Narrado por TN
-¡No, no y no! ¡No pueden dejar que lo haga yo sola!–discutí
-Pues que mal–responde Fabián–Serás tu quien lo lleve hasta la entrada de su casa para entregarselo a Karla, a nosotros no nos puede ver
-¿Porque? ¿Se caen mal?
-Lo qué le sigue a eso, no soporta que seamos amigos con él, pero obviamente nos da igual lo que piense
Estábamos ya justo afuera de la casa de Germán, de nuevo, tuve que bajarlo yo sola. Menos de un segundo después de que salimos del auto, se fue a toda velocidad, o sea, ni siquiera un 'Gracias' o 'Te debemos una', es la ultima vez que le hago un favor
Germán iba medio dormido, así que lo cargue sobre mi hombro, llegando a la entrada, toque el timbre. Rápidamente una mujer abrió, la que supongo que será Karla. Se veía aliviada al ver a Germán, me ayudo a pasarlo dentro de la casa.
Karla: ¡German! ¡Donde has estado! ¡Pensé que te había pasado algo!
Germán:SHHHH–la calló–No grites tanto, hace que me duela la cabeza
Karla:Entonces todo lo que te tenga que decir te lo dire mañana–con una mirada seria, después me voltea a ver a mi–Perdón, que descortés soy, soy Karla, la mamá de German. ¿Tu eres...?
-Soy _______–respondo tímidamente
-______, si no es mucho pedir, podrías dejar a Germán en su habitación. Tengo que llamarle a mi esposo, diciéndolo que Germán esta bien
-No hay problema
-Y cuando regreses, ¿podríamos hablar un poco?
-...–me quedo con la boca abierta sin saber que decir por unos momentos–Okay–sacudiendo la cabeza
Me apuntó hacia donde era la habitación, la abrí y tambaleo adentró, como pude lo deje recostado en su cama, quedo como estatua, muy quieto sin moverse, o al menos eso pensé.
-Oye _______
-¿Qué?
-¿Te gustan los dinosaurios?
-¿Qué si me gustan los que?–desconcertada–¿Dijiste dinosaurios?
-A mi si me gustan, su pelaje es muy lindo
-Los dinosaurios no tienen pelaje–entre una risa nerviosa
-Pero los caballos con cuernos si tienen pelaje
-¿Unicornios?
-¡SI, ESO!–grito como si hubiera descubierto la cura de alguna enfermedad–Yo tengo la teoría de que un día los unicornios van a dominar al mundo, ¿Quieres escuchar la teoría?
Solo esta hablando tonterías, mejor lo dejo–pensé
Le doy la espalda ya dispuesta a irme, cuando sus manos tomaron de mi brazo, me halaron hacia el y me tumbo sobre la cama quedando entre sus brazos, él me abrazaba como si fuera un oso de peluche o algo así.
-Germán, me tengo que ir sueltame–trate de levantarme, pero me tenia sujetada demasiado fuerte.
Una vez hace mucho estábamos hablando como lo hacíamos siempre y en una de esas, no se porque y ahora me arrepiento, le conte que el lugar donde mas me daban cosquillas es en mis costados. Y se preguntarán, ¿Eso que tiene que ver?
Pues mucho. Porque creo que se acordó y empezó a hacerme cosquillas por todo el cuerpo. Como todos reaccionarían, me empiezo a reír descontroladamente, no es algo que pudiera evitar
Pero no quería reírme, seguía enojada con el, pero no puedo seguir enojada si me sigue haciendo reír así. Problemas del primer mundo. Solo quiere que se me pase el enojo, pero no lo hará por mas que lo intente.
Unos cuantos segundos mas, ya no sentía cosquillas, al parecer había parado, por fin. Gire la cabeza, cuando le vi la cara a Germán, estaba muy pálido más de lo normal, lo que es difícil porque el es pálido.
-¿Te sientes bien?–le pregunté
-Umm, creo que yo...-
Salió disparado al baño como si su vida dependiera de ello. Fui detrás de el para ver que le pasaba. Supongo que todo el alcohol no le cayó muy bien en su sistema y ahora esta vomitando.
No creo que hay mucho que yo pueda hacer, como llevo diciendo, mejor me voy y hablamos despues.
Salí de la habitación, llegue a la sala de estar, justo ahí estaba sentada Karla parecía un poco mas relajada. Levanto la vista, me miro, y de repente corrió hacia mi dándome un abrazo. Me quede tiesa, ¿Qué quería que hiciera? La acabo de conocer y me estaba abrazando. Aunque sería aun más vergonzoso si no hago nada, así que le seguí el abrazo. Cuando se separa de mi, puedo ver una sonrisa en su cara, que poco después se transforma en un gesto incómodo
-Perdón, solo que, te lo diré de nuevo, gracias por encontrar y traerte a Germán. Se que aveces el puede llegar a ser un poco...difícil
-Entiendo–más de lo que crees
-...–me sonríe–Y solo para que sepas _______, Germán ya había mencionado algo sobre ti
-¿Lo hizo?–lo digo tan sorprendida porque el siempre me dice que no le gusta contarle cosas personales a su familia
-Ya se, difícil de creer. Pero si lo hizo, y para que haga eso debe de significar que le importas mucho–lo dijo con una voz y mirada cálida
No se me salían ningunas palabras, no se me ocurría ninguna respuesta que valiera la pena decir
-Y no se que no soy nadie para darte consejos pero...–duda por un momento–Solo se paciente con el por favor. No se encariña fácilmente con gente, le toma tiempo. Lo sabré yo, que lo tengo desde que el era un bebé y hasta ahora no ha podido corresponder el cariño que yo le doy. Pero se que en el fondo el me tiene cariño, tanto como yo lo se lo tengo a el. Pero si yo lo puedo ver feliz con alguien mas, basta para hacerme feliz a mi.
Porque justo cuando no estoy muy bien sentimentalmente con Germán, todos empiezan a admirar la gran relación que tenemos. No es que no me haya llegado al corazón lo que dijo Karla, tantos años cuidando de el y Germán no ha sabido agradecerle, pero todo esto solo esta induciendo mas a que lo perdone. Aunque se muy bien que no debería.
-Pero bueno, perdón por ponerme toda sentimental contigo, solo me estoy avergonzando–ríe débilmente–Ahora solo falta esperar a...-
Justo en ese momento, como si de alguna manera lo hubiéramos invocado, entro lo que yo creía ser Miguel, el padre de Germán.
-Mi esposo–dice Karla, completando su oración anterior
-Donde esta ese muchacho, hablaré con el en este instante–con una voz no muy agradable
-Cariño –le llama la atención Karla–Mira, ella es _______
-Ah, hola–me dice, apenas volteando a verme
Físicamente era alto, piel clara, pelo corto, también parecía un hombre frío, estricto y muy intimidate. Creo que no era un buen momento para que yo estuviera aquí
-Me da mucha pena ________, pero necesito que te retires
-Claro entiendo, hasta luego–me despido de ellos
Salí de la casa, me sentía menos tensa afuera. Saco mi celular del bolsillo, había como veinte llamadas perdidas de mi mamá y otras veinte de mi papá, acompañando de unos cincuenta mensajes
Shit.
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Dos lados de ti (German Garmendia Y Tu)
Fanfic¿Celos? Muchos ¿Qué si hubo peleas? Si ¿Ocultamos secretos? Más que nada Pero también reí y sin dudarlo, lo volvería a elegir una y otra vez. Porque me alegró los días como nadie, y de el aprendí a salirme de mi burbuja para poder ser yo misma, sin...