Los Viajeros

Capitulo# 9 "Los Cazadores"

En el segundo día, los chicos se detuvieron para recoger gasolina, en una vieja tienda ubicada en medio de la nada, un gran rotulo agujerado, ventanas rotas y forzadas con tablones de madera, pintura gris desgastada caracterizaba el lugar, además de montañas de escombros y carros abandonados en lo que era el estacionamiento de la tienda, el primer guardia se dirigió directamente hacia algunos de los chicos, les había dado algunas de sus armas, el chofer dividió a los chicos en grupos para la búsqueda de suministros, Elián junto con Brian y Sein. Se dirigieron hacia la estación, las chicas se quedaron para proteger el autobús, Samuel quedo como centinela junto al chofer, cuando los tres jóvenes ingresaron, el sitio apestaba a muerte, a destrucción, un aroma que se podía notar en kilómetros y estaba en cualquier trayecto de la carretera, Sein fue el primero en ingresar, la puerta rota por el tiempo dio un fuerte chirrido y el vacío de la oscuridad surgió, Sein fue consumido por la oscuridad total, Brian siguió, el chico estaba aterrorizado de encontrar un Cuackers entre los estantes y que se lo comiera vivo, el Extraño le había contado a Elián que tenía pesadillas sobre los Cuackers lleno de sangre que le sacaba sus intestinos mientras que veía a sus amigos morir, Brian abrazo al vacío y despareció, Elián entro poco después, se había puesto un objetivo en su mente buscar provisiones y salir lo más rápido posible, sus ojos fueron invadidos por el mismo vacío oscuro.

Pero después los ojos del Elián se despejó y observo algunas alacenas destruidas y otras simplemente apenas se sostenían, las viejas latas que colgaban debido a las tormentas y los enormes huecos del techo creaban un ambiente siniestro, aunque iluminaban ciertas partes del lugar, enormes cortinas de plástico que funcionaba como parches en los agujeros de las paredes, pero muchas estaban tiradas o rasgadas, los chicos se separaron para ampliar la búsqueda, Elián nunca se había quedado tanto tiempo solo, caminaba empuñando el amuleto de Isabela en su garganta, observo a los chicos desparecer entre las paredes colapsadas pero se tranquilizó al ver que estaba seguros, voltio después de haber caminado por un pasillo vacío y recto, al girar por el pasillo número siete contempló extraños grafitis en las paredes, sus ojos examinaron el mismo símbolo que encontró en la moneda de Isabela, pero el dibujo estaba desgastada y sin color, también destaco algunas letras de color rojo al otro lado de la pared, Elián extendió sus manos y sacudió el polvo para leer bien "DESERTEN", su cuerpo se cubrió de miedo y retrocedió, como si hubiera visto un fantasma, corrió a buscar a sus amigos para enseñarle el mensaje de muerte, pensó que era alguna advertencia, Elián le había dicho a sus amigos que la gente amarilla no era de confiar, el grupo se habían propuesto escapar, pero era una mala idea hacerlo ahora, se encontraban en medio de la nada y no sabían dónde quedaba la ciudadela, el único que tenía las coordenadas era el chofer, así que decidieron no hacer nada hasta llegar seguros.

Elián llego agitado hacia sus amigos, primero se encontró con Sein que estaba barriendo el polvo de las arsenales, buscando alguna señal de comida, y por último llamo al Extraño, el grito de alerta asusto a Brian que se encontraba en la parte trasera de la tienda ambos chicos tranquilizaron a Elián.

-Elián tranquilo... ¿qué pasa?-pregunto Brian extendiéndose pacíficamente hacia su amigo, Elián señalo la pared que estaba a veinte metros de ellos, los tres contemplaron los grafitis y el mensaje que había alterado al chico sin nombre.

-Elián, talvez es alguien que quiere hacernos una broma-exclamo Sein, con inteligencia, Sein era un chico moreno, robusto y pelo alborotado, poseía unos lentes cuadrados de nerd y dientes de plata que le podría ayudar si estuviera en mundo de hombres lobos.

-Recuerdes que este lugar se llenó de vagabundos, talvez ellos lo hicieron para no aburrirse-indico el Extraño, Elián descendió al estar de acuerdo con ambos chicos, el trio siguieron su camino.