con ellos,  me dijo que me podría gustar su obra, que iba bien con el club y se los compré.
-¿Qué aspecto tenía el chico?
-Era veinteañero,  con ojos azules y pelo negro.
-Muchas gracias,  nos llevamos los cuadros.
-Ehh no pueden hacer eso, pagué 100$ por cada uno.
-Claro que podemos,  son una prueba de asesinato.  Así que apártese ahora mismo o será acusado de encubrir un delito.
-Vale, está bien...

Pronto salimos de ese lugar asqueroso y nos subimos al coche.
-Oye Emily, ¿viste qué cara se le quedó cuando le llamaste Christian Grey?  Me tuve que aguantar las ganas de reír.- pero Emily no aguantó y empezó a reírse.
-Es la parte buena de nuestro trabajo. -tenía razón,  pocas  veces podíamos disfrutar de algo bueno.

Conducí de vuelta a la comisaría para informar de lo que habíamos encontrado y así reducir la lista de sospechosos. Tenemos que evitar que haya otra víctima.

Después de tanto tiempo sin subir un capítulo intenté escribir uno largo.

Derek Morgan y Penélope García. Un amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora