Otros días. Y otros días más. Valla comienzo a tener lastima por el pobre de Papyrus.
Al parecer el mundo era demasiado malo con él o ¿sólo es un exagerado por no poder dormir?
Estaba considerando el dormir el también en su entrenamiento, pero eso sería una muerte segura por parte de su amiga Loca Undyne. Por lo que aprovecharía sus días libres para dormir.
Pero siempre que duerme, los sueños lo invaden y estos sueños son realmente extraños.
Siempre veía como tres o cuatro versiones suyas lo veían con desaprobación, y lo perseguían con huesos afilados. Todo era una constante carrera para salvarse de esos otros yo. Todos se parecían a él sólo que tenían túnicas rotas de diferentes colores. Naranjas claros con destellos metálicos, de un color rosa y naranjas oscuros. Era extraño todo lo que soñaba, no podía liberarse de ellos y era una tortura estar corriendo sin descanso, pues sentía que realmente el corría y trataba de perderles pero era inútil.
—¡¡ya déjenme!! ¡¿Cual es su necedad de estar siguiéndome, ¡¿por que lo hacen?! ¡Ya largo!
—todo es tu culpa... por tu culpa nunca seremos libres... —los Papyrus lo perseguían y le señalaban mientras huesos salían del suelo y uno que otro lo atravesaban— sólo tu eres culpable... ¡Sólo tu!
Gaster blaster salieron de arriba de esos Papyrus y dispararon en conjunto a dirección del pobre que grito tratando de cubrirse siendo algo inútil.
—ahhhh —Papyrus se levanto de golpe y se percato de que estaba en la sala de su casa. Tenia algo encima y se fijo que llevaba una manta de color rojo.
Papyrus observo el lugar y estaba tranquilo, a pesar de ser muy temprano podía escuchar los ronquidos de su hermano mayor. ¿Que es lo que hará ahora el pobre esqueleto alto, acaso sus huesos le dicen que tiene que ir con su hermano? Ohh sin darse cuenta Papyrus ya estaba en frente de la habitación de su hermano.
Estaba inseguro de abrir o no ese lugar pero aun con la manta en sus hombros entro al cuarto algo escombrado de su hermano.
El verlo ahí, dormido y relajado lo llenaba de una tranquilidad y paz incomprensible. ¿Por qué le relajaba verlo dormir y estar cerca de él? Era un sentimiento tan pacifico el que tenia Papyrus que pronto dejo de pensar y comenzó a acercarse a su hermano. Sabia que tenía que hacer algo pero ¿que?
...
En la mañana siguiente, Sans se levanto un tanto tranquilo y sentían un peso extra en su cuerpo, abrió lentamente sus cuencas y vio la figura de su hermano menor encima de él con su manta, con la que lo cubría cuando eran bebés.
Volvió a cerrar sus cuencas y acomodó a su hermano de tal forma que su hermano lo abrazó por sus costillas y lo llevo hasta su tórax donde Sans acariciaba tranquilamente su cráneo.
Si alguien los viera, dirían que son una linda pareja de enamorados y que dormían juntos después de ver un maratón de películas o de cualquier cosa, se veían tan tiernos que daban diabetes.
De un momento a otro Sans abrió de forma rápida sus cuencas donde su pequeño destello de color rojo se volvió más pequeño e inconscientemente empujo a su hermano tirándolo al suelo donde el pobre y por lo menos algo descansado de Papyrus aterrizó al frió piso.
—aghhh, ¡¿que demonios te pasa imbécil?!
Bueno, por lo menos no era un sueño...
—¡¿jefe?! Pero, ¿que hace aquí en mi habitación..? —Sans lo veía desde su desgastado y sucio colchón a su hermano que a pesar de ser una caída demasiado pequeña, fue muy inesperado ese golpe.
—ehhh... yo... —se puso algo nervioso aun que no lo dejo ver y se levanto de golpe y fingió toser un poco— pero ¿por que tengo que darte explicaciones de lo que hago y donde voy? ¡Sera mejor que te apures en darte un baño y lavar esas sabanas que están mugrientas! Iré a preparar el desayuno así que, ¡RÁPIDO! —dio una vuelta y salio del cuarto dando un portazo a la pobre puerta que crujió un poco por ese golpe.
—si... —estaba asombrado por lo que acababa de pasar.
Papyrus al momento de salir sentía sus pómulos arder, se pregunto si se enfermo y fue rápido a su cuarto y se miro en ese espejo que tenia de cuerpo completo. Tenia algo de color rojo en sus pómulos y parecía no desaparecer. ¿Tendría fiebre? ¿Estaría enfermo? ¿Por que tiene esa cosa roja y parece que se extiende más?! Pero que demonios le esta pasa-
Escucho de repente a su hermano entrar al baño, sabía que su hermano a pesar de ser rebelde lo obedecía a su modo. Por lo que salio rápidamente y fue a preparar algo sencillo para comer, un simple desayuno de huevo con tocino, ir a la superficie por esas comidas era divertido. Tenía algo llamado "sopa instantánea" que se lo robo de Alphys cuando llevo a Sans a una revisión porque el muy idiota se le ocurre jugar con un «cactus» y se lleno de espinas. Fue algo vergonzosos tratar de separar a Sans del abrazo amistoso que el cactus lo mantenía sometido.
—je, ese día le dolían muchos sus huesos... —puso agua a hervir para preparar esa sopa y recordó algo de su niñez.
Recordó una promesa que hace mucho había olvidado por su sueño en convertirse en el jefe de la guardia real.
—¿Sans?... ¿por que lloras? —un pequeño Papyrus lo veía con su ceño fruncido.
—no... no pasa nada Paps... —Sans limpio rápidamente sus lagrimas rojas y arrugaba una flor eco.
—no me mientas... —Papyrus se acerco y lo abrazo— ¡vamos! ¿Dime que te pasa? ¿Donde esta esa monstruo mariposa con la que jugabas siempre?
—ella... ella... murió cuando le pedí que fuera mi novia... —Sans miraba la nieve caer mientras escuchaban los gritos de algo, llamándolos.
—¿murió? Mmm —ignorando los gritos de ese extraño ser, se separo un poco del abrazo y lo miro de frente— yo, ¡el gran Papyrus! ¡¡Te prometo que seras mi novia cuando seamos grandes!! —esa mirada tan tierna e inocente lleno de felicidad a Sans que sonrió y lo abrazo al pequeño.
—jejeje gracias bro... claro que lo seré...
¿Por que de repente pensaba en eso? Inconscientemente miro su reflejo en el agua de la sopa y noto el cambio que tuvo durante todos esos años.
Miraba esa figura alta y ruda, que no tenia sentimientos y era calmo. ¡Nada podía contra el gran Papyrus!
Pero ahora parece ser presa de un sentimiento extraño y que no sabe que es. ¿Que le pasa?
—llegue jefe, lamento tardarme un minuto... —Sans salio cabizbajo mientras se sentaba en su silla y jugaba con sus falanges.
—no importa, come ahora.
Papyrus le paso la sopa instantánea junto con un baso de jugo y se sentó para comer su desayuno.
—je, gracias bro....
________________________________________________________________________jejej espero que les haya gustado mucho!! sin mas nos vemos después!!
Grace*
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Devuelve
RandomPapyrus se topa con una extraña monstruo encapuchada, ésta le dice que el puede pedir un deseo, el que sea. Pero estos deseo son tramposos, si no los pides con detalles se pueden volver pesadillas. Papyrus pide algo sin medir nada, la muerte de cier...