Snape
Harry había pasado la noche durmiendo en mi sofá y mini Lupin junto a él en su cuna, no quería despertarlo se veía cómodo dormido ahí así que me dirigí a la cocina para hacer café y comida, el tocino crepitaba mientras le untaba mantequilla al pan, Harry Potter la persona a quien yo amo me había besado anoche, sus labios eran como yo miles de veces los había imaginado, suaves y dulces, me encantaban, puse el tocino en los platos y tape el de Harry agarre mi café y me senté en el otro sofá viéndole dormir. En el otro extremo el pequeño bebé se comenzó a mover, dándole una mordida a mi tostada lo deje en la mesa y me pare para ver si ya estaba despierto, y si lo estaba, tenia sus brazos estirados para que lo agarrara así que eso hice y me volví a sentar.
-Buenos días Severus- escuche decir a Harry, lo mire tenia su puño en el ojo rascándose.
-Buenos días Harry- el bebé comenzó a llorar- oh, ummm, toma- le extendi al niño- creo que no me quiere.
-No es eso- lo agarro- tiene hambre, ¡Kreacher!
Sonó un ¡crak! Y el elfo doméstico de Sirius apareció delante de Harry.
-Buenos días amo- hizo una reverencia.
-Hola Kreach, necesitó que por favor me traigas el biberón de Teddy- el elfo desapareció y volvió a aparecer, le extendió el biberón- ¿Hermione y Ron están en la casa?
-Si amo, siguen dormidos en su habitación- Harry asintió y le dijo que ya se podía ir.
-Ves Severus- lo mire y señaló al niño al que le estaba dando de comer- Edward solo tiene hambre ¿quien no te querría a ti? Además mi ahijado te adora la mayoría del tiempo tiene el cabello y ojos de color negro.
-Debo verlo para creerlo, ¿se llama Edward?- dije metiendo un tocino a mi boca.
-Sí, Edward Remus Lupin- asenti, después de terminar de comer hasta el último bocado fui y busque el desayuno de Harry- ten.
-Gracias- agarro el plato y comenzó a devorar su contenido con el niño en brazos- lamento haber sido una molestia Severus, no pretendía quedarme dormido aquí.
-No eres una molestia mocoso idiota, al contrario- tenia migajas de pan debajo de su labio así que me acerque y las quite con mi pulgar- es todo un placer tenerte aquí.
Dije cerca de sus labios y sus mejillas se pusieron rojas, me aleje y me volví a sentar en el sofá, se bebió hasta la ultima gota de café y luego puso al bebé en la cuna.
-Iré a lavar e-esto- se paro y se fue directo a la cocina, el sonido del agua corriendo llegó hasta mi- ¡auch!
Me pare y fui corriendo hacia él, Harry volvía a tener los pantalones abajo y en su pierna aun se encontraba la marca rosada de la quemadura que se había hecho ayer.
-Me dijiste que no era nada- me acerque a él y me arrodille toque la marca con mi varita y susurré un hechizo sanador, el rosado fue desapareciendo hasta que no quedo rastro de él.
-S-severus- mire su rostro, estaba completamente rojo y luego me percate del porque.
Su pene estaba a centímetros de mi cara, su ropa interior se apegaba tanto a el que ni siquiera hacia falta quitársela para notar como era y aún así quería arrancársela, se le marcaba todo y estaba completamente erecto para ser más específico inclinado del lado izquierdo, mi izquierda su derecha, sople su miembro y este se movió como si hubiera vuelto a la vida.
-S-sev- volví a mirar a Harry, sus mejillas estaban muy rojas y eso me calentó tanto.
-¿Sev?- pase mi lengua por su pene, la tela era un estorbo pero eso no me impedía obtener su sabor- tienes un rico sabor salado.
Sus manos estaban apoyadas en el fregadero y se mordía el labio superior, que imagen más erótica y bonita, me hacia poner más duro de lo que ya estaba. Volví a soplar su miembro sin apartar los ojos de Harry, abrió la boca pero no soltó ninguno sonido, lo volví a lamer sobre la tela, cerro los ojos pero ningún sonido, roce mis dientes en el.
-Agh- ¡bingo! Se tapó la boca como como si hubiera lanzado una mala palabra delante de niños- S-Sev.
-¿Qué quieres Harry?- iba a responder cuando el bebé comenzó a llorar, Harry se aparto de mi y se dirigió a la sala. Maldito mocoso.
Me levante y lo seguí, Harry cargaba al niño meciéndolo de una lado a otro aun tenia las mejillas sonrojadas pero sus pantalones ya estaban arriba y eso me molesto, él se veía preocupado y comenzó a caminar de un lado a otro rápidamente parecía como si se le hubiera olvidado que tenia a su ahijado en los brazos.
-Harry calmate- me acerque y le quite al bebé de los brazos y lo puse en la cuna, pero Harry seguía caminando de un lado a otro, lo agarre por los hombros y lo detuve- si no te quedas quieto te lanzaré un maleficio.
-Hazlo- dijo sentándose en el sofá- necesito que te metas en mi mente.
-¿Estás seguro?- asintió, no sabia el porque me pedía eso pero no rechazaría está oportunidad apunté mi varita hacia él- legeremens
Me encontraba en mi cuarto en las mazmorras masturbandome, que vergüenza que un hombre tan adulto como yo tuviera que recurrir a eso cuando el idiota de Harry se inclinaba en los pasillos para recoger un cuaderno que se le caía mostrando ese sexy y lindo trasero. Vi como Harry atravesó la puerta y se me quedo viendo sorprendido y se acercaba a mi yo del pasado.
-Agh Harry- Harry agrando los ojos y se detuve frente a mi, pude ver sus pantalones esa escena le calentaba- Harry.
Estaba en otro recuerdo, sus primeras clases de oclumancia, mi yo del pasado hablaba con Harry.
-¿Y qué va hacer usted?- preguntó Harry.
-Voy a intentar penetrar en tu mente.
Todo se volvió negro Harry me había expulsado.
-Fue en ese momento- jadeo- en el que empezó a gustarme pero no me di cuenta si no después de que vi su recuerdo cuando se masturbaba.
-¿Entonces ese recuerdo te lo proporcione yo?
-Sí- joder entonces esa es la razón que ese día en la enfermería se pusiera nervioso- si le sirve de consuelo, la noche siguiente me masturbe pensando en ese recuerdo.
-Un poco- sonrei.
Harry agarro al bebé y desapareció la cuna.
-Me debo que ir, tengo visitas- se acerco a mi y me dio un corto de beso en los labios- nos vemos mañana.
Se fue meneando el trasero, abrió la puerta y salio dando un portaso. Ese idiota me ponía a cien.
:v Teddy malo, eso no se hace...
Nos vemos pronto *hace una reverencia*

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Mocoso Idiota
FanfictionLa guerra trajo consecuencias severas, como dejar la puerta del amor abierta de par en par, crear vínculos en las personas menos esperadas y dejar lo que tu-sabes-quien nunca tuvo "amor"