April
Me quedé mirando el apartamento. Zayn me había dicho que nos encontrábamos a las afueras de Brixton, por lo que era normal la apariencia de antiguo y un tanto peculiar que tenía. Vale tenía que decirlo, no era mi apartamento de ensueños. ¿Cómo pueden vivir personas aquí sin perder la paciencia por la suciedad que hay? Dios mío, esto era tan diferente a dónde yo vivía.
— Gucci, ¿vienes o te vas a quedar mirando con esa cara de asco el edificio?
Lo miré con cara de pocos amigos mientras empezaba a caminar hacia dónde él estaba esperándome. No entiendo porque tengo que pasar una noche con él en este apartamento de tan poca calidad. Quizá porque si te acompaña a casa, él mismo ha dicho que la policía lo estará buscando. Y eso no te conviene. Mi conciencia tan inteligente como siempre.
— Ya voy idiota. Y no me llames así. Esos tacones valían más que tú.
Él rió para empezar a caminar hacia dentro del edificio. Empecé a seguirlo mientras seguía viendo el apartamento. Todo era muy simple; escaleras con algo de polvo, algunas ventanas rotas y un ambiente un tanto extraño que daba miedo. Por lo menos a mí sí.
— No creo que sea para tanto.
Después de subir algunas escaleras interminables para mí ya que este lugar no me gustaba y no podía parar de mirar cada rincón, se paró en frente de una puerta.
— ¿Qué no? Me costaron 670 libras —dije frunciendo el ceño mientras me cruzaba de brazos.
Él puso una cara de sorpresa para luego girarse y sacar unas llaves de su bolsillo.
— Joder como sois las pijas de ahora. ¿Qué tienen esos tacones para costar eso? ¿Cuando te los pones puedes volar? —preguntó riéndose para abrir la puerta de su apartamento.
— Eres un gilipollas —dije enfadada para pasar por su lado hacia su apartamento.
Estaba cabreada con él por todo, por haberme causado en un día más problemas que nadie. Y por haberme hecho llorar cuando me dejó sola y ahora resulta que me acoge.
— Adelante —dijo sarcástico mientras cerraba la puerta.
Miré el apartamento detenidamente mientras me ajustaba más la chaqueta de Mike. Pronto tenía que devolvérsela. A pesar del desagradable aspecto que tiene el edificio por fuera, el apartamento de Zayn no está nada mal decorado. Incluso puedo decir que tiene estilo, pero es muy pequeño. El salón consiste en un pequeño sofá negro con sillones del mismo color y en frente una pequeña tele. Pequeños muebles dónde tenía objetos, libros y más cosas. Y un pequeño balcón que daba a las vistas de la ciudad de Brixton. No muy agradables pero era lo que tenía.
— Bonito apartamento.
— Gracias —dijo pasándose la mano por su pelo.
Lo miré a los ojos fijamente. Todavía tenía la nariz con sangre y sin curar. Pero lo miraba esperando algo de él. Y eso era un perdón.
— ¿Qué miras? —preguntó enarcando una ceja.
— ¿Ni siquiera vas a pedirme perdón por haberme dejado tirada? —dije en un tono de enfado bastante elevado. Era evidente que lo llevaba acumulado dentro.
— Espera, deja que me lo piense —hizo una pausa para continuar hablando—. No.
Abrí un poco la boca de la impresión. ¿Iba a tener la cara tan dura de no pedirme perdón? ¿Encima que lo quería ayudar? Será imbécil.
— ¿No? ¿Va en serio? —dije cruzándome de brazos. Él asintió—. Eres un imbécil. Encima que me quedé contigo para que no hicieras gilipolleces con los policías, ¿y así me lo pagas?
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He » z.m [EN EDICIÓN]
أدب الهواةApril Stone era la típica chica de papá. Guapa, inteligente y rica. ¿Por qué iba a fijarse en un chico como Zayn Malik? Era todo lo contrario a ella; alcohólico, drogadicto, mujeriego y engreído. Y por si fuera poco, sus noches las reserva como boxe...