Capítulo 74
ADVERTENCIA: Contiene escenas subidas de tono, si lo lees es bajo vuestra responsabilidad, no me hago responsable.
La cerró a con una patada. Seguía teniendo sus manos en mi culo, mientras que las mías estaban entretenidas entrelazándose con su corto pelo. Poco a poco, me fue soltando hasta que quedamos en el suelo. Se separó de mi, a pesar de que yo no quería y me miró.
-Ven, quiero enseñarte algo. -Dijo mientras me arrastraba hacia dentro de la habitación-
Suspiré.
-¿Porque vuelves a pararte? -Pregunté-
Álvaro solo me miró, abrió un cajón y sacó un pañuelo, me lo ató, tapándome los ojos.
-¿Que haces Álvaro? -Dije un poco asustada. No me gusta nada que me vende los ojos--Quiero probar una cosa -Dijo mientras besaba mi cuello--Dios... ¿Y no lo puedes probar sin que tenga los ojos tapados? Esto me pone muy nerviosa.-Nope, así es más excitante. ¿No crees? -Dijo mientras mordía mi labio--Claro, muy excitante -Notese la ironía- Tener los ojos vendados y depender de tu novio, que vete tu a saber que hará. ¡Super excitante!-Eres una quejica. ¡Deja de quejarte! -Gruñó--Odio cuando te pones así...-Oh, vamos. Si te va a gustar.
Álvaro introdujo sus manos por debajo de mi ropa, acariciando mi espalda, mientras me besaba. Lentamente sacó mi abrigo y sus manos recorrían mi espalda, sacó lentamente la camiseta, y dejaba besos por todos lados. .
-¿Pero se puede saber que estás haciendo? Esto me esta poniendo nerviosa.-Shhhh, estate callada, o me vas a obligar a ponerte algo en la boca para que no hables.
Oh dios mio. Tenía que decir que, cuando hablaba así, me ponía y mucho. "Cause your sex takes me to paradise" Susurró en mi oído mientras metía su mano por dentro de mi pantalón. Vale, si. Sabía de sus intenciones desde un principio. ¡Por dios, esto es una puta tortura! ¿Como puede hacerme esto mientras tengo los ojos cerrados? Y lo que más me sorprende es que, este juego, me excitaba. ¡Estaría mejor montándonoslo en el puñetero ascensor!Mientras su boca estaba entretenida mordiendo y dejando marcas en mi cuello, sus manos estaban entretenidas desabrochando mi pantalón. Lo bajó lentamente, sus yemas paseaban por mis piernas y mi piel automáticamente se puso de gallina. Dios, adoraba que hiciera eso. Automáticamente me saqué las vans, mientras Álvaro dejó de besarme para sacarme los pantalones.
-Lo has echo a propósito -Murmuró Álvaro--¿El que?-Ponerte esa ropa interior.-¿Tu crees?-Vamos, no te quieras hacer la interesante -Dijo mientras mordía y besaba mis piernas- Sabes que me encanta la ropa interior de encaje y mucho más me gusta cuando estas tu en ella. Te ves realemnte sexy y... buuuuuuuf -Mordió mi pierna--¡Hay Álvaro! -Me quejé--Me pones tanto con estos culottes... Deberían prohibirlos. Son realmente tóxicos. -Solté una carcajada- ¿De que te ríes?-De nada... Simplemente me imagino tu cara en estos momentos -Saqué la lengua-
No noté a Álvaro tocar mi cuerpo. ¿Donde estaría? No hay ruido, no se escucha nada. Encima, me acaba de atar las manos. Oh dios mio, juro tomar venganza por esto!
-¿Álvaro? -Pregunté temerosa--Dime.-¿Que estás haciendo? Me frustra no ver nada. -Dije enfadada--Me encanta cuando te enfadas, eres toda una gatita -Mordió mi oreja-
Álvaro me pegó completamente a él, se había sacado la ropa y solo estaba en bóxer. Sacó mi sujetador, y bajó lentamente mis culottes, mientras lamía y mordía mi cuerpo. Poco a poco, me fue llevando a no se donde, hasta que tropecé y caí en una cama. Álvaro separó mis piernas y empezó a juguetear con mi clítoris. Odiaba que hiciera eso, bueno, no, no lo odiaba, pero me incomodaba. Mientras lo lamía, introdujo un dedo en mi y no pude evitar soltar un gruñido. Esto me recordaba a aquel día en la piscina, en Mallorca. Me encontraba indefensa y el hacia lo que quería conmigo.
-Oh dios -Suspiré- Como sigas así yo... aggg -Gruñí-
Arqueé mi espalda, lo sentía, venía y Álvaro lo notaba. Intenté soltarme, necesitaba agarrarme a algún sitio, pero el capullo de Álvaro había atado bien mis manos, no podía soltarme y encima las estaba autoplastando. De repente paró. Se apartó. ¿Que coño hacía?
-¿Se puede saber que haces? -Dije enfadándome--¿Que pasa Míriam? ¿Quieres más?-Si.-¿Y si te dejo así?-¿No decías que era mi cumpleaños y me tenías que complacer? ¿A que coño esperas? -Si, vale, me había enfadado--No quiero que te corras ahora. -Soltó una pequeña carcajada- No de momento pequeña. Vas a tener que aguantar las ganas.-No seas capullo Álvaro.-No lo soy.
