Capítulo 30:

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A las 11 estaba en mi puerta Amelie,corriendo fui a abrazarla

-Hermana,cuánto tiempo-dije

+Mucho. ¿Qué tal estás?¿y tu chico?-preguntó

-Estoy bien,y no tengo chico,una larga historia para el camino

Metimos la maleta en el coche y nos pusimos rumbo al pueblo,en 2 horas estaríamos allí.

Ella intrigada me preguntó la historia con Paul. Se la conté y se quedó sorprendida al saber que es multimillonario. Ella me contó que su vida con Jack va todo genial. Es su esposo y tiene una empresa de albañilería, mi hermana trabaja de camarera. También dice que el pequeño Marcos no es tan pequeño,tiene ya 4 años y le encanta la música. Mi madre sigue también bien,en su casa. Me alegraba saber que todo iba bien,yo a penas llamaba porque mi trabajo requiere mucho tiempo pero ahora por fin podré pasar unos días con ellos.

Llegamos al pueblo y dejó las cosas en la casa de mi madre. Mamá salió corriendo a verme

-Oh cielo estás muy delgada,ahora te pondré las pilas-me dijo.

Subimos la maleta a mi cuarto. Estaba intacto. Seguían mis fotos de adolescente, mis tonterías, incluso mi diario. Entró mi madre en la habitación conmigo.

-Hija tendrás que ponerme al día -dijo

+Sí mamá

Bajamos abajo y Amelie ya se iba.

-Esta noche id a mi casa a cenar-dijo

+Sí hija-respondió mi madre.

Entramos dentro y comencé por el principio:cuando conocí a Paul en la fiesta. Todo,hasta la parte en la que pierdo al bebé.

-Amas a ese chico,¿verdad?

+Sí mamá, lo amo mucho pero no encajo en su vida ajetreada y tengo miedo

-Lo importante es que te quiera,porque muy pocos chicos se arriesgan a dejar todo por su verdadero amor. Seguro que para ambos ha sido una pérdida dolorosa lo del bebé. Pero te digo algo,vuestro destino es estar juntos

+Mamá, nadie sabe qué nos depara el despino

-Tu abuela solía contarme la leyenda del hilo rojo,en la que cuando dos personas están destinadas a estar juntas,están unidas por un hilo, y se puede estirsr,enredar o todo lo que sea,pero jamás se romperá. Y eso es lo que tenéis vosotros y lo sé porque él es capaz de hacer cualquier cosa por estar contigo y tú eres capaz hasta de dejarlo ir con tal de que no le pase nada.

Llevaba razón,estaba tan enamorada de él que no quería que le pasara nada malo.

Por la noche me puse unos vaqueros,unas convers y un jersey rosa,por la noche refrescaba. Mi madre preparó una empanada,me dijo que a Marcos les volvía loco.

Llegamos a su casa y mi madre tocó el timbre. Abrieron la puerta Jack y Marcos.

-¡Abuela! -dijo Marcos mientras la abrazaba

+Hola cariño te traigo una empanada. Mira,esta es la tía Julia-contestó

-Hola tía Julia-vino a mí, lo cogí y besé.

+Hola grandullón,cuánto has crecido.

Luego saludanos a Jack,había cambiado. No estaba tan relleno como antes.

Mi madre fue con Amelie a la cocina,yo jugaba con Marcos a los coches. Era precioso. Me encantaban los niños.

Jack se ocupó de poner la mesa y luego fuimos todos. Un estofado que olía rico era la comida,junto con la empanada de mamá. Después de comer recogimos y Jack fue a dormir a Marcos.

-Un niño es algo agobiante y sobretodo los primero años. Y más como sea tan revoltoso como Marcos-dijo Amelie

+Ya,pero merece la pena y más cuando ves que te dice mamá -dije triste

-Amor,aún te queda mucho para tener hijos,no te preocupes cielo-dijo consolándome mamá.

Luego fuimos a casa andando. Yo estaba algo cansada así que fui al cuarto a tumbarme.

El hijo de mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora