Capítulo 15.

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¡¡Hola hermos@s, por fin actualizè!!

Lamento la demora, pero es que ese ChanKaiHun me traìa en chinga loka. :3 Pero aquí estoy de vuelta :D  Debido a sus comentarios desde que les comentè que no estaba segura de si terminarlo en ChanHun o KaiHun, por fin me he decidido que sea lo que estaba predestinado a hacer: ChanHun. Les comento que quedan unos tres capítulos màs aproximadamente, asì que ya vamos sobre la recta final.




El murmuro de voces a lo lejos fue lo que lo hizo despertar, sin embargo, no abrió los ojos. Agudizó el oído identificando aquellas voces: Hanna y Kai.

- Le dije que fuéramos al médico, esa tos sonaba cada vez peor y no me hizo caso. Es un terco.

No podía verla pero juraría que la escuchó sorber la nariz. ¿Acaso estaba llorando?

- Tranquila, Hanny.- decía el moreno tratando de consolarla. - El doctor dice que estará mejor con los medicamentos y el tratamiento.

- Pero deja que despierte y lo golpearé por no hacerme caso. Ésta me la paga.

Rio mentalmente. Intentó abrir sus ojos pero sintió los párpados muy pesados, la poca luz que entró en ellos lastimó sus ojos y los cerró otra vez.

- Entonces.. Dormiré de nuevo, Hanny.- dijo en voz muy baja con la voz ronca.- Quiso recordar lo que había pasado pero lo último que recordaba era estar en casa acostado en el sillón con una cobija viendo la Tv y tomando un té caliente. Aún no había visto dónde estaba, pero era obvio que no era su apartamento. Diferentes sonidos de máquinas indicaban que estaba en algún cuarto de hospital.

Sintió una cálida y suave mano atrapar la suya. - Vuelves a dormir y te vacío un vaso de agua fría, pequeño bribón.- sonrió débil ante la amenaza. - Llevas durmiendo cerca de catorce horas, tienes que despertar ya.

Después de escuchar eso último entreabrió los ojos. - ¿Catorce horas? ¿Es en serio?.- susurró. - Tengo que dejar ese trabajo, me están explotando.- bromeó.

- ¿Cómo te sientes?.- habló por primera vez el moreno. - Espero que no tan mal como te ves.

Trató de reír pero en el proceso le vino un fuerte ataque de tos. Hanna le pidió a Kai que fuera rápido por alguna enfermera, pero regresó con el doctor entrando en primer lugar.

Se Hun estaba sentado en la pequeña camilla cubriendo su boca mientras tosía. Hanna soltó su mano dejando el lugar al doctor. Éste sacó de un bolsillo de su blanca bata una jeringa e inyectó el transparente líquido en la manguerita del suero. Bastó menos de veinte segundos para que la tos fuera disminuyendo hasta desaparecer. Tomó un par de pañuelos desechables para limpiar un poco de sangre que tenía en sus labios. Aquel simple y sencillo acto bastó para que la conciencia de Kai se pusiera alerta.

- Eso puedo hacerlo yo, Doctor.- Tomó un pañuelo limpio y quitó los restos de sangre.

- Me encanta tu piercing, pero deberías considerar quitarlo mientras te recuperas.- le dijo el moreno.

- Ni lo pienses. Se quedará donde está y punto.

Baila para mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora