He » z.m [EN EDICIÓN]

eighteen

April

— ¡Mike! —con la sonrisa más falsa que puedo—. ¿Qué te trae por aquí?

En realidad sí sabía que le traía por aquí, pero no quería demostrarle que me olvide de nuestra cita. Que lo había hecho.

— ¿En serio? —enarca una ceja—. Me dijiste que siempre llegabas tarde, pero no pensé que tanto.

Me puse colorada cuando dijo eso. Me pongo en su piel y yo estaría peor que él. Aunque él parece tomárselo con humor.

— ¿Era hoy? ¡Creía que era mañana! —exclamé intentando poner mi mejor tono de credibilidad que podía.

— Pues no, era hoy... —Mike estaba confundido por mi confusión. Irónico.

— Es que está distraída desde que se junta con el chico motero ese —añade mi madre desde atrás mirando la escena.

Abro los ojos como platos al escuchar a mi madre. ¿Y ella qué sabe? ¡Sé perfectamente que era hoy! Odio que mi madre diga cosas sobre mí que ni siquiera son verdad sólo por dejarme en ridículo.

— Mamá —digo con tono serio mientras la miro desafiante para que se calle.

— ¿Qué? ¿Acaso no es verdad? —pregunta con una sonrisa burlona.

Esta vez miro a Mike y veo que tiene una ceja alzada preguntándose que quiere decir mi madre. Sé perfectamente que se imagina que con "el chico motero" se refiere a Zayn. Y no es que se lleven precisamente bien, y más cuando el propio Mike me avisó de que no me involucrara en el mundo de Zayn. 

— No hagas caso a mi madre, no he estado con él —contesto mientras miro de reojo a mi madre con cara de pocos amigos—. De verdad que no me he acordado. Sé que ha estado mal, lo siento —intento poner mi mejor tono de disculpa para que sea creíble.

— Sabes que a ti te perdono todo —su sonrisa radiante como siempre le alumbra toda la cara, lo que me hace sonreír—. Pero la chaqueta que tienes en tu brazo, no dice lo mismo.

Mi sonrisa se convierte en una mueca de no saber que hacer, por decirlo de alguna manera. Había olvidado esconderla para que no se notara. Está claro que no sé mentir. Admiro a mi hermano, él si sabe cómo y cuándo hacerlo.

— No, es que... Las chaquetas de hombre son tendencia ahora —y yo no sé que decir.

— Conozco a Zayn y sé que esas es una de sus chaquetas favoritas.

— ¿De verdad? —mi voz sale como si fuera la de una colegiala que le acaban de decir que el chico guapo de su instituto la quiere. Carraspeo un poco, intentando disimular—. ¿De verdad? —pongo voz de que no me importa. Aunque ya para qué.

Por la mirada que tiene Mike no le ha gustado nada el tono de mi pregunta. Y por un lado lo entiendo. Si a mí me da calabazas cualquiera, lo mato.

— Bueno, sólo vine para ver que estabas bien. Creo que debería irme —intenta hacer una sonrisa mientras se dirige a la puerta.

Miro a mi madre, quien mira la escena negando la cabeza. No puedo dejar que Mike se vaya así después de todo.

— Mike, espera —él se gira para mirarme—. Me siento muy culpable. ¿Cenamos mañana? Te prometo que esta vez sí que sí.

Sonríe con una inmensa alegría. Parece que esperaba esas palabras de mí.

— Por mí bien. ¿En el mismo restaurante?

— Sí. Te mandaré un mensaje con la hora.

Asiente con la cabeza sin que se le borre la sonrisa.