Harry
Había escuchado bien, estaba dando a luz a un bebé. Los llantos del pequeño niño hicieron que algo creciera en mi amor por aquella pequeña criatura y miedo por si estuviera bien, había bebido mucho alcohol en mi cumpleaños e incluso meses antes mucho wisky de fuego, caramelos de alcohol, entre otras cosas dañinas para él, incluso Draco y yo fumamos a escondidas y a pesar de que juramos no volver hacerlo eso afectaba a esa criatura.
- ¿É-él está bien? -pregunté al hombre quien tenia al pequeño niño.
- No se preocupe -vi como se lo llevaban lejos de mi. Él estará bien, mi niño.
- ¿S-Severus? -mi futuro esposo se acerco a mi y agarro mi mano, lo vi borroso por culpa de las lágrimas que ahora salían de mi- yo no sabia Sev.
- Lo sé mi amor -beso mi frente- lo sé.
- ¿Lucius? -la voz de Draco sonó junto a mi, al igual que yo se veía asustado.
Después de un rato su esposo y los sanadores entraron solo para llevarse a Draco a otra habitación, él lloraba supongo que pensando lo mismo que yo, me arrepentía tanto de haber bebido alcohol y fumado. Un medimago un poco guapo se acerco a nosotros, tenia un ojo de color negro y el otro de color miel, con pocas canas en su pelo.
- Mi nombre es Cirdog Razalas -se presento a nosotros- soy el medimago que atiende a su hijo.
- ¿Están bien? -no pude contenerme estaba asustado por la vida de esos dos niños.
- Sí señor Potter, en realidad venia a explicarles todo esto -su mirada pasaba de Sev a mi- hace muchos, muchos años, bueno en el año en el que se fundo Hogwarts para ser más exacto, se vio el primer nacimiento de un niño hijo de dos hombres uno de ellos desapareció junto con el bebé, su identidad y paradero se desconoce más sin embargo se dice que fueron los primeros en pisar el castillo después de muchos años se vieron más casos, el mago debe ser muy fértil al igual que su pareja para poder fecundar y si no el amor debe ser el más puro y sincero que haya,
≥el embarazo normal de una mujer dura nueve meses pero el de un hombre es de ocho o siete, lo sé porque mis padres fueron hombres -eso me tomo por sorpresa-, en su caso y el del señor Malfoy solo les quedaba tres días para poder dar a luz a sus bebés ¿tuvieron alguna emoción fuerte?
- Sí, mi ex-novia loca casi mata a mi futuro esposo señor -me quede en silencio, había olvidado su nombre.
- Cirdog Razalas -su nombre sonaba extraño, nunca había escuchado acerca de él y sus ojos eran extraños nadie podía tenerlos así. Repetí el nombre una y otra vez en mi cabeza y las letras se desordenaron para volver a unirse.
- No, usted no es Cirdog Razalas -su ceja se levanto y yo sonrei, no sé si era por la tensión o por ya saber que mi bebé estaba bien- o al menos ese no es su verdadero nombre, ¿verdad señor Godric Salazar?
Una sonrisa se extendió por su rostro, mire a Severus sus ojos estaban agrandados sorprendido de saber que el hombre que teníamos delante de nosotros era hijo de los fundadores de Hogwarts.
- ¿Cómo es posible? -le preguntó Sev con asombro en su voz.
- ¿Qué aun este vivo? La piedra filosofal no era la única que te hacía vivir por siempre -le guiño un ojo, ahora me sentía celoso-, ya que lo saben puedo contarles, Salazar Slytherin no desapareció porque sí, nadie podía saber de mi existencia ni siquiera su amiga Rowena Ravenclaw y su novia Helga Huffelpuf -así que todos eran gay-, mis padres tenían muchos enemigos y querrían asesinarme si se enteraran, así que mi padre Salazar me llevo muy lejos con él, Godric nos visitaba todos los días e incluso se quedaba con nosotros los fines de semana, los dos no podían estar juntos o levantarían sospechas. La cámara de lo secretos fue creada para mi, no es como todos dicen, que Salazar Slytherin solo quería tener la escuela para los sangre limpia y por codicia, él solo quería mi protección y estar cerca de su amado.
