—Sabes.. —pause pensando que palabras usaría —Ahora que lo recuerdo.. —rasque mi nuca en reacción revisora. —tienes otro nieto, Bucks. –dije lentamente levantando la cabeza esperando una reacción cansada e irritada por parte del hombre.
Pero no, tenía una expresión relajada y no se mostraba para nada sorprendido.
—¿No te sorprende? —murmuraste nerviosa después de unos segundos de esperar respuesta.
—A este punto ya nada me sorprende, ____ —dijo con un toque de diversión.
Cierto, a este punto quién sabe que tantas cosas haya vivido Bucky para no le importe saber que tiene dos nietos.
—Quieres conocerlo? —alce la ceja curiosa.
—Porque no. —
(...)
Como es que mi vida pasó de ser una estudiante "normal", con un una vida "normal". A, ser una ex miembro de los avengers, con un ex novio con rapidez sobrehumana y un abuelo que luce mejor que yo en las mañanas. No estaba segura de sí Terry aún se encontraría ahí. Pero conozco a mi hermano, y se lo holgazan que era como para conseguir un trabajo decente para rentarse su propia casa, es obvio que seguiría ahí.
—Quieres algo? —dije dejando mi abrigo en el sofá e introduciéndome en La Cocina para preparar café.
—Un vaso de agua está bien —dijo viendo a su alrededor.
—Un vaso de agua será —murmuré tomando un vaso y abriendo el grifo para llenar este.
Terry no se encontraba, pero por el cuadro de Jessica Alba en bikini en una de las paredes de la sala de estar, las botellas de cerveza regadas por todas partes al igual de las cajas de comida corrida significaba que Terry aún vivía aquí. "Vago". Pensé al ver el desastre en el que se encontraba mi pobre departamento que cuando aún estaba en mis responsabilidades mantenerlo, yo lo tenía en un mejor estado, limpio y ordenado.
—¿Como dijiste que se llamaba tu hermano? —hablo en un tono más alto para que pudiera escucharlo. Lo cual no era necesario. al encontrarse en la otra habitación.
—Te- —fui interrumpida por el sonido de pasos en el corredor del edificio. Si mi memoria no fallaba y recordaba específicamente como era mi hermano en todo sentido. Era el.
Salí de La Cocina y camine hacia la sala nuevamente.
—Terry —en cuánto lo dije la puerta se abrió dejando ver al maldito individuo que lamentablemente podía decir que compartíamos la misma sangre.
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—Oh miren quien decidió aparecer —alzó los brazos al verme e inmediatamente los bajo para acto seguido cruzarlos sobre su pecho, este se recargó en la puerta y le dirigió la mirada a Bucky. —¿Tu novio? —camino hacia adentro, cerrando con el pie la puerta haciendo que tronara la madera.
—Oh bueno, sería raro que lo fuera, ya que, tiene el tiene más de noventa años y es nuestro abuelo. —frunció el ceño como si de una mala broma se tratara.
—Hahaha —río después de varios segundos de vernos ambos. —veo que tus chistes no han mejorado hermanita –momentos después ya no se encontraba frente a nosotros. Se escucho como se encendía la televisión haciéndome girar sobre mis talones.
—No bromeó —rodee los ojos.
—Bueno no te creo —se lanzó al sofá haciéndolo rechinar y con su mano alcanzó una bolsa de frituras que estaba en la mesa de centro.
—Como sea, no vengo hablar de eso. Vengo a quedarme, y necesito que te vayas —
—No se suponía que vivías con los vengadores?...¿Porque piensas que me voy ir así de fácil? —se burlo.
—Porque, es mi departamento y no te quiero aquí. —camine hacia mis maletas y de ahí las lleve hacia la que era mi vieja recámara. Terry no me detuvo y no volvió a pronunciar palabra alguna. —¿¡QUE MIERDA LE HICISTE A MI HABITACIÓN?! —grité furiosa.
Todas las paredes se encontraban grafiteadas como si de un barrio bajo se tratara, las ventanas las había tapado con madera y había posters de Playboy por toda la habitación cosa que mis ojos no estaban felices de ver. Y lo que más me enfureció fue ver un brazier tirado en suelo al igual que unas bragas que dejaría mucho a la imaginación de cualquier hombre. Había estado teniendo sexo en mi cama. Con dios sabe cuántas putas.
—¿Que? —sentí una brisa a mi lado derecho. —te gusta lo que le hice? —camino hacia adentro y se hecho en la cama. —Le llamo, el cielo. Ya te imaginarás porque —me guiñó un ojo que fue lo que me hizo explotar.
—Si no sales de mi casa en menos de cinco minutos yo misma me haré cargo de que nunca más en tu vida quieras volver a verme, Terry. —amenace seguramente ya con mi cuerpo ardiendo. Literalmente.
—Oblígame. —dijo nuevamente a mi lado. —Y tu que? —le dijo a Bucky que se encontraba expectante ante la situación.
