Capítulo 14 - Segunda Temporada

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Capítulo 14 - Segunda Temporada 


POV MÍRIAM.


El viernes llegó, y tal como llegó, se fue.Tan solo faltaban cinco minutos para las nueve y aún me quedaba recogerme el pelo. Después de tanto drama en que ponerme, opté por un vestido negro, largo, de media manga y con un escote decente.Leire hoy no estaba muy fina, no dejaba de llorar cada dos por tres y, lloraba aún más cuando la dejaba en el moisés.El timbre sonó. Oh, dios, salvación. Corrí hacia la puerta y la abrí. Allí estaba él, con su barba de siempre, con su camisa negra con las mangas remangadas hasta el codo y los dos primeros botones desabrochados y llevaba puestos sus pantalones vaqueros.-Suerte que llegas. La niña no ha dejado de llorar en todo el día y solo falta peinarme. ¿Puedes cogerla un momento y acabo de arreglarme?-Claro -Sonrió-Besé su mejilla como agradecimiento y subí corriendo las escaleras. Me senté en mi tocador y empecé a hacerle el moño con mucha paciencia. Cuando lo tuve listo, me eché un poco de colonia, me calcé en mis tacones y puse lo esencial en el bolso de mano.-Ya estoy. ¿Nos vamos?Él asintió. Se levantó del sofá y dejó a la niña en el carro y salió hacia afuera con ella. Cerré la casa con llave y nos dirigimos hacia su coche. Mientras yo plegaba el carrito, él se encargaba de poner bien la sillita en el asiento de atrás.Llegamos a un bloque de pisos, Álvaro metió el carrito con cuidado dentro del ascensor y picó al segundo piso.-¿Enserio no tenéis problemas por quedaros con la pequeña? -Preguntó Álvaro por tercera vez desde que habían abierto la puerta--Que no pesado. -Dijo el chico rubio- nosotros nos encargamos de todo, si pasa algo, ya llamaremos.-Está bien.-Disfruten de la noche -Dijo la chica morena-Ambos asentimos. Álvaro cogió de mi mano y entrelazó sus dedos con los míos.-¿A donde vamos?-Arriba.Le miré interrogante. ¿A que se refería con ir arriba?Entramos en el ascensor y él picó el último botón. Cuando llegamos, se colocó detrás de mi y tapó mis ojos con sus manos.-Cierra los ojos -susurró- no intentes ver nada, si no, no será una sorpresa.Dejó un beso en mi cuello. Escuché como una puerta se abría y me empujó con cuidado para que avanzara.-Voy a destaparte los ojos, cuando te diga, abre los ojos. ¿De acuerdo? -Asentí-Poco a poco, sentí como sus manos se alejaban de mis ojos. Estos aún estaban cerrados.Sus manos se posaron en mis caderas, acercándome a él.-Puedes abrirlos, princesa. -susurró en mi oreja-Abrí lentamente los ojos. Quedé realmente sorprendida.El lugar era muy espacioso. Habían pétalos de rosas esparcidos por el suelo. Había un colchón en el suelo, con una manta cubriéndola, también llena de pétalos. A su lado, había una pequeña mesa con dos velas en el centro y un par de cojines en el suelo.-Álvaro... esto es hermoso. -Me giré a mirarlo--¿Te gusta?-Me gusta. -Sonreí y besé su mejilla--Pues espero que te guste la comida que he echo.-¿Has cocinado tu? -arqueé una ceja--Sip, pero no te esperes que sea algo del otro mundo.Él me indicó que me sentase en el suelo. Desapareció unos segundos, para volver con una placa de cristal. La dejó encima de la mesa y le miré curiosa.-¿Has hecho espaguetis para nuestra cita? -levanté una ceja divertida--Es lo único que se hacer. -Agachó la cabeza--Que tierno. -puse mi mano sobre la suya- seguro que están buenos.-Eso espero.