- ¿Entonces se quedaron allí por un tiempo? -le pregunté curioso.
- No siempre, como sabrás no es un lugar muy apto para tener un bebé pero sí, casi siempre estábamos allí escondidos ¿mataste el basilisco? -asentí apenado- me alegra, aún no sé porque papá lo tenía, bueno muy pronto les traeré a su bebé así que decidan su nombre y felicidades.
Nos sonrió y salio del cuarto, ¿nombres? Ni siquiera sabíamos que íbamos a tener un bebé, mire a Sev pidiendo apoyo pero él también pensaba. Duramos más de diez minutos sin decir nada, pensando en nuestras opciones y las puertas se abrieron, Godric traía a nuestro niño, me senté y estire mis brazos, quería verlo. Al poder tenerlo en mis manos pude apreciar lo hermoso que era, su cabello marrón oscuro como el mio y sus pequeños ojitos de un negro profundo como el de su padre Sev.
- Se parece mucho a ti -sus labios besaron la coronilla de mi cabeza.
- No, se parece mucho a ti Sev -levante mi rostro y le di un corto beso en sus labios, volví a mirar a mi hijo- James Sirius.
- ¿Qué? -lo escuche decir.
- Sí amor así lo quiero llamar, sé que fueron unos desgraciados pero al fin y al cabo mi familia y los amo -me miraba como si estuviera loco y le daba toda la razón- porfa Sev, imagínate lo desanimados e indignados que estarán cuando descubran que mi hijo se llamara James Sirius Snape.
- Esta bien -rodó los ojos- pero yo le pondré nombre al segundo.
- ¿Segundo? -asintió, mi estómago se lleno de mariposas- ¿osea que tendremos más?
- Si es posible diez -volvió a besar mis labios- te amo a ti y a nuestro hijo.
- Yo también los amo a ambos -mi vista se nublo y mire a mi pequeño - a pesar de no saber que te tenia, es el mejor regalo de cumpleaños que nadie me ha dado, gracias Sev.
- De nada, a pesar de no saber.
Draco
Estaba tan emocionado y asustado, Lucius me dijo que ella estaba bien pero quería verla, no sabia que estaba embarazado y no paraba de llorar si algo le pasaba nunca me lo perdonaría.
— Tranquilo mi amor —entrelazo sus dedos con los mios.
Las puertas se abrieron y una sanadora paso con mi bebé, me senté con cuidado y extendi mis brazo para agarrarla, con cuidado de no dejarla caer o lastimarla. Su pequeños ojos se abrieron poco a poco, el hermoso color gris estallaron en ellos.
— Los dejaré para que decidan el nombre —y salio dejándonos solo.
¿Nombre? Pero no sabia que tendría un bebé, una linda y hermosa bebé.
— Se parece mucho a ti Lucius —lo mire con una sonrisa y el negó.
— Es idéntica a ti pequeño —se acerco y beso mi nariz— tiene tu linda nariz.
— Como sea, ¿cómo la quieres llamar? —se encogió de hombros.
— Si fuera niño sería Draco Lucius junior pero es niña así que no sé.
— Bueno ambos nos llamamos Lucius —pensé un momento— ¿qué tal Lucia Dan?
— ¿Por qué Dan? —enarcó una ceja divertido.
— ¿Por qué no Dan? Esa es la verdadera pregunta —soltó una carcajada.
— De acuerdo —acerco su pulgar a la pequeña manito de Lucia y esta lo agarro— es fuerte —me beso en los labios— te amo a ti y a mi hija, los amo a ambos.
— Y nosotros a ti ¿cierto Lucia? —sonrió ¡sonrió! Que hermosa y tierna— tomaré eso como un sí.
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Mocoso Idiota
FanfictionLa guerra trajo consecuencias severas, como dejar la puerta del amor abierta de par en par, crear vínculos en las personas menos esperadas y dejar lo que tu-sabes-quien nunca tuvo "amor"