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Era de esperarse. Con el dinero y por la forma en que trabaja aquella familia, era justo y obvio que tuviera aquella enorme casa. El frente de esta consistía en una reja de color gris oscuro al inicio de la propiedad. Al entrar, al fondo estaba la cochera y a la izquierda se encontraba la casa de color blanco y tonos acerados.
Se Hun bajó del coche después de Hanna. Vio al pelinegro bajar e ir a la parte trasera para sacar las bolsas; sabía que no podría él solo con todo y fue a ayudarle. Los dos chicos entraron detrás de ella; Se Hun seguía automáticamente al mayor y un minuto después entraron a la cocina dejando las bolsas sobre la barra que la separaba del comedor.
Miró a su alrededor y no vio a Hanna ahí, se sentía incómodo al estar a solas con el pelinegro.
- ¿Quieres una cerveza?.- escuchó.
- Sí, por favor.
El mayor fue hacia el refrigerador y sacó una botella de vidrio color ámbar.
- Aquí tienes.- y se la tendió después de abrirla.
- Gracias.
Para el pelinegro también parecía estar resultándole tensa la situación, parecía querer entablar una plática pero no sabía sobre qué hablar y queriendo ayudar él también habló:
- Jong In y yo casi tenemos lista una coreografía. Deberías pasarte por el salón de ensayo y ver lo que hemos estado preparando.
Vio a Chan Yeol entreabrir su boca para responderle pero no llegó a escuchar su voz.
- ¡Se Hun!¡Pensé que la pequeña ardilla rabiosa estaba mintiendo acerca de que estabas aquí!.- escuchó que alguien gritaba cerca de su oído mientras lo abrazaba desde atrás por el cuello.
Colocó sus delgadas manos sobre las del moreno e hizo que lo soltara suavemente. Se giró hacia este y le dio un rápido beso en la mejilla.
- ¿por qué habría de mentirte?.- quiso saber.
- En venganza por alguna cosa que le he hecho.., y porque nunca has visitado nuestra casa.
- Tal vez sea porque nunca me habían invitado.- dijo sarcástico. – Pero gracias a tu hermano y a Hanna, estoy aquí.- sonrió.
- Tienes que conocer toda la casa.- lo tomó de la mano y lo jaló caminando hacia fuera de la cocina.
Un rato después el par de chicos salieron al jardín trasero de la casa. Ahí estaban Chan Yeol, que parecía estar molesto por algo mientras asaba la carne, y Hanna bebía una cerveza sentada en el pasto bajo la sombra del gran árbol.
