CAPÍTULO 6.

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Doy un pequeño salto y subo a la acera. Palpo mis bolsillos traseros, pero están vacíos. "Juraría que me he llevado las llaves" pienso, mientras inspecciono mi mochila en busca de ellas. Ni rastro. "¿Has mirado en el bolsillo delantero?". No. Lo palpo (casi desesperada) y sí, ahí están. Recojo la mochila del suelo e introduzco las llaves en la cerradura.

Abro la puerta.

-¿Hola?.

No obtengo ninguna respuesta.

Cierro y subo las escaleras, dejando la mochila en mi cuarto. Bajo en dirección a la cocina. Entro y me siento en el sofá. Estoy agotada, esa mochila pesa demasiado. Enciendo la televisión y zapeo hasta dejar las noticias, al parecer no había nada más interesante. Por lo que parece no hay había en casa, así que decido prepararme cualquier cosa para comer. "¿pizza?", pues pizza.
Unos minutos más tarde, ya está hecha.

Subo a mi cuarto sin prisa, y oigo el sonido de mis pasos resonar por toda la casa. Me tumbo en la cama, con el móvil en la mano. Abro la barra de notificaciones. Nadie me ha escrito. No me preocupaba, nunca he sido la más popular del instituto, es más, usualmente pasaba desapercibida. Igualmente, abro whatsapp, y entonces me acuerdo del papelito que me dio Lauren.

Estiro el brazo para llegar a la cremallera de la mochila y la abro. Busco mi agenda con la mano, la saco y tiro de un papel que sobresale. El número de Lauren. Dejo la agenda a un lado y agrego a Lauren a mis contactos. "¿de verdad estás haciendo esto, Camila?", "tampoco es tan raro, ¿no?" me respondo.

Abro el chat con Lauren, dispuesta a enviarle un mensaje. No se conecta desde anoche, es mi momento. "¿y qué le digo yo ahora?", "Un  Hola   es un poco soso, ¿no?". Pulso la pantalla para que aparezca el teclado, y pienso qué escribirle. "¿Por qué lo piensas tanto, Camila?".

Al fin le escribo algo, y pulso enviar.

Camila: Hey

"¿Ves?, tampoco ha sido tan difícil".
Dejo el móvil encima de mi cama y vuelvo a coger la agenda.
Han mandado deberes. El primer día. Genial. Me levanto y me dirigo a mi escritorio, con los materiales en las manos.

Deberían de haber pasado unos cuarenta minutos, cuando escucho una notificación de mi móvil. De repente mi corazón se queda quieto. Respiro y vuelve a estar bien, pero me he quedado en blanco. "¿Lauren?".

Cojo el teléfono y abro el chat.

Lauren: ¿Eres Camila?

Le respondo.

Camila: La mismísima

Ella envía emojis riendo, lo que hace que sonría. "¿Qué te pasa, Camila"?. Diantres, esta chica me estaba haciendo sentir...

Hasta que la última Rosa muera. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora