He » z.m [EN EDICIÓN]

seventeen

April

Cuando me separe de él, nos quedamos en completo silencio mirándonos fijamente. Sólo se oía de fondo el ruido del viento, del tráfico y algún grupo de chicos borrachos o que iban de fiesta.

— ¿Qué has hecho April? —pregunta Zayn negando con la cabeza.

— ¿Qué? —pregunto algo aturdida por su pregunta. ¿Acaso no es obvio?—. ¿Es en serio o es broma?

— Va en serio.

— Te he besado.

— ¿Y por qué lo has hecho?

— Zayn, yo...

— No, déjame seguir. ¿Lo has hecho por pena? Odio que la gente me tenga pena sólo por mi mierda de vida. Es como si sólo te quisieran para hacerte feliz a ti y no porque ellos les interese. ¿Eres una de esas?

Esta conversación se estaba saliendo de lugar y no entendía a que venía esto.

— ¿Qué? ¿Me estás jodiendo? Me he peleado con mis padres y con mi hermano, me he ganado una hostia por parte de mi madre delante tuya sólo por defenderte. Y encima he venido aquí junto con Louis en su puto coche porque no me sabía tu dirección sólo para pedirte perdón por el comportamiento de mis padres. ¿Y me vienes con estas? ¿Qué te pasa en la cabeza?

— ¿Quién te ha pedido que me tengas que pedir perdón? Es más, ¿por qué? Lo que dijeron tus padres sólo era la verdad de cómo soy. No dijeron nada malo, sólo te dio pena las palabras que usaron contra mí.

— ¿Ahora me dices que mis padres tenían razón y que he sido una gilipollas por defenderte? —exclamo perdiendo la paciencia.

— Es así, April. Sólo mira mi realidad; echa un vistazo. Soy boxeador por las noches, hago carreras ilegales y otras cosas más. No conoces nada de mi vida y aún así te empañas en seguir en ella cuando te he causado muchos problemas. Tus padres sólo te intentaban proteger de un chico como yo.

— ¿Y se puede saber como defines "un chico como yo"?

— Alguien que te hará mucho daño y te dará muchos problemas. Y qué acabarás mal y me odiarás con toda tu alma. Lo tengo asumido. No soy alguien fácil de manejar y mucho menos de quererme o algo parecido.

— ¿Esa es la visión que tienes de ti? —pregunto sorprendida por sus duras palabras.

— Es mi realidad. April, no sigas por aquí. Quizá es la primera vez que diga esto... No quiero hacerte daño y no quiero que me odies. 

— Yo no te odio... —susurro mientras me abrazo a mí misma por el frío de la noche.

— Lo harás.

— Eso no lo sabes tú.

— Créeme que sí. 

Nos quedamos en silencio sin mirarnos el uno al otro. Supuse que con esta conversación, él quería que me alejara de su vida. Y no soy nadie para no permitírselo. Si es lo que quería, pues bien.

— Bueno... ¿Te puedo pedir un favor? —le pregunto mientras le miro.

— Dime.

— ¿Me llevas a casa? Vine con Louis pero supongo que se habrá ido.

— ¿No te sabías, en serio, mi dirección? —cuestiona divertido.

— No sé nada de ti. Sólo lo de tu padre. 

Hizo una media sonrisa y entro dentro de su apartamento, a lo que yo le imite.

— Yo te llevo a tu casa. Pero, vas a tener que sentarte en mi moto que tanto te encanta.