Cautivos. (AU)

22.-Peligro.

Hola.
Lamento la tardanza, no tenía muchas ideas. 😐

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Unas criaturas de aspecto más humanoide aparecieron ante ellos, y aunque se veían casi como humanos, también se veían muy hambrientos.

---Los canibales..---Masculino Karin asustada como nunca antes había estado en su vida, en menos de un parpadeo comenzaron a atacarlos, nuevamente tuvieron que pelear y defenderse con todo lo que estaba a su alcancé, al momento que lograron salvarse la noche ya había caído, el peligro había incrementado considerablemente.

{....}

---Es la una...---Dijo Karin luego de un largo rato que llevaban caminando.---(Ya debieron comenzar las torturas)---Pensó.

---¿Cuánto falta?---Preguntó Itachi impaciente, pero también agotado.

---Poco menos de dos Kilómetros..---Respondió Sasori serio.

Itachi paso la mano por su cabello en sinónimo de frustración ya que faltaba poco para que los sacrifiquen, pero mucho para que ellos lleguen, suspiro pesadamente y aumento el ritmo de su caminata, los demás lo imitaron, aunque nadie lo quisiera admitir, las esperanzas de encontrarlos con vida con cada minuto que pasara iban disminuyendo.

{....}

---Muy bien mis pequeños sacrificios...---Sonrió con maldad.---Ha llegado su hora.---Dijo el hombre con maldad.

Chasqueo sus dedos e ingresaron cinco de sus sirvientes, los cuales tomaron a una chica cada uno. Los ojos de todos destellaban terror, un miedo nato que no habían sentido ni un sólo momento de sus vidas, los chicos focejeaban con sus amarras con mucha más insistencia, aún así no lograban safarse y se limitaban a ver a su respectiva chica con angustia.

---Ya saben, primero las damas..---Rió con sorna y salio de ahí dando un portazo, las chicas con la poca fuerza que les quedaba se retorcian en los brazos de sus captores, con la clara intención de liberarse, cosa que les resultaba inútil.

Madara ingresó a una habitación amplía.

---Háganlo...---Ordenó y los sirvientes del pelinegro asintieron mientras las dejaban caer al piso sin consideración alguna.

Pequeños quejidos ahogados escaparon de los labios de las chicas, ya que seguramente por el fuerte impactó con el piso se habían abierto alguna herida o fracturado algún hueso.

---Ya saben que hacer...---Dijo y salió de ahí. Los sirvientes de Madara sacaron unos cuchillos grandes y afilados, uno de ellos le quitó la mordaza a Ino.

---¡Malditos desgraciados!¿Por qué hacen esto!?---Cuestionó con voz ronca por no haber hablado durante un largo rato.

---Diversión..--Expresó un joven que aparentaba unos veinte años, sonrió con malicia y le tapo la boca con cinta adhesiva.

Otro de los sirvientes le destapó la boca a Sakura.---¡Son sólo unos malditos títeres, esperando órdenes!---Expresó con enojo.

---Y que, por lo menos no moriremos..---Dijo el hombre que aparentaba unos veintidós años y le tapo la boca.

Otro de ellos le destapó la boca a Temari.---¡Estar de su lado no les garantizara vivir por siempre, él podría deshacerse de ustedes en cualquier momento!---

---No, eso sólo pasará si hacemos algo en su contra..---Respondió el joven que aparentaba unos veintiún años y le tapo la boca.

Los sirvientes restantes, uno que aparentaba veintitrés y otro que aparentaba diecinueve les quitaron las mordazas a Hinata y a Tenten. Uno de ellos apuntó a Tenten con su arma.---Habla..---

---¡Dejemnos ir, ustedes no ganan nada con esto!---

---Estar del lado del señor Madara nos garantiza vivir eternamente..---Dijo y el cubrió la boca. El otro hombre miró a Hinata.

---¿Acaso no les importa ni un poco quitarle la vida a personas inocentes?.---Dijo Hinata sin titubeo alguno.

---Ni un poco, con el tiempo te acostumbras...---Dijo el que aparentaba diecinueve años y le cubrió la boca.

---Han tenido tiempo de hablar..---Sonrió con malicia.---Es el nuestro de actuar.---

Miedo era poco para describir lo que expresaban las chicas con sus facciones contraídas y sus ojos excesivamente abiertos. Los cinco jovenes de acercaron a ellas con los cuchillos entré sus manos, listos para cortalas lenta y torturosamente. Ellas por más que intentan alejarse, no podían, sus amarras estaban muy ajustadas.

Pequeños cortes profundos estaban siendo proporcionados en las blanquecinas pieles de las chicas, las cuales lanzaban gritos ahogados y se retorcian de dolor, mientras ellos no se inmutaban ni un poco, les quitaron las mordazas y sus gritos se hicieron aún más audibles.

---Eso es, torturen psicológicamente a sus novios...---Expresó uno y clavó un poco más profundo el cuchillo.

[....]

Los chicos lograban oír con claridad, las súplicas y gritos de las chicas. No podían ni Imaginarse por las torturas por las cuales estaban siendo sometidas, y ni el más fuerte o frío de ellos podía estar impaciente, asustado o intentando soltarse.

De pronto la puerta se abrió.

---Espero que estén disfrutando del concierto que les brindan sus novias...---Sonrió con malicia al ver las caras que le mostraban todos, caras de odio puro, que disfrutaba ver.---Pero también es su turno.---Entraron un grupo de quince sirvientes.

---Ellos les darán la pálida de su vida...---Expresó con sorna y salió.

A Naruto, Sai, Sasuke, Neji y Shikamaru los tomaron entre tres a cada uno, y comenzaron a golpearlos por turnos, el dolor que sentían era sinceramente insoportable, con cada golpe sentían que el final estaba cerca.

{...}

Sasori y Deidara se detuvieron a pocos pasos del lugar.

---Es hora de usar esto..---Dijo mostrandoles unas jeringas.

---¿Qué es eso?---Preguntó un joven del grupo.

---Drogas para aumentar la fuerza y resistencia, no se las di antes ya que su efecto es de una hora a hora y media.---Son las dos de la mañana, así que en esté momento deben estar pasado un verdadero suplicio, está es nuestra última oportunidad para ganar y acabar con ese sujeto...---

Todos asintieron y uno a uno fueron inyectados por esa sustancia que era la última esperanza que tenían de salvar a los cautivos y liberar a los pueblos cercanos del peligro en el que han estado viviendo más de setenta años.

☆☆☆☆Continuará.☆☆☆☆