He » z.m [EN EDICIÓN]

thirty nine

April

— ¿Alguien piensa decirme algo sobre lo que acaba de ocurrir? —mi respiración es agitada, pero nadie parece tener intenciones de contestarme—. ¡Contestad alguno!

— ¿Qué quieres que te digamos? —contesta Mike mientras se levanta con dificultad por la paliza que Zayn le ha propinado. Tiene toda la cara llena de sangre y parte de su traje igual—. Solo busca atención, nada más. ¿En serio le crees?

Sí. Por muy estúpido que sea, sí le creo. 

— ¿Y por qué no? —intento darle un giro a la situación.

— Porque no se lo merece.

— Pero tu sí te mereces la cara que tienes ahora —contraataca Louis mirándolo con asco—. Y si no quieres que yo termine lo que él ha empezado, será mejor que te calles.

Mike hace una sonrisa burlona, pero no contesta. Por lo que veo, Louis le tiene el mismo asco a Mike que Zayn. Y ojalá algún día pueda saber el por qué. Clavo mi mirada en Zoe y está igual de perdida que yo, por lo menos no soy la única que se siente gilipollas ahora mismo.

— Yo me voy a buscarlo —afirmo dirigiéndome a mi coche.

— ¿Qué? ¡No! —el grito de mi madre hace que me gire para clavar mi mirada en ella—. No irás a verlo, April Stone. 

— Iré si quiero. Nadie me da respuestas y me voy a encargar yo sola de buscarlas. 

Intenta acercarse pero mi padre se lo impide. Me sorprende que mi padre hiciera eso, pero se lo agradezco eternamente. Abro la puerta de mi coche y cuando voy a entrar, siento una mano en mi muñeca. Me giro esperando que no sea Mike o mi madre porque me cabrearía, pero veo que es Louis. 

— Ve a su apartamento, si pasa cualquier cosa me llamas, ¿vale? —me entrega una llave y le miro sin entender—. Es por si el gilipollas no te abre o algo así. Si no está allí, no te molestes en buscarlo y ve a casa.

*

Aparco y me bajo rápidamente esperando que se encuentre en su casa y no haya ido a otro sitio a hacer el tonto. Quiero hablar con él, comprenderle y poder hacerle ver que puede contar conmigo para lo que quiera. 

Subo las escaleras rápidamente y golpeo su puerta. Espero, espero y nada. Vuelvo a tocar, esta vez más fuerte y más seguido. 

— ¡Zayn, abre! ¡Soy yo! —silencio.

Suspiro y saco la llave de mi bolsillo. Louis parece que lo conoce como si fuera su hijo. Sabía que no me iba a abrir y por eso me ha dado una copia de sus llaves. Abro con cuidado y veo que en el salón no se encuentra.

— ¿Zayn? —pregunto susurrando quitando la llave y cerrando la puerta.

No obtengo respuesta de nuevo y comienzo a imaginarme lo peor. Observo el salón y puedo comprobar que todo está muy desordenado. Frunzo el ceño sin saber que ha hecho. Mis nervios comienzan a aumentar cuando veo una botella de Whisky vacía. Me guardo las llaves en el bolsillo tragando saliva con miedo. Cuando alzo la botella para observarla, veo algunas rayas de un polvo blanco y una jeringuilla en el suelo. Abro los ojos sorprendida, imaginando que eso es droga. Está claro que Zayn se ha drogado y emborrachado. No me puedo creer que Zayn haya recurrido a esto para evadirse del tema de su padre. No tenía ni idea de que le dolía tanto este tema. 

Cuando me voy a dirigir al pasillo para ver donde está, lo encuentro. En el suelo, tumbado sin saber ni donde está. Doy un grito y me acerco rápidamente a él. Tiene los ojos cerrados pero la boca abierta, respirando con dificultad.