four *editado

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April

¿Que confíe en él? ¿Acaba de pedirme que confíe en él cuando apenas le conozco y lo único que puedo afirmar de él es que se dedica a participar en combates clandestinos en un barrio de mala muerte? Por no mencionar que he sido testigo de cómo le pegaba una paliza —la primera paliza que he presenciado en mi vida en directo, y puedo afirmar con rotundidad que me encantaría que fuera la última que presencio— en toda regla a un chico que no le ha hecho nada, absolutamente nada; y, para colmo, Mike ha tenido que ser atendido por los paramédicos por la gravedad de los golpes... ¿En serio acaba de pedirme que confíe en su persona para que me saque de aquí? ¡Está loco si piensa que voy a hacerle caso después de demostrarme lo imbécil y cruel que puede llegar a ser!

No, ni esta noche ni nunca confiaré en él. Si algo me han enseñado mis padres a lo largo de mi vida, es a no acercarme a personas como Zayn: personas agresivas, violentas, carentes de sentimientos y mucho menos de empatía hacia el prójimo. Es el prototipo de chico que no quiero ni en mi vida ni en la de mis seres queridos porque tan solo observándole de lejos, puedo notar en cada hueso, en cada poro de mi piel, en cada vello de mi cuerpo, en cada nervio, en cada latido de mi corazón que será un problema; y no puedo permitírmelo. He sudado días y noches para conseguir las mejores notas, me he privado de vida social durante mucho tiempo por mis duros exámenes, para hacerme un camino, para labrarme un futuro y Zayn tiene en sus ojos el arma perfecta para destruir todo lo que me ha costado construir con tanto sacrificio; debo alejarme de este ambiente en cuanto pueda, pero es que sus ojos son tan...

¡Son tan nada! Sacudo mi cabeza varias veces para aterrizar a la Tierra y evitar acabar la frase que estaba a punto de pronunciar en mi mente —menos mal que la única testigo he sido yo junto a todo mi cuerpo; si él lo hubiera escuchado, probablemente el ego que ha demostrado las veces que nos hemos dirigido la palabra crecería como la espuma. ¡Por estas cosas no puedo dejar que él acuda a mi rescate, a pesar de lo mucho que me gustaría ya que me encuentro, prácticamente, indefensa, como pez fuera del agua! Solo Dios sabe qué ocurriría y qué cosas me vería obligada a hacer solo por el hecho de que mis queridos amigos no aparecen en ningún momento. Aunque, en el fondo de mi mente, sé el verdadero del por qué de mi rechazo a querer estar a solas con él: su presencia me nubla, me envuelve y no me deja pensar con claridad. Es como una especie de droga y, si algo odio en esta vida, es que las cosas se escapen de mis manos; y eso es exactamente lo que pasaría.

No puedo.

— ¿Confiar en ti? —suelto una risa que suena demasiado falsa con el objetivo de que él lo note— Ni lo sueñes. Voy a volver a donde está la ambulancia, acompañaré a Mike y esperaré a que Zoe y Louis aparezcan para largarme de este lugar —le explico un plan que acabo de elaborar en un segundo. No puedo evitar chocarme las manos mentalmente—. Eres tú el que está jodido por participar en cosas clandestinas e ilegales, no yo... ¡Así que no intentes meterme en el mismo saco! —finalizo sin aire en los pulmones y mirando de reojo cómo el pobre policía que ha recibido el puñetazo se retuerce en el suelo y sus compañeros se percatan de ello.

Oh, no. Ahora sí que tengo que largarme del lado de Zayn antes de que me impliquen con la agresión.

— ¿Has acabado ya? —inquiere Zayn poniendo los ojos en blanco, sin hacer caso a, prácticamente, nada de lo que le he dicho. Dios... ¡es insoportable!

— ¿Ves? ¿Cómo quieres que me arriesgue a confiar en ti cuando eres así de condescendiente conmigo? —cierro los ojos durante unos segundos intentando no explotar; no es el momento ni el lugar adecuado... ¡ni siquiera es la persona correcta! No merece la pena enfadarme o hacerle ver las cosas porque está claro que no me hará caso—. Me largo de aquí.

Sin embargo, antes de que pueda dar un paso hacia atrás, una voz autoritaria y grave irrumpe en mi cortocircuito mental:

— ¿Por qué no me sorprende que seas tú, Zayn? —el que supongo que es el jefe de policía basándome en que su uniforme es distinto al de los demás y a su placa, se planta delante de nosotros sin pensarlo dos veces y sin meditarlo mucho. A su vez, otros dos agentes se ayudan para levantar al policía herido del suelo y llevarlo hasta el coche patrulla. Ahora sí que sí: estoy más que pillada, estoy a la merced de un hombre que, por cómo mira a Zayn, no está precisamente contento de verlo—. El de siempre. ¿Cómo es que no has huido ya?

He » z.m [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora