Derek Morgan y Penélope García. Un amor prohibido

Capítulo 25

Penélope

Creo que los miembros del equipo ya tendrían que haber llegado,  J.J me avisó desde el avión que venían en camino.
*toc, toc*
No sé quién podría ser a estas horas, pero una visita era bien recibida, nadie había venido a verme aún.
-Adelante.
-Hola preciosa, ¿cómo estás? -ah, era Derek
-Hola agente Morgan,  ¿en qué puedo ayudarle?
-Vengo a ver cómo estás,  debiste de aburrirte mucho todo este tiempo,  supongo que no has recibido muchas visitas. -como si a él le importase si me visitan o no.
-Pues estoy bien.
-Vamos Penélope, ¿qué te pasa? -me ha pillado
-No me pasa nada.
-Por si lo has olvidado analizo la conducta de asesinos. Tú no eres una asesina pero puedo analizar a cualquier persona y sé que te pasa algo.- sí,  definitivamente me ha pillado.
-Es que. ..unas  veces me llamas Penélope y otras veces preciosa y me confundes. -no sabe lo molesto que es eso, no suelen llamarme preciosa y menos hombres tan guapos como él.  No me gusta que jueguen conmigo.
-Lo siento,  pero los casos son importantes para mí y tenía el altavoz puesto, estaban todos escuchando y no quería que tuviesen una idea equivocada de nosotros. -por lo menos fue por una buena razón.
-Vale, no pasa nada.
-Dime si puedo compensarte de alguna manera. -compensarme,  eh. En este momento pasan por mi cabeza muchas cosas y no todas son decentes.
-Mmmm pues puedes invitarme a unas tortitas.-fue lo primero que se me ocurrió decir,  no creo que se tomase muy bien si le dijese alguna de las cosas que en realidad estaba pensando.
-Está bien,  cuando quieras me avisas. Ahora tengo que irme, ya es tarde. Nos vemos preciosa.
-Hasta luego guapo.-quise guiñarle un ojo, pero creo que sería demasiado atrevida.

Mientras iba hacia la puerta aproveché para mirarle el culo, lo tenía bien puesto.  Se nota que pasa muchas horas en el gimnasio.
Creo que yo también debería ir a descansar,  al final mereció la pena estar trabajando hasta las 4 de la mañana,  había conseguido una cita con Derek Morgan, si a eso se le puede llamar cita.
Mañana es Halloween y tengo pensado quedar con algunas amigas para ir de fiesta.  Después de una semana encerrada aquí con las cosas que vi, lo necesito