Baila para mi.

Capítulo 3.

La noche anterior no había dormido muy bien. Estaba nervioso y preocupado, pero al mismo tiempo emocionado y ansioso por comenzar un buen trabajo. Estaba agradecido con el pelinegro por haberle brindado esa grandiosa oportunidad que necesitaba.
Sabía que al principio sería complicado adaptarse y a hacer las cosas como le gustaban y como las querìa el director general, pero no estaría sólo; Hanna parecía una buena chica. Era amable, divertida y le había caído muy bien.

Desde temprano su nuevo jefe había estado en reuniones y llamadas telefónicas muy importantes según su nueva amiga y compañera de trabajo. Cerca de la hora de la comida sonó el teléfono de Hanna, contestó y antes de que el pudiera hablar:

- Hola mocosa. ¿Lista para ir a comer? Pasaré por ustedes en diez minutos, dile a Chan que esté listo.- dijeron y colgaron.

Observó el teléfono con el ceño fruncido, era la segunda vez en que alguien le colgaba sin darle oportunidad de preguntar más.

- ¿Qué pasa Se Hun?.- le preguntó Hanna que recién llegaba de haber ido a entregar unos documentos.

- ¿Acaso todos se han puesto a acuerdo para cortarme las llamadas?.- se quejó.

- ¿Quién era?

- Era un hombre. Habló tan rápido que no me dio oportunidad de preguntar quién era.

- ¿Que te dijo?

- Dijo que en un par de minutos pasaría por ti y el Sr. Park para ir a comer.- decía. - ¡Ah! Y te llamó mocosa.- dijo eso último disimulando una pequeña sonrisa.

La vio suspirar agachando la cabeza.

- Es Jong In. Hermano menor de Chan Yeol. Es un pesado, un odioso..

- ¿A quién le dices pesado y odioso, mocosa?.- apareció el moreno dirigiéndose a ellos.

- Cállate, no quiero pelear, me duele la cabeza.- se toco la sien del lado izquierdo y cerrò sus ojos.

Rápidamente saco de la mochila que llevaba un frasco de pastillas y se las tendió.

- Toma una de éstas. En menos de diez minutos estarás mucho mejor.- le dijo con una sonrisa en sus labios.

- Gracias. Siento como si me fuera a explotar.

Se Hun se apresuró a entregarle una taza con agua que tenía en su escritorio y la observaba mientras se tomaba la pastilla.

- ¿Quién eres tú?.- preguntó el moreno.

- ¿Ah? ¿Yo? Soy Oh Se Hun..

- Tu hermano acaba de contratarlo, me ayudará mientras encontramos un nuevo asistente para él.- mintió. Si Kai se enteraba que era coreógrafo y Chan Yeol aún no se lo contaba.. la mataría, definitivamente el mayor la mataría.

Se Hun la vio con el ceño fruncido, ella le suplicó con la mirada que no dijera nada y al parecer entendió la situación porque no dijo más. El moreno entró a la oficina del pelinegro.

- Escucha: no digas nada aún. Chan Yeol necesita hablar primero con él. Kai es muy exigente y celoso con su trabajo. Así que démosle tiempo a Chan para que hable con él, si?.- susurró.

El menor asintió entendiendo perfectamente el punto de aquella mentira.

- ¿Por qué le dijiste Kai? Creí que su nombre es Jong In.

- Y así es. Estuvo un tiempo en Los Ángeles un par de años, así lo llamaba su tutor de baile. Ahora sólo nos deja llamarlo así a Chan y a mí.

La puerta de la oficina se abrió de par en par y ambos hermanos salieron de ahí riendo por algún comentario absurdo del menor seguramente. Llegaron donde estaban ellos dos, el pelinegro pidió a Se Hun que comiera con ellos y el aceptó. Pensó que era una buena oportunidad para conocerlos a todos un poco más, además no le gustaba comer sólo.

Los cuatro salieron del edificio y fueron a un pequeño restaurant bufete que estaba en la siguiente cuadra. Se Hun y Hanna se sentaron frente al par de hermanos, Kai y Hanna fueron los primeros en ir a servirse.

- Acaso, ¿Está incómodo con nosotros, Sr. Oh ?

- No, para nada. ¿Por qué no le ha dicho a su hermano que me contrató?.- preguntó directamente. - Yo sólo no quiero tener problemas con él ni con nadie Sr. Park.

- Y no los tendrá. Hoy mismo trataré de hablar con él.

Luego de que llegaron el moreno y la joven, fueron Chan Yeol y el menor. Mientras comían, el mayor de todos fue consciente de la manera en que comía Se Hun, comía realmente poco, incluso menos que Kai y eso ya era bastante. Cayó en la cuenta de que ambos eran coreógrafos y ambos comían realmente poco, ¿acaso así eran todos los coreógrafos o personas que se dedicaban al baile?

No supo en que momento de quedó observándolo como idiota, hasta que fue consciente de que el menor lo miraba con una sonrisa disimulada y hacia un gesto para que siguiera comiendo.

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Las cosas no salieron según lo planeado al pelinegro. Kai saldría inesperadamente por cuestiones de su trabajo por unas semanas, así que aún no había podido hablar con él sobre Se Hun. Durante los primeros días, el menor armó dos coreografías para diferentes clientes de la disquera quedando contentos con su trabajo y felicitando a Chan Yeol por haber contratado tan buen bailarín y coreógrafo a pesar de ser tan joven.

Llegaba a término de su día de trabajo e iba a despedirse de Hanna cuando:

- ¡Se Hun!.- lo llamó y éste se acercó a ella. - Necesito un trago, ¿Quieres acompañarme? Iremos a un bar tranquilo. Tú puedes escoger el lugar. Por favor..- suplicó lindamente.

Hanna lo miraba de manera en que nadie podía decirle no a nada que ella pidiera.

- Claro. Yo también necesito una cerveza, conozco un lugar, que aunque no es tan tranquilo, sé que te gustará. Vamos.- le dijo sonriendo.

Hanna devolvió su sonrisa y tomó su bolso. Salió de detrás de su escritorio y llegando a su lado sujetó su brazo. Habían dado tres pasos si acaso cuando escucharon una gruesa voz.

- ¿A dónde van? Hanna, ¿Acaso te marchabas sin avisar?

- Chan Yeol.. Yo.. Se Hun me pidió que lo acompañara a comprar algunas cosas que necesita.

El mayor la miró incrédulo y arqueando una ceja le dijo:

- Eres tan mala mintiendo. Sabes que no puedes mentirme Hanny.

La joven resignada reconocía que tenía que decirle la verdad. No le gustaba mentir y menos a Chan Yeol o Kai. Ellos dos eran las personas más importantes en su vida, siempre estaban ahí para ella y hacia lo que estuviera a su alcance para verlos felices y ayudarlos en lo que pudiera.

- Lo sé.- suspiró. – Iremos a beber un trago. ¿Quieres acompañarnos?.- sonrió.

Chan Yeol metió la mano en la bolsa del pantalón y sacó las llaves de su auto sacudiéndolas frente a él.

- Vámonos de una vez. 

Gracias a las preciosas que me leen, votan y dejan sus comentarios (que me encanta leer *-*) en cada cap. de la historia.

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