*-¿Entonces dices que casi me echo a llorar porque te arañé la espalda? -Sentí como mis mejillas ardian--Sip, te pusise muy roja como ahora. Cuando los chicos se dieron cuenta, empezaron a molestarte y tu solo escondiste la cabeza en mi cuello. Justo como ahora.Solté una pequeña carcajada.-Me da muchísima rabia no recordar nada. -hice una mueca contra su cuello--Poco a poco todo llegará. ¿Si?-Ajam... cuéntame algo más.-¿Que quieres que te cuente? -Preguntó mientras acariciaba mi pelo--Mmm, ¿como me pediste que me casara contigo?-Ems, si, me acuerdo. -soltó una risita- fue el día de tu cumpleaños. -dijo mientras seguía acariciando mi pelo- esperé a que todos te dieran los regalos, entonces, simplemente me arrodillé, te solté el verso y aceptaste.-¿Te acuerdas de lo que me dijiste?-Si-¿Podrías repetirmelas? -le miré y el asintió--¿Sabes que te quiero verdad? Eres el amor de mi vida Míriam, quiero pasar cada minuto, cada segundo a tu lado. Quiero hacerme mayor y envejecer contigo. Quiero ser yo quien despierte a tu lado todos los días, quiero ser yo quien te despierte, quiero ser yo quien te ame, quien te haga reír... Quiero ser tu último. Se que hemos tenido problemas -Se acercó a mi- Todos por mi culpa, y, estoy muy arrepentido de ellos. Te has alejado de mi, te has ido de mi lado, sentí que te perdía, sentí que ya no te tendría a mi lado. -Suspiró y me miró- Es cierto todo eso de que te das cuenta cuando vale una persona para ti una vez que la pierdes. Daría mi vida por ti, sin importar el resto.Por un momento, sentí un leve mareo, una opresión en el pecho. Si. Recordaba esas palabras. Ese momento.-Una cosa, antes de iros. -Dijo Álvaro llamando la atención de todos- Bueno... eh... todavía falta mi regalo -Dijo mientras se sonrojaba--¿Te acabas de sonrojar? -Pregunté- No me lo puedo creer.-Si bueno... eh... -Carraspeó- A ver, se que es un poco precipitado. ¿Sabes que te quiero verdad? -Asentí- Bueno, pues.. Yo quería decirte que... Eres el amor de mi vida Míriam, quiero pasar cada minuto, cada segundo a tu lado. Quiero hacerme mayor y envejecer contigo. Quiero ser yo quien despierte a tu lado todos los días, quiero ser yo quien te despierte, quiero ser yo quien te ame, quien te haga reír... Quiero ser tu último. Se que hemos tenido problemas -Se acercó a mi- Todos por mi culpa, y, estoy muy arrepentido de ellos. Te has alejado de mi, te has ido de mi lado, sentí que te perdía, sentí que ya no te tendría a mi lado. -Suspiró y me miró- Es cierto todo eso de que te das cuenta cuando vale una persona para ti una vez que la pierdes. Daría mi vida por ti, sin importar el resto.-Vete al grano Álvaro, estamos ansiosos -Dijo Carlos--Como siempre, rompiendo el momento bonito, eres un palurdo -Dijo Dani y le pegó una colleja. Todos reímos-Álvaro se levantó un poco los pantalones, se agachó apoyando todo el peso en una pierna, con una mano cogió mi mano y con la otra se la metió en el bolsillo, sacando una pequeña caja azul oscura de terciopelo. Oh dios mio. Dime que no es lo que creo que es. Miré a Marta y esta estaba abrazada con Hugo, mirándonos demasiado... ¿Emocionada? Volví a mirar a Álvaro, abrió la caja y dejó ver un precioso anillo con un diamante chiquitillo. Dios, creo que me voy a caer, me voy a desmayar. Me flaquean las piernas.