53. Reconciliación (1a parte)

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Gracias por sus comentarios chicas, la verdad súper emocionada por todo lo que me dejan, así que gracias a: oshiokinomoto, AngellJ18 y EsmeraldaBayern por alegrarme mi día. Y EsmeraldaBayern, no, no dejaré inconcluso este fic, tendrá su fin sea como sea y aunque me duela.

Y a las demás que me dejan su ⭐️ gracias por votar por mi historia.

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Disclaimers:

1: Todos los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi, yo solo los tomo para que me hagan feliz según mi imaginación y para hacerlos sufrir a cada rato.

2: La historia nace de los libros de la trilogía de "50 sombras de Grey" que le pertenece a la grandiosa E.L. James, sin embargo, no es que sea una vil copia de ello, yo lo tomo haciéndolo a mi manera. Por lo que el lemon es bastante fuerte, menores de 18 años y susceptibles, mejor aléjense.

3: No presto mis historias, solo las subo aquí en wattpad, en Fanfiction, en mi propia página de wordpress y si me dan ganas en un futuro en mi grupo de Facebook, si lo ven en otro lado favor de denunciarlas. Tampoco hago continuaciones de lo que ya dejé finalizado.

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CAPITULO 53:

«RECONCILIACIÓN»
1ª parte.

Sesshoumaru POV

Sé que Miroku me ha prohibido que utilice mi cuarto de juegos, no lo ha dicho en esas expresas palabras, pero al decirme «ese sexo con cadenas y suspensiones» eso ha dado a entender, y no es que me haya prohibido el sexo en sí porque de hacerlo me tendría que volver a poner en coma ya que despierto jamás perdería la oportunidad de estar con mi pelinegra, pero por el momento tendría que revocar la orden.

He decidido cederle el poder, es importante para ella porque con ello le demuestro —como lo hice la primera vez en su casa— que la quiero, ¿la quiero? ¡Pero qué pregunta, si estás hasta las trancas por ella cabrón! Maldita conciencia.

Está temblando frente a mí, es casi imperceptible, pero conozco cada gesto y cada centímetro de su cuerpo. No sabe cómo empezar, estoy seguro de que en su cabeza hay un debate entre no hacer nada por no lastimarme y ceder ante nuestros instintos sexuales, me voy por la segunda opción, ella no puede hacer nada por lastimarme aunque lo desee, así que ¡qué ceda todo lo que quiera!

Lame el interior mis muslos y me tenso ante la intromisión de su lengua, es bastante difícil acostumbrarse a recibir sin solicitarlo. Avanza lentamente hasta llegar a mi pene, de solo verla en plan de seducción me pongo duro hasta la médula, pero me insisto en no hacer nada, este momento es de ella, solo de ella.

Agarra mi erección deslizando su pulgar por la punta, mis músculos se contraen y mi líquido se derrama en todo el tallo, me masturba con delicadeza, imagino que no quiere ser ruda por mis heridas, pero en estos momentos la punzada de dolor que tengo en los huevos es inclusive más molesta que cualquier indicio de mi accidente. Se la lleva a la boca, me saborea, me succiona, me chupa y me pierdo en sus gestos, sé que eso la vuelve loca y llena de lujuria, pero se saca mi erección y antes que pueda preguntar algo se sienta a horcajadas en mi vientre rozando mi erección en sus nalgas ¡Diablos! Si pudiera la penetraría de una sola estocada.

—Quiero una relación contigo Sesshoumaru, no una que se pueda considerar normal ante el mundo, sino una en la que podamos ser nosotros mismos —¿estaría bien para ella? ¿sería suficiente?

El oscuro secreto de un TaishoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora