Youtubers (Rubius y Tú)

Capítulo 15

Tú

Me encuentro en mi habitación del hotel junto a mi fiel amiga Eva comiendo Nutella y hablando sobre cosas de la vida. El cielo oscuro adornado con las cientas de estrellas y una perfecta luna llena embellecen la deslumbrante ciudad de Los Ángeles.

—¿Has hablado con Lana? —suelta.

—Sí, ya está de luna de miel en África.

—Que hija de puta. Siempre quise ir allí.

—Irás cuando sea tu luna de miel con Alex —suelta un risita.

—Pero primero tengo que casarme ¿no lo crees?

—Estoy 100% segura que algún día eso sucederá.

—A este paso, nos casaremos en un hospital cuando ya estemos viejitos.

—Pero os casaréis, que es lo importante.

Al instante suena mi móvil. La pantalla indica el nombre de "Rubius".

—Mierda —suelto casi en un susurro.

—¿Quién es?

—Rubius, pero no le voy a contestar —vuelvo a dejar mi celular a un lado sin darle mucha importancia.

—Puede ser una emergencia.

—La única emergencia que este chaval podría llegar a tener es haberse quedado sin condones—río.

—Pues si tu no contestas lo haré yo.

En un rápido movimiento logra estirar su brazo hasta alcanzar mi móvil. No logro detenerla a tiempo y corre a encerrarse en el baño.

—¡Eva! ¡Te juro que voy a matarte cuando salgas de ahí!

Luego de unos segundos de berrinche, decido calmarme un poco y hacer silencio para oír (o al menos intentar) lo que hablan estos dos.

—¿Cómo puedes ser tan gilipollas?... Joder tío que no soy Jannie deja de decir estupideces... Eres un imbécil ¿te lo había dicho antes?... ¡Que dejes de decir que te gusto coño! ¡Soy Eva no Jannie!... ¿Cómo?... ¿Qué acabas de decir de _____?... Ella no quiere hablar contigo, ni mucho menos querrá hacerlo si estás así de borracho —¿acaso oí bien? —¡Vale! Para que dejes de joder te la pasaré.

Me alejo un poco de la puerta y justo ella lo abre. Me extiende su mano entregándome mi celular.

—¿Qué quiere? —pregunto indiferente.

Alza los hombros y baja las comisuras de sus labios *no sé*. Ruedo los ojos y le arrebato mi móvil.

—¿Sí? —digo una vez que coloco el aparato en mis oídos.

Se oye música muy alta de fondo.

—¡_____! ¡Linda!

—¿Acabas de llamarme linda?

—Sí ¿algún problema?

Su voz suena arrastrada. Es obvio que bebió.

—¿Desde cuándo me llamas así?

—Desde que me di cuenta que esa palabra va muy bien contigo, eres hermosa.

—Emmm ¿vale? —no puedo negarlo, un sonrojo se apodera de mis mejillas. Eva lo nota y me lanza una sonrisa pícara. —¿Para qué me llamas?

—Para decirte que tú me... —un fuerte ruido comienza a oírse, seguido de varios gritos de su parte. —Hola _____ —es la voz de Mangel. —Rubius está un poco pasado de copas por eso te ha llamado.

—Sí, me he dado cuenta —respondo irónicamente.

—¡Mangel dame el puto teléfono! —se oye la voz de Rubius de fondo. —¡Que te calles joder! —grita Mangel. —Bueno esto fue un malentendido adiós —y corta, así sin más.

Retiro el móvil de mi oreja y miro a Eva. Esta me mira con una ceja alzada y un signo de pregunta tatuada en su frente.

—¿Qué quería? —pregunta al fin.

—Nada, estaba borracho.

—Ah —mira a un lado.

—¿Pasa algo?

—No, nada.

Yuya

Al notar que sólo faltan dos horas para que Samuel venga por mí, decido prepararme. Me doy una ducha, coloco sobre mi cuerpo la ropa que escogí para esta ocasión (multimedia) y ato las agujetas de mis zapatillas negras. Tenía pensado llevar tacones como siempre, pero no creo que la salida sea tan formal. Me maquillo, cepillo mi pelo y doy un último vistazo al espejo de mi habitación.

Estoy lista.

Pero aún queda media hora para que mi amado... digo Samuel *guiño* *guiño* venga a buscarme.

¡Hijo de su madre olvidé contarles esto a mis amigas!

Si se llegan a enterar van a matarme.

Decido ir a la habitación de _____ que queda a unas tres puertas de la mía. Pero antes de tocarla, mi celular comienza a sonar.

—Hola Jannie, ¿qué pasó? —digo una vez que contesto.

—Señorita, ¿usted es Yuya? —esa voz no es de mi amiga...

—Sí soy yo. ¿Con quién hablo?

—Le hablo de la comisaría, encontramos este celular en la escena.

—¿Escena? ¿De qué rayos está hablando?

—¿Usted es alguna familiar o amiga de Jannie Henry?

—¡Sí! ¡Hable ya! ¿Qué pasó con ella? —mi pulso comienza a acelerarse, al igual que mi respiración.

—Señorita, le pedimos que guarde la calma. Su amiga acaba de tener un accidente.

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Nota: corto ya se 😐