Capítulo 17.

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Amaba el frío, pero lo que sentía en esos momentos no era broma. Los dedos de manos y pies los sentía entumecidos a causa de las bajas temperaturas, tuvo hacer un poco más de calentamiento para poder moverse tal y como lo necesitaba.

A cuatro meses de que terminara su primer año en la Academia Internacional de Ballet de Salzburgo en Australia, la compañía del Instituto comunicó sobre un evento en el Festival de Viena llamado ImPuls Tanz, delante de importantes personas en el ámbito de la danza y el canto.

Este Festival, miles de bailarines profesionales, coreógrafos, profesores y estudiantes de todo el mundo convertían Viena en la capital del mundo de la danza mostrando 40 producciones durante un mes entero.


Durante esos cuatro meses se esforzó, practicó y ensayó como pocos lo hicieron, logrando estar entre los favoritos para representar aquel evento. Con todo eso, adelgazó cerca de ocho kilos, su rostro lucía mucho más alargado y delgado, sus rosados pómulos resaltaban aún más en su blanca piel; la línea de sus hombros parecía más ancha que de costumbre haciéndolo ver mucho más alto.


La presentación fue todo un éxito, llegando a mencionarlos en los medios locales. Después de eso, algunas compañías de danza y ballet nacionales comenzaron a buscarlo para que colaborara con ellos. Estuvo en algunas obras sin tener ningún papel protagónico, pero eso no fue impedimento para seguir haciendo lo que más amaba en el mundo: Bailar. Participando en distintos papeles, distintas obras y trabajando con distintos directores de escena y conociendo laboralmente personas importantes en su carrera.



Después algunas presentaciones más, tuvo su primer protagónico, y conoció a Lucy, quien fue su pareja aquella vez. Lucy venía de Nueva York. Era una chica vivaz, alegre, extrovertida, muy inteligente, buena bailarina y sobre todo una buena amiga que se preocupaba por él. Ella le enseñó y ayudó a practicar el inglés, logrando hablarlo mucho más fluido ahora.

- Recibes más flores que yo. Necesito ganarme tus fans y me envíen a mí las flores que son para ti.- dijo ella después de que una persona del staff dejará varios arreglos florales y algunos ramos enormes de preciosas flores de todos los colores.

Se Hun se puso de pie buscando dos jarrones colocándolos sobre el tocador. Fue por los dos ramos más grandes que había ahí y con cuidado metió las flores con agua en éstos.

- ¿Qué hace tan especiales son esas flores como para que sean las únicas que pones en agua?.- preguntó curiosa. - ¿Quién las envía?

- La verdad es que no lo sé.- dijo el chico yendo por el primer ramo. - Primero comenzó a llegar éste con flores blancas y amarillas; un par de meses después el de flores rojas y blancas. Las flores cambian, pero el color nunca.- luego fue por el segundo ramo.

Baila para mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora