Capítulo 17 UT

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Edge no sentía nada.

Una vez salio a tropezones de la puerta se encontró con ese otro yo, éste lo miro con preocupación, Edge hizo lo posible para mostrar una sonrisa que calmara a su otro yo, eso parecía suficiente ya que se inclino y desapareció con su puerta en polvo.

Papyrus escupió algo de polvo tras irse ese otro yo, comenzó a temblar un poco y se dejo caer para mirar la ultima puerta, era muy sencilla, naranja rojo y con un dibujo de una bufanda. Sentía un aire de familiaridad en esa puerta.

—yo... yo puedo... —con dificultad el menor se levanta, trataba de curarse las heridas pero no lograba nada, sólo cerraba la herida no la sanaba— maldición... —suspiro a punto de rendirse.

Volvió a caer, no tenia más fuerzas, no sabia si podía continuar con esa tortura, mirar cada caso lo dejaba peor y le hacia sentir mal. 

—¿Te rindes tan rápido? —escucho la voz de su hermano en su cabeza eso lo hizo pararse de golpe y mirar a todos lados, miro que Sans estaba frente la ultima puerta— ¿Tan rápido te vas a rendir? ¿Me dejaras? 

Papyrus noto que no había emociones en la mirada de su hermano, como si fuera una especie de robot, a mirarlo noto que de a poco comenzaba a desvanecerse.

—¡No! ¡Jamas lo haría! —se acercaba para tocarlo pero lo atravesó y se sostuvo en la puerta.

—entonces... sigue adelante... solo falta una... —desapareció dejando perturbado al menor, parpadeo varias veces, no sabia si había sido real o no, pero tenia que hacerlo por su hermano.

Papyrus al abrir la puerta noto que la figura negra era idéntica a él, sólo que su apariencia era amigable, le dio la mano y Edge la tomo. Al hacerlo ya estaba cayendo al nuevo mundo, su sensación de familiaridad volvió. No sabia por qué pero esa sensación lo reconfortaba.

<< estamos en el mundo llamado original, la cuna de todos los universos alternativos que visitaste y los que no, a base de la enferma mente de muchos, se creo esta linea de tiempo, Papyrus, ese otro yo se había enamorado profundamente de su hermano mayor, o si, algo como tu y tu hermano. Pero este no sabia si seria correspondido, si seria bueno, sano.

Estaba temeroso y aterrado ante la critica de todos, incluso temía decirle a Undyne que es con la que mayor confianza tenia, pero nunca se atrevió, no se atrevía a decir nada. Llego un momento en el cual le confeso sus sentimientos a Sans cuando él se había emborrachado por error por tomar algo creyendo que era agua.

—te amo.. hermano... —le dijo apenado y con un lindo sonrojo naranja.

—yo también.. ¡hip! Te amo mushoo —se le acerco y le abrazo— no shabes lo felish ku zoy cun tenete en mi vidaa —le miro con ese lindo sonrojo azul a Papyrus que se puso mas nervioso, unos extraños impulsos nacían de él— ¡enn verdad te jamo! —le beso con delicadeza los dientes contrarios.

Eso fue lo que desato la bestia que dormía dentro de Papyrus, este cargo a su hermano que seguía hablando de cuando lo amaba y subió a su habitación, cerro con seguro su cuarto y dejo a Sans en su cama, éste seguía riendo de chistes como le miraba con un extraño sentimiento de necesidad y deseo.

Papyrus no se contendría, profanando el cuerpo de su hermano, y éste dejándose por el deseo carnal de unir sus cuerpos. Al final se arrepentiría.

A la mañana siguiente Sans despertó con un terrible dolor de cabeza, no sabia como había llegado a casa como tampoco que hacia en el cuarto de su hermano, al tratar de levantarse el dolor característico de haber perdido la virginidad apareció, lo que le impidió moverse y volvió a acostarse, estaba asustado. Miro a su hermano que dormía plácidamente.

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