Papyrus salio disparado de esa puerta, al levantar la mirada del suelo pudo notar a ese otro yo, pero se veía extraño, podía ver a través de él como si se tratara de un fantasma. Ese otro yo le sonrió en agradecimiento y dando una leve reverencia se esfumo en polvo. Papyrus dirigió su mano a su dirección tratando de detener eso pero no logro nada.
La puerta detrás de él desapareció y ahora le quedara seis más, un dolor agudo lo lleno en su pecho, a pesar de que no era su historia, sintió todo el dolor que ese otro yo sufrió por un error.
—por el tirano de Asgore... —se levanto y miro la siguiente puerta— espero que esta no sea extraña como la otra...
Miro a detalle la puerta, era una puerta sencilla con dos marcos en el centro en forma de rectángulos, la puerta era de un color naranja oscuro y estaba agrietada, y esas grietas eran de color negro, se veía en muy mal estado y eso le daba una idea de como podía ser el mundo o su otro yo.
—cuando quieras entra querido Papyrus —hablo la voz que ya tenia harto al esqueleto alto.
Cuando abrió la puerta algo extraño salio de ella, como un brazo de cosa extraña negra y lo jalo dentro de esta puerta, no hizo nada para evitarlo.
La oscuridad que lo rodeo esta vez era sofocante, sentía que se ahogaba en ese mar de oscuridad y que si no salia pronto se volvería loco, escucho como la primera vez la historia de ese mundo.
<<En este mundo, sucedió algo interesante, una mezcla de dos códigos producido por un ser poderoso, combinando a dos universos completamente diferentes, en este mundo los roles cambian pero las personalidades son cambiadas a las de tu mundo, en esta ocasión veremos al mayor, Papyrus vivir una vida de holgazanería como de maltratos, algo a lo que tú y tu hermano vivían, sólo que el maltratado era ese Papyrus, su Sans, segundo líder de la guardia real es un cruel monstruo muy poderoso y que no siente piedad por nadie, ni por su propio hermano.
Humillándolo cuando puede y dejándolo solo, este Papyrus amaba a su hermano, y no como pareja, lo amaba por que era su única familia, su madre murió misteriosamente y su padre no los reconoce, pero a pesar de que Papyrus trato de inculcarle una fraternidad, Sans lo rechazo.
Todos los días vivía para sobrevivir, pero eso no era importante para el, quería tener a su hermano de vuelta, esa criatura latosa que lo amaba y que siempre le sonreía. Pero desde que entro en ese detestable lugar, lo olvido. Quería que su hermano lo volviera amar como antes.
Quería recordarlo.
Y es en ese entonces que en uno de sus descansos se topo conmigo, la hermosa mariposa cumple deseos. Él estaba confundido y serio, al ser la equivalencia de un Sans sabía de estas cosas. Me miro desconfiado e incluso me quería atacar, pero yo simplemente le dije lo que siempre digo.
—hola, ¿Cómo estas?
Él me miro desconfiado y de a poco se acercaba a donde yo me encontraba, en este hermoso kiosko.
—¿dónde estoy? ¡¿Qué hago aquí?! —dijo.
—sencillo, estas en mi zona, y puedo concederte un deseo, el que tu quieras... —sonreí para tratar de calmarlo, en verdad los Papyrus son mas impredecibles que los Sans.
—¿cualquier deseo? —sus "ojos" se agrandaron y su expresión cambio, como si quisiera arriesgarse a pedir algo pero no se veía seguro.

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Devuelve
De TodoPapyrus se topa con una extraña monstruo encapuchada, ésta le dice que el puede pedir un deseo, el que sea. Pero estos deseo son tramposos, si no los pides con detalles se pueden volver pesadillas. Papyrus pide algo sin medir nada, la muerte de cier...