Capítulo 3

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-Perdonad...nos vamos ya. Pásalo bien-- gracias Amanda, pudiste irte sin interrumpir nada, aunque me hubiera vuelto loca buscándote luego.

Paul y yo seguimos bailando como dos adolescentes desenfrenados. Entre las risas, el alcohol y el momento vivido instantes antes de que mis amigas nos interrumpieran, estaba pasando una buena velada. Paro en seco al divisar a una persona que me suena. Mierda, mi ex. Mi reacción fue esconderme detrás de Paul.

-¿Qué pasa?-- se queda atónito al cambiar mi expresión y mi forma de actuar.

+Mi ex-- no me ando con rodeos.

-Vamos- me agarró de la mano y fuimos a una zona VIP en la que a penas había gente. Él sí tenía un permiso para ir y yo era como su acompañante. Me había salvado.

-¿Te sigue gustando tu ex?--preguntó sin rodeos.

+No..es solo que me molesta su presencia. Hace 7 meses que lo dejamos-- quería aclarar que no es nada reciente-- Y de tu vida ¿qué?--necesitaba conocerlo más.

-Yo hace 2 años que no tengo una relación--interesante, con lo atractivo que es y no da el paso de tener algo serio.

+Guau...quiero ser como tú --ambos reimos. Creo que jamás había estado yo tanto tiempo soltera.

Seguimos bebiendo perdiendi la noción del tiempo. Cuando la discoteca cerró fuimos a un pub. Cogí el móvil y vi la hora, eran mas 8:30 de la mañana, aunque lo había pasado genial, tenía que volver a casa.

- Tengo que irme-- le digo con un poco de tristeza.

+Espera, podemos ir a desayunar-- excelente idea, el alcohol ha hecho que me entre un hambre voraz.

Salimos del local y fuimos a la cafetería más cercana a pedir café y donuts para comerlos. Pero cuando salimos con la comida, comenzó a llover a mares.

-Vamos a mi coche-- agarró de mi mano y tiró de mí. Corrimos hasta su coche: un Audi blanco de alta gama, último modelo.

Comimos hablando un poco del tiempo de mierda que hacía, no sé cómo comimos en ese coche tan caro. Pero pienso que él también necesitaba comer.

-Te llevaré a casa-- me ofrece.

Le doy la dirección y en cuestión de 20 minutos estamos en la puerta de mi casa. Para el coche aparcándolo en la acera para despedirse.

-Lo he pasado genial,gracias por todo--fui amable con él.

+ Espero volver a verte algún día

- Solo el destino lo sabrá -le dediqué una sonrisa y le di dos besos. De nuevo le di las gracias y subí a mi apartamento.

Me quité los tacones para no hacer ruido y me desnudé. Me metí en la cama y no paraba de pensar en esta noche. Hacía mucho que no salía y me lo pasé genial a pesar de que no lo volvería a ver, solo fue una coincidencia con un tipo de los mas majo. En cuestión de segundos, me quedé dormida.

El hijo de mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora