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Y..
Llegamos al final. Éste es el último capítulo, espero que lo hayan disfrutado leer asì como yo de escribir a pesar de tener algunas dudas mientras lo hacia. Agradezco tantísimo sus leìdas, votos y comentarios, sobre todo a aquellas personitas que siempre estuvieron ahí en cada cap.
Espero seguirlos leyendo en los próximos Fics que publique mis nenas hermosas. Las quieroo. :* :D
Terminò de comprar su boleto. Tuvo que hacerlo después de la llamada de Hanna pidiéndole que regresara a Corea por unos días. Tenían problemas con un cliente, Kai había viajado fuera y no había quien entregara las coreografías pendientes, y también había que remodelar el salón de prácticas que Se Hun en su momento diseñó para su uso cuando trabaja con él. Definitivamente hablaría con su hermano, no quería que nada de aquel salón cambiara, quería de estuviera como siempre, tal y como lo había dejado aquel chico que se había llevado con él su corazón cuando se marchó.
Arregló su maleta metiendo en ella algunos cambios de ropa, un par de zapatos y uno que otro artículo personal. El vuelo era dentro de tres horas y todavía tenía cosas que hacer. Puso llave a la puerta trasera y aseguró cada una de las ventanas, dejó varios trastos con comida y agua para Max. Después encendió el televisor buscando el canal de programas de animales, ese que le gustaba ver al peludo. No podía llevarlo con él, así que tendría que dejarlo bien abastecido y entretenido hasta pasado mañana temprano que fuera la señora que lo ayudaba con el quehacer de la casa.
El vuelo había ido muy bien, cruzó el pasillo y fue a buscar su maleta. Hanna le acababa de llamar para avisar que ya estaba en el aeropuerto y lo esperaba en la entrada. Localizó su maleta y se dirigió a la salida en su búsqueda. Vio el carro blanco como a unos cinco metros y fue hacia él. Entró en el auto luego de que dejara la maleta en la parte trasera, Hanna lo recibió con un fuerte abrazo y un cariñoso beso. Hacía demasiado frío y parecía que ese día nevaría; calentó un poco sus manos con un poco de vaho de su boca y luego las metió en los bolsos de su chamarra.
- Te ves muy feliz, Hanna.- dijo Chan Yeol notando aquella sonrisa que no se esfumaba de los labios de la chica.- Ricky te trata bien, ¿verdad?
- Claro que sí, Chan Yeol. Últimamente soy más feliz que de costumbre, solo me faltas tú.- lo miró de reojo encendiendo el auto y arrancando. – ¿Aún no piensas volver a casa?
- No lo sé. Digo, tal vez en un futuro regrese, pero no sé cuando será eso.- hablaba el pelinegro mirando hacia la derecha por la ventanilla.
Los dos se quedaron en silencio un momento. El celular del mayor comenzó a sonar y luego de ver quien lo llamaba contestó rápidamente.
- ¿Quieres decirme cuando volverás? Hanna me llamó porque tú no estabas aquí y surgieron algunos problemas en la agencia.
