Capítulo 18

658 37 6
                                    

Capítulo 18:

Estuvimos apunto de entrar al supermercado, pero Carlos se quedó embobado. ¿Haia donde miraba? 

[Narra Carlos] 


Me acababa de enamorar. ¿Enamorado a primera vista, yo? ¡Que raro!. Era una chica. Estaba sola en el parque que estaba delante del supermercado. Era morena, con reflejos rubios, supongo que naturales, tenía una hermosa sonrisa y los ojos... no lo se porqué llevaba gafas de sol. Supongo que estaría con su hermano pequeño. No paraba de reír, que adorable. 


- ¿Carlos? - Preguntó Mimi - 
- ¿Que? 
- No me escuchas - Se cruzó de brazos - ¿Que te he dicho?
- No lo se Mimi, lo siento. Es que me he embobado. 
- Ya lo se ya, te he dicho que me des la lista de la compra, mientras tu te vas a hablar con esa chiquilla. 
- ¿Cómo lo sabes?
- Carlos, soy mujer, no soy tonta. Anda, dámela y ves. Nos encontramos dento ¿Vale? No tardes. 


Le dí la lista de la compra a Mimi. La verdad es que era la mejor chica que podía haber conocido Álvaro. Suspiré para mis adentros. ¿Porque te pones nervioso Carlos? Volví a suspirar y partí rumbo hacia ella. Me planté a su lado y la chica se me quedó mirando. 


- Tu eres Carlos, de Auryn. ¿Verdad? - Dijo la chica levantándose - 
- Si. 
- Un placer. Yo soy Andrea - Dijo muy armoniosa - 
- Un placer Andrea. 


Era preciosa. Iba vestida con unos shorts verdes, una camiseta de tirantes blanca y unas converse de caña baja. Andrea se sacó las gafas. ¡Que ojos más bonitos! No podía parar de sonreír, parecía un bobo. 


- Me encantan vuestras canciones - Dijo Andrea sacándome de mis pensamientos - 
- ¿A si? - Asintió - 
- Si, se puede decir que, soy sobrerita - Sonrió - Me encantas mucho. 
- Oh, muchas gracias preciosa - Sonreí - ¿Te apetece quedar algún día de estos?
- ¿Porque no? Me parece bien - Dijo sonriendo - 
- Tata, vamonos. Estoy muy cansado - Dijo un crío que a penas llegaba a los cinco años -
- Ya nos vamos Pablo. Un momento - Me miró y me dio su móvil - Apunta aquí tu numero y te llamo un día de estos que este libre. ¿Vale? 


Ella toma la iniciativa. Me gusta. 

- Toma - Le devolví el móvil - 
- Encantada de conocerte, sombrerito. 
- De nada 
- ¡Ah! Por cierto. ¿Nos podemos hacer una foto? - Asentí -


Volvió a sacar el móvil de su bolsillo y nos hicimos una foto. Ella me miró y sonrió. Me quedé perdido en sus ojos.. esos ojos verdes con un toque de color miel.. Pocos había visto así, creo. No me suelo fijar mucho en los ojos la verdad, pero los suyos... 


- Bueno, yo me tengo que ir. 
- ¿Y no me pasas la foto? - Dije y negó - ¿Porque?
- Porque si te la paso, tendrás mi número y me llamarás, y no quiero que me llames. - Me guiño el ojo - La subiré en twitter y a ver si te acuerdas de mi. Si no te acuerdas, no te llamare. 


Esta chica me volvía loco. Me dio dos besos y se fue. Me quedé mirando como se iba. Esta chica me volvía completamente loco. Me fui del parque y entré en el supermercado. ¿Por donde estaría Míriam? La busqué por todo el supermercado, hasta que la encontré, estaba en la sección del colacao. ¡Como no se me pudo ocurrir antes! 


- Hola Mimi. 
- ¡Ah! Hola Carlos. ¿Como ha ido? - Dijo mirándome - 
- Bien. 
- ¿Has conseguido su número? - Dijo metiendo el colacao en el carro y negué - ¿Como que no? ¿Se ha negado?
- No. Le he dado yo el mío. 
- ¿ Y eso ?
- Me dijo que le apuntase mi número, y que ella me llamaría cuando pudiera. Me he echo una foto con ella, pero con su móvil, me ha dicho no me la pasa porque después tendría su número y yo la llamaría para quedar y ella no quiere que le llame 
- Me cae bien esa chica - Reí - ¿Entonces que pasa? 
- Pues, me dijo que la subiría en Twitter, y que espera que la reconozca, que si no le contesto o no me acuerdo de ella, no me piensa llamar. 
- Esa chica los tiene bien puestos ¡eh! - Asentí - Pues más vale que te acuerdes de ella. 
- Y me voy a acordar - Reí - Es imposible olvidarla. 
- ¿Gritó o algo cuando te vió? 
- No, estuvo todo el rato super serena.
- Esa chica merece la pena - Dijo mientras metía otro bote de colacao en el carrito - 
- No digas nada de esto a los chicos. ¿Vale? No hasta que ella me llame - Asintió -
- Confía en mi rubiales. No voy a decir nada - Me besó en la mejilla - Vamos a pagar anda. ¡Quiero sentarme!

Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - ÁlvaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora