He » z.m [EN EDICIÓN]

fifty nine

April

En cuanto Carl acabó la audición, me despedí de él rápidamente. Tenía que hablar con Zayn lo antes posible porque esto no podía seguir así. No puede ir pegando a todo el mundo cuando se le viniera en gana. Esa es la parte que menos me gusta de él y la que más peleas nos provoca.

Aparco y me bajo rápidamente. Doy grandes zancadas para llegar antes. Tengo claro lo que quiero decirle y no voy a perder tiempo. No más. Quizá sea producto del enfado, pero ahora mismo no lo quiero ver ni en pintura, sin embargo tengo que hacerlo. Alguien tiene que hablar con él para dejarle claro que las cosas no se consiguen con la violencia. O cambia esa actitud o tendremos graves problemas.

Toco la puerta repetidas veces para que se dé prisa en abrirla. A penas pasan unos segundos cuando la abre extrañado por tanto golpe.

— ¿Por qué cojones amenazaste al director? —es lo primero que pregunto. Comienzo a acercarme a él con una mirada de enfado y él va retrocediendo—. ¡¿Por qué?! ¿Qué te hizo pensar que eso me ayudaría? ¿Tu puto lado agresivo de siempre? ¡Pues déjame decirte que no me ha servido de nada!

Traga saliva sorprendido por mi entrada. No es la que tenía pensada hacer, pero es la que me ha salido del corazón.

— Yo... Bueno, te veía triste y no sé... —intenta excusarse.

— ¿Y eso te da derecho a amenazar a una persona? 

— ¡No sabía que hacer!

— ¡Ni se te ocurra gritarme porque no tienes la razón! —exclamo y cierra la boca al ver mi enfado—. Esta vez no, Zayn. Te has pasado. No sé en que coño estabas pensando pero me has jodido.

— ¿Yo? ¿Ahora soy yo quien te ha jodido?

— ¡Sí, tú! ¿Es que no te das cuenta? ¡Ahora solo me escogerán porque si no lo hacen, mi novio les pegará! ¡Solo lo harán por miedo y no por lo que realmente valgo!

No contesta porque, seguramente, no haya pensado en esa posibilidad. ¡Por supuesto que no ha pensado ni en esa ni en ninguna! Simplemente ha actuado, como siempre hace. En vez de pensar, se dirige al que sea y le amenaza para conseguir lo que él quiere.

— April, lo siento... Yo...

— ¡No! —le corto—. Ni se te ocurra pedirme perdón. La has cagado, Zayn. Tuvimos una gran pelea por esto mismo, porque nunca piensas. ¡Nunca, joder! 

Estoy tan cabreada que pegaría puñetazos al primer objeto que viera.

— ¡Lo hice por ayudarte! ¿Siempre tienes que echarme una charla sin pensar que, quizá, lo hago por ti?

— ¡Pues habla conmigo antes! ¡No decidas por mí porque yo no quería que tú le amenazarás! 

— ¡Siempre que intento ayudarte, te enfadas!

— ¿Sabes por qué me enfado? ¡Porque siempre que pienso que avanzamos, volvemos hacia atrás de nuevo! —cojo un cojín y empiezo a estrellarlo contra el sofá. Hago esto por no darle de bofetadas hasta que dejara de ser un puto agresivo—. ¡Estoy harta de esto! —lanzo el cojín sin mirarlo—. ¡De tener que cargar con todos tus errores! ¿Cómo arreglo yo esto? ¡Le rompiste su puto coche!

— Tengo mis razones —su tono de voz me da a entender que esconde algo, pero no pienso intentar averiguar el qué.

— ¡Me dan igual! ¡Me dan exactamente igual, Zayn! —le doy una patada a otro cojín intentando tranquilizarme—. Me largo, no puedo con esto.

— Estás montando un puto drama por nada —espeta mientras yo me dirijo hacia la salida.

Eso ha sido la gota que colmo el vaso. ¿En serio cree que estoy exagerando? Está claro que no me entiende. Ahora me tendré que esforzar el doble por conseguir los papeles. ¿Por qué? Porque seguramente Mario les haya contado a los otros directores lo que le ha pasado con Zayn y tendrán miedo de no escogerme. Pero él no puede comprender esto porque nunca piensa en las consecuencias.