El oscuro secreto de un Taisho

43. Penny

Chicas, no sé qué pasa, sé que la historia no está desaparecida, pero si quiero sacar los links del capítulo al final me dice que no existe el fic, ¡¿qué ondas?!

Bueno, yo seguiré publicando...

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Disclaimers:

1: Todos los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi, yo solo los tomo para que me hagan feliz según mi imaginación y para hacerlos sufrir a cada rato.

2: La historia nace de los libros de la trilogía de "50 sombras de Grey" que le pertenece a la grandiosa E.L. James, sin embargo, no es que sea una vil copia de ello, yo lo tomo haciéndolo a mi manera. Por lo que el lemon es bastante fuerte, menores de 18 años y susceptibles, mejor aléjense.

3: No presto mis historias, solo las subo aquí en wattpad, en Fanfiction, en mi propia página de wordpress y si me dan ganas en un futuro en mi grupo de Facebook, si lo ven en otro lado favor de denunciarlas. Tampoco hago continuaciones de lo que ya dejé finalizado.

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CAPÍTULO 43:

PENNY

Kagome POV

Después de un tiempo, encontrarme de vez en cuando con Jakotsu en el pent-house no me resulta del todo una sorpresa, pero la presencia de Ayame sí que lo ha sido.

—¡Este día iremos de compras! —el solo recordar su imposición me da un poco de gracia, especialmente luego que Sesshoumaru me explicara que esa era una negociación de paz por parte de la del cabello de fuego.

Los brazos de mi peli plata mandón y controlador son el perfecto refugio para escapar de cualquier realidad, aunque a fuerza de ser sincera no me gustaría evadirla tan fácilmente, todavía tengo curiosidad de saber cómo fue que actué el día anterior, especialmente para recibir un castigo tan severo, pero mis memorias están completamente bloqueadas y dudo mucho poderlas recuperar. Me revuelvo en el asiento del Audi, el trasero me duele como nunca lo he sentido.

—¿Todavía te duele ese precioso culito? —me sonrojo y me hace sonreír.

—Algo —necesito ser valiente y de hecho no sé porque, ya que me gustaría que supiera que sus «castigos» no los he recibido de manera muy digna—, pero nada que no se pueda soportar —hasta yo misma me doy de coscorrones, ¿por qué tengo que decirle algo así cuando pienso completamente diferente?—. ¿Por qué eres tan bueno conmigo?

—Porque eres mía.

—Lo haces sonar tan fácil.

—Tú eres la que desea complicarlo —exhalo todo el aire que puedo para que pueda entender mi exasperación. Intento morderme los labios y vuelvo a ver a Kawamaru que va concentrado en el tráfico de las 10.30.

Este día Sesshoumaru ha decidido que tiene que regresar a su oficina y luego del regaño de mi madre en donde me hizo ver que él es un hombre de negocios y que no debe de abandonarlo todo solo porque me comporto como niña mimada, claro, no con esas palabras, pero sí con esa interpretación, no le digo nada. Estamos en dirección a la casa para recoger más de mi ropa y mi pasaporte, todavía insiste que necesita hacer un viaje y que no planea dejarme sola ¿qué piensa que soy un cachorro asustado que huiré luego de un castigo?

—No pienso huir ni irme a ningún lado.

—¿Planeas alejarte de mí? —me alejo de sus brazos y lo vuelvo a ver ¡Demonios! Creo que tengo que concentrarme más para no decir en voz alta lo que estoy pensando.