Me levantó de la cama. ¿Se puede saber que clase de tortura iba a someterme? Empezó a arrastrarme a no se donde, vete tu a saber. Rodeó mi cintura con sus brazos, mientras me dejaba besos en mi hombro. Paró de caminar bruscamente y soltó una pequeña carcajada. ¿Que coño...?
-Sube las escaleras con cuidado -Susurró en mi oreja--Álvaro, esto no tiene gracia... Me da la sensación que me vas a tirar por el balcón -Bromeé--Nah, no soy tan malo, amor.-No quiero subir... Oh, vamos... ¿No puedes limitarte a acabar tu faena? -Mordió mi hombro como respuesta- ¡Auch!-Quejica... sube las escaleras.-¿Y si no quiero?-Pues te obligaré. Tu misma, por las buenas o por las malas. -Giré un poco la cabeza y suspiré--Esta bien.
Subí esos escalones que, vete tu a saber donde me llevaban. No se cuando y no se como, Álvaro se encontraba delante mío, ayudándome a... ¿Bajar? Oye, esto de tener los ojos cerrados no me mola. Definitivamente no.Noté agua. ¿Agua?
-¿Agua? -Murmuré- Dios mio, Álvaro... ¿Se puede saber donde estamos?-Ten un poco de imaginación... ¿Donde podrías estar? Hay burbujas, el agua está caliente... -Me mordí el labio. No podía ser--Un día de estos, me vas a matar.-Si, bueno... -Rió- Si me permite señorita, voy a seguir.
Álvaro me cogió de la cintura y empezó a besarme. Esos besos provocaban calores en mi interior. Toqueteaba todo lo intocable de mi cuerpo, mordía mi labio inferior con deseo. ¡Que acabe ya esta tortura por favor! Fue bajando poco a poco, hasta que quedé sentada a horcajadas encima suyo.
-Desatame -Susurré--No.-Vamos... -Le di un pico- Por favor. -Dije mientras me movía, frotando nuestros sexos- Por favor. -Volví a hacerlo--He dicho que no. -Gruñó--Venga...-No insistas. -Susurró en mi oreja- Hoy eres mía y voy a hacer contigo lo que me plazca.-No digas eso -Susurré- y no lo digas con ese tono... -Mordí mi labio--¿Porque?-Me excita.
Álvaro apoyó su cara en mi hombro y sonrió. Me deja sentada, recorre mis piernas con sus manos, hasta llegar a mi entre pierna. Gimo. No puedo evitar echar la cabeza hacia atrás. Un día de estos me mata. Vuelve a hacer lo mismo que antes, vuelve a introducir sus dedos dentro de mi. Dios bendito. A mi me mata.No se como, no se cuando, pero vuelvo a estar a horcajadas. Nuestros labios no se separan ni para coger aire. Lentamente, se introduce dentro de mi, provocando que suspire. Por fin, le tengo dentro de mi. Mis manos siguen atadas, necesito tocarle, sentirle... Agarra mis caderas, para ayudarme a unirme a ese vaivén tan esperado. Apoyo mi cabeza en su hombro, mientras le gimo en la oreja o le muerdo el cuello. Álvaro susurra barbaridades. Si, vale, ok. Me voy a volver loca como siga así. Sin dejar de movernos, Álvaro desató mis manos. Oh, por fin. Froté mis muñecas. Esperé a que me desatara los ojos, pero no lo hizo y tampoco quise hacerlos. Puse las manos en su pecho, y las frotaba contra él, dirigí mis labios a su cuello, mientras subía mis manos hacia su pelo. Anhelaba poder hacer eso, necesitaba hacerlo. Álvaro subió lentamente sus manos por mi espalda, acarició lentamente mi pelo y dejó caer el pañuelo. Este quedó en mi cuello y por fin, pude mirarle. Sonreí como una tonta. Besé su mejilla, besé su nariz, besé sus labios.
Nos quedamos dentro del agua, abrazados. Álvaro recorría con la yema de sus dedos mi brazo, haciéndome cosquillas. Golpearon la puerta, Álvaro salió del jacuzzi, se enroscó una toalla en la cintura y fue a abrir. Llegó con un carrito lleno de comida y con una botella de cava con dos copas. Cogió una de las bandejas y la dejó en la superficie plana del jacuzzi. Volvió al carrito y cogió la botella de cava. Volvió a meterse, la abrió y nos sirvió.
-Feliz cumpleaños amor. -Dijo mientras besaba mis labios--Gracias por el día de hoy, corazón. -Le miré- Realmente, está siendo especial -Sonreí--Me alegra de que lo estés pasando bien. ¿Tienes hambre? -Dijo mientras sacaba lo que tapaba la bandeja--Oh, muuuucha. -Me sonrojé--Te ves preciosa cuando te sonrojas. Anda, ven aquí que estoy hambriento -Dijo mientras cogía mi mano.
Hola amores!!!
Nuevo capítulo!! Espero que os haya gustado. Y espero vuestros votos y comentarios.
Gracias por leer y comentar.
Besos, María.
PD: si para esta noche tengo 10 comentarios, subiré otro capítulo!! Cada vez queda menos!!
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Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - Álvaro
Fanfic{Novela Terminada} Hola, yo soy Míriam, tengo 18 años, soy morena con las puntas tintadas de rojo. Todo el mundo lleva las californianas esas, pero a mi no me gusta ser una más del montón, siempre me ha gustado ir a mi rollo. Mi mejor amiga se llama...