Pensé que podría traer más capítulos, pero a partir de aquí otra vez vuelvo a variar la redacción, así que decidí cambiarlos a primera persona y por eso mi atraso.
Espero tener listo el próximo no con tanto atraso como los demás.
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CAPÍTULO 16:
«FRIVOLIDAD»Al estar lista, salgo del pent-house de Sesshoumaru junto a Jakotsu.
No estoy segura si es de él o Sesshoumaru se lo ha proporcionado, aunque luego de conocer un poco más los gustos sobrios del gran Señor Onigumo, creo que podría decir que el Volkswagen escarabajo descapotable del año en color amarillo es completamente de Jakotsu. Ambos nos acomodamos en el extravagante auto y antes de encenderlo saca un bluetooth de la guantera colocándoselo en su oreja. Al momento de arrancar le llega una llamada la cual responde de inmediato.
—Ya te lo dije Nobara —responde de manera condescendiente y molesto—, será imposible para mí estar en el salón este día, por eso precisamente no tenía ninguna cita con nadie, así que dile a la Sra. Miyagonobuki que con gusto podría atenderla, pero hasta el día de mañana.
Mientras él continúa hablando yo intento descifrar cuál es su profesión, pero todavía no lo puedo ubicar, aunque esa llamada me hace recordar mi completa ausencia de la noche anterior. Reviso mi reloj que marca casi las 8.30, mi mejor amiga estará histérica por mi falta de cuidado al no reportarme.
—¡Vaya mujer! ¡Hasta que te dignas a hablar!
—Lo siento Sango... En verdad, lo siento.
—Aunque si me hablas a las 8.30 de la mañana eso significa que la noche debió de haber estado tranquila o que de hecho no has dormido en lo absoluto —intenta indagar suavizando la voz luego del primer regaño.
—Sango... ¡No te lo imaginas! —le susurro inclusive tapando mi boca con la mano para que Jakotsu no me pueda escuchar, aunque no sé si eso es posible, ya que está sentado a mi lado, aunque hablando por teléfono.
—¿Lo hicieron? —indaga de una sola vez, a pesar que no estamos frente a frente estoy segura que mi mejor amiga se puede imaginar a la perfección mi nerviosismo y mi rostro carmesí, mientras que de mi parte la imagino claramente cómo me toma por los hombros exigiéndome detalles. Me rio quedamente, pero estoy convencida que Sango me ha podido escuchar.
—Luego te cuento —respondo intentando contener las carcajadas que deseo soltar.
—Vamos ¡cuenta detalles mujer! Quiero saber como lo hicieron, si te dolió, cuánto te dolió, si está bien proporcionado, si fue delicado...
—No puedo en estos momentos Sango... —le aseguro casi mordiéndome la lengua para no elevar mucho la voz, aunque la emoción es demasiado obvia para poderla ocultar.
—¿Vas con él? —niego como si ella estuviera a la par mí.
—Luego te cuento ¿sí? —vuelvo a repetir totalmente angustiada porque Jakotsu pudiese escucharme—. Solo quería hablarte para decirte que me encuentro bien y para preguntarte como estabas tú.
—¿Miel ó Mapple? ¿Banana o fresas? —escucho como alguien habla al fondo.
—¿Quién está ahí Sango? —justo en ese momento recuerdo que Sesshoumaru me ha dicho, en algún momento, que Miroku iría a la casa para ir a «cuidar y velar» por mi amiga.
—Ah... Bueno... ¿No te lo dije ayer? —pregunta de manera nerviosa casi como si intentara evadir el tema, vuelvo a negar—. No te lo creo, hubiese jurado que si te lo dije... O quizás se te olvidó, bueno, digo... Entre la emoción y todo...
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El oscuro secreto de un Taisho
FanfictionKagome Higurashi era estudiante de la carrera de leyes de la Universidad de Tokio, a sus 23 años recién terminaba su carrera. Desde su segundo año se hacía muy buena amiga de Sango Mitarashi, una chica de su misma edad pero sumamente rica y estudian...