Capítulo 26

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Me encuentro en clase de biología bostezando cada dos por tres.
Estoy pensando seriamente esto de fugarme para no tener que ir más al instituto.

Miro a Nuria, que se encuentra a mi lado, con la misma cara que yo y me río. Parece un zombie.

– Creo adivinar que tienes sueño

– Yo creo adivinar que crees bien – contesta –. ¿y bien? ¿qué hay de nuevo en tu vida?

– Oh, nada importante.

Sólo que mi novio tiene un hermano gemelo el cual él y su madre están escondiendo en su casa para que su malvado padre no venga y se lo lleve a Asturias para torturarle a saber de qué horrible manera.

Ésta me mira alzando una ceja, sin creerse nada.

– ¿qué tal si vienes esta tarde a mi casa y lo ves por ti misma? – sugiero y Nuria asiente dubitativa.

– Miedo me das.

– A ver, chicas, ¿queréis compartir vuestra entretenida conversación con la clase que al parecer es más importante que lo que estoy explicando? – nos llama la atención Mercedes, la profesora, y Nuria y yo negamos con la cabeza rápidamente –. Pues atended.

Suspiramos y volvemos a mirar al frente. Apoyo la cabeza en la mano aplastando así mi mejilla y miro de reojo a la clase, quien se ha quedado mirándonos por culpa de Mercedes y mi mirada sólo puede fijarse en unos ojos: en los de Jesús. Lo miro, él ya me estaba mirando y me dedica una pequeña sonrisa. Vuelve a posar su mirada en la pizarra donde se encuentra la profesora explicando algo de lo que no me estoy enterando y el resto de la clase me quedo observándolo y creo que no me importaría hacerlo durante horas.

Al cambio de clases, me dirijo hacia Jesús, quien me rodea con sus brazos y me da un suave beso en los labios.

– ¿vamos? – pregunta él. Nos toca educación física.

– Claro.

Vuelvo a mi sitio y cojo la mochila ya que después toca inglés en una clase distinta a esta. Odio los desdobles y odio ser una de las que se tenga que ir a otra clase a dar la misma asignatura que dan ellos en mi clase. Menuda tontería.
Llegamos a la pista y esperamos a Alberto, el profesor de educación física. Este profesor me encanta de verdad.

Dejo la mochila a un lado de la pista y me dirijo hacia Jesús, quien se encuentra de espaldas a mí y le tapo los ojos. Éste los destapa sonriendo y me coge a cosqueretas, dando muchas vueltas en su propio eje conmigo encima.

– ¡Bájame! ¡Jesús, bájame! – exclamo y éste cesa las vueltas.

Me baja con cuidado y siento un pequeño mareo por causa de las vueltas.

– Me he mareado por tu culpa – acuso

Parece verme mala cara porque enseguida su expresión cambia a preocupación.

– ¿estás bien?

– Mmm.

Y eso es lo último que recuerdo antes de caer al suelo, creo.

Narra Jesús.

Observo a Meghan, quien no parece estar en equilibrio y la cojo del brazo, sujetándola para que no se caiga.

– ¿estás bien? – pregunto viendo cómo se pone pálida poco a poco.

– Mmm.

Y en ese momento la veo caer. La cojo rápidamente de la cabeza para que no choque contra el suelo y me arrodillo poniéndola en mis rodillas.

– ¡llamar a Alberto! – grito para que me escuchen los de mi clase.

Veo a Nuria acercarse corriendo en cuanto ve a Meghan así y pega un grito ahogado.

– ¡¿qué coño le pasa?! – pregunta alterada.

– ¡No lo sé, joder!

En ese momento veo a Alberto venir corriendo junto a un compañero de clase que supongo que es el que le ha llamado y Alberto saca su móvil del bolsillo para llamar a la ambulancia.

La miro a la cara, alterado, preocupado y con miedo de lo que le pueda pasar y de un momento a otro la ambulancia está aquí. Dos hombres vestidos con el uniforme fosforito se acercan con una camilla hacia Meghan y hacia a mí.
La suben inmediatamente y seguidamente a la ambulancia.
Intento subir tras ellos pero un brazo me lo impide.

– Tú no puedes venir – ordena Alberto y se sube él, quedando a su lado.

– ¿cómo no puedo subir? ¡claro que sí! – espeto alterado.

– Jesús, quédate aquí.

– ¡joder, no!

Cierran la puerta y salen del instituto.
¿y ahora qué coño hago? ¿me espero a que venga Alberto y me diga cómo está o qué?
Observo las puertas donde hace apenas unos segundos ha salido la ambulancia.

– A la mierda – digo saliendo de allí.

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Jelou churris, supongo que os debo una explicación por no haber subido capítulo en estos días. Fácil, he estado en el campo de una amiga y no he podido escribir jejejeje pero ya estoy de vuelta chiquis.

Quería agradeceros también que algunas nos estéis ayudando a DanisuStories y a con el concurso para ir al cine con los gemelos. Es algo muy importante para nosotras y os agradecemos muchísimo a las que nos estáis ayudando con esto. Ahora mismo tenemos los nervios a flor de piel jejejeje.

Y pues eso, votar y comentar, espero que os guste guapitas mías.

Fins demàaaa bbys ❗❗❗❗

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