Youtubers (Rubius y Tú)

Capítulo 18

Tú

Mis ojos pierden pesadez y poco a poco logro soportarlos. Con lo primero que me encuentro es con las caras destruidas de mis amigas por tanto llorar. Eva y Yuya se encuentran sujetándome una mano cada una, cuando ven que reacciono, sus miradas pasan de una triste a una de ternura. Eva posa su mano libre sobre mi mejilla y comienza a dar pequeñas caricias.

-¿Cómo te encuentras? -pregunta Yuya.

-Acabo de perder a una gran amiga de la infancia Yuya, ¿tú que crees? —trato de no sonar tan borde pero me sale todo lo contrario.

—Me refería a si ya no te encuentras tan mareada.

—Ah, en ese caso no tanto. Sólo me duele un poco la cabeza.

—De seguro fue el impacto que diste contra el suelo —concluye Eva.

—Sí, seguro es eso —le doy la razón y dejo escapar un suspiro.

—Hay algo que debemos decirte —comenta Yuya.

—¿Qué es?

—Son Rubius, Mangel y Alex. Ellos están en la sala de espera y quieren hablar contigo.

—Pues decidles que se vayan. No quiero hablar con esos y menos ahora.

—Será mejor que los escuches. Dicen que tienen algo importante para decirte.

—Lo único que quiero oír en este momento es mi despertador, que todo esto sea un sueño y que Jannie esté aquí. Si no es eso, que se vayan todos a tomar por culo.

Un silencio invade la habitación.

—Siempre fuiste tan terca ¿sabes? —dice mi mejor amiga rompiendo el silencio.

—Quiero verla —cambio de tema rotundamente.

Ambas se miran entre sí con sus celos fruncidos a más no poder y un signo de interrogación tatuado en sus frentes.

—¿Ver a quién?

—A Jannie. Necesito verla.

Rubius

No sé por qué estoy besando a esta chica. Se parece bastante a _____, y me atrae. Cuando alzo la vista observo una multitud de personas saliendo a la calle.

Algo malo debe estar pasando.

Me aparto bruscamente de la chica y a como sea salgo de aquel lugar, encontrandome con un círculo de personas y una ambulancia. Trato de apartar a la gente a empujones y cuando finalmente llego al centro, me encuentro con algo que desearía no haber visto nunca.

Jannie, ella está muerta.

Está tirada en el asfalto con un gran círculo de sangre a su alrededor y la misma sustancia saliendo de su boca. Unas ganas terribles de vomitar me obligaron a correr hacia unos arbustos y ahí mismo tiré todo el alcohol que consumí a lo largo de la noche. Unas manos me toman del brazo y al voltear me encuentro con Mangel, Alex y todos mis amigos.

Lo que más necesito en este momento es un abrazo de mi mejor amigo.

Sin pensarlo más salto a los brazos de mi hermano y lo único que puedo hacer es llorar. Porque la hice sufrir tanto. Por hacerla creer que me gustaba. Porque a pesar de todo yo la quería, no como novia, pero sí como amiga y la quería ver feliz. Y, peor aún, porque no falta esa horrible sensación de que me pilló besando a esa otra chica.

(...)

Unos movimientos en mi brazo me obligan a escapar del país de los sueños. Es mi Mahe.

—Rubiuh, vámonos.