-Míriam... -Dijo mientras sacaba el anillo- ¿Quieres casarte conmigo?Me miró a los ojos, lentamente se levantó. No sabía que hacer, ni que decir. ¡Pero di algo tonta! ¿Que hago? ¿Que digo? ¿Quiero casarme? Si, claro que quiero, pero no todavía, no quiero que me mal interprete, pero yo ahora no quiero casarme... Tengo que acabar la universidad... Dios, porque estás quieta. Tienes la mirada de todos, incluso la de él encima tuya y no dices nada.Le miré y, una sonrisilla tonta se me escapó, seguida de un par de lágrimas.-Si -Susurré--¿Que has dicho? -Preguntó mi abuela y la fulmine--Si, si, si. -Me eché encima de él- Claro que quiero. -Le besé--¿Princesa? ¿Princesa, te encuentras bien? ¿Me escuchas? -me zarandeó--Yo... yo..-Ey, ey. -llamó mi atención- te sangra la nariz.Se separó de mi, levantándose del colchón a por unos pañuelos de papel. Limpió con cuidado la sangre que caía de mi nariz.-¿Estas bien?-Lo recuerdo Álvaro.Él me miró extrañado.-¿Que recuerdas princesa?-Recuerdo como... como me pediste que me casara contigo. -sentí como un par de lágrimas caían por mis mejillas- lo recuerdo Álvaro.Me estrujó contra su pecho. Empezó a repartir besos por toda mi cara, acabando en mis labios.No tardé en responder el beso. Me acomodé encima de él, poniendo cada pierna a un lado, quedando a horcajadas. Sus manos recorrieron mi espalda y se quedaron en mis caderas. Rodeé su cuello con mis brazos y entrelacé mis manos con su pelo, tirando de el levemente. Álvaro soltó un jadeo sobre mis labios.Poco a poco, me acostó en esa cama, encima de los pétalos. Sus manos bajaron hasta mis muslos y poco a poco, subió mi vestido hasta mi cadera, y su mano se quedó en mi culo. Lo apretó, haciendo que mi cuerpo se levantase para querer estar aún más cerca de él. Tan cerca que, no entendía, porque me asustaba.-Para... para, por favor. -Dije mientras me separaba de él-Álvaro se separó de mi, y arrugó las cejas.-¿Que pasa?-Yo.. Yo... todo esto... creo que... -me quedé callada--Princesa, ¿estas bien?Temblé, cuando tocó mi mejilla como si esta se fuera a romper.-Siento que vamos demasiado rápido. -Solté- se que lo que pasó el otro día. Se que, puedo parecer una desesperada en busca de sexo, pero... esto va demasiado rápido. Quiero decir, yo no se si soy así, o si no soy así. Pero, realmente, no me siento preparada pera esto. ¡Es que ni siquiera yo me entiendo! -Alcé la voz--Eh, eh... tranquila. -Me acurrucó contra su pecho- Yo no tengo prisa. Olvida lo del otro día. Te dije que si iba a carecer de sexo, lo carecería, solo para volver a conquistarte. Realmente me importa poco el sexo.-Pero se que abra algún día que lo necesites y tengo miedo de que puedas recurrir a otra persona. -Suspiré--No lo haré. -acarició mi mejilla--¿Como puedes estar tan seguro?-He cometido muchos errores contigo en esta relación. No pienso cometer ninguno mas. Quiero estar contigo, solamente contigo, y si eso implica que no vamos a hacer el amor, pues... no haremos el amor. Mi prioridad es que tu estés bien, y que logres recordarme. Quiero que me quieras igual como te quiero yo. Quiero que logres recordar todo lo que hemos pasado juntos. Como ya te he dicho, quiero envejecer contigo.



Hola amores!!

Aquí esta el siguiente!! Espero que os haya gustado. Tengo que deciros que cada vez queda menos, muy poquitos. Esto se acaba :(

Espero vuestros comentarios y votos.

Gracias por leer.

Besos, María.


Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - ÁlvaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora