En esta ocasión, tras salir de la puerta cayo de rodillas, estaba algo cansado, miro a su otro yo que le agradecía con una sonrisa maternal y una leve reverencia para desaparecer en polvo junto con su puerta, eso provoco un suspiro en Papyrus, que miro las ultimas tres puertas que faltaban.
—vamos con la siguiente... —miro la puerta, esta tenia un aspecto mas normal, solo que esta era de un color azul marino, y que tenia pequeños puntos amarillos, el pomo era de un color dorado y si se fijaba bien en los puntos, esos hacían unas "constelaciones" Sans le había enseñados algunas cuando iban a la superficie de noche— se ve lindo.. —dijo y la abrió, un aire parecido a la primera puerta lo atrajo para después caer de una forma lenta.
<<en este universo es parecido al llamado, original, lo único que cambia es la locación del lugar de los hecho, siendo un hermoso lugar de espacio, el universo, o mejor dicho la luna. En este lugar Papyrus añoraba ser parte de la guardia espacial por lo que siempre entrenaba duro con su entrenadora, Undyne, pero ella sabia que no podía meter a ese energético esqueleto en la guardia espacial, pues es demasiado inocente y llevarlo a la batalla no seria efectivo, y más cuando es un terrón de azúcar.
Por lo que ella le engañaba con simples clases de cocina como entrenamiento. Eso claro era ignorado por Papyrus y disfrutaba esas clases de cocina que tenia con su amiga, cuando llego un punto en donde, llego un humano muy determinado fue que se dio cuenta de la verdad, del por que Undyne no lo metía a la guardia espacial a pesar de ser un gran guerrero.
Su hermano Sans lo animaba excusándose de que él era tan genial que no lo necesitaba la guardia espacial, pero eso no era suficiente. Fue tanto tu pasión por querer ser un guardia espacial que apareció en mi mundo, el tan hermoso y caótico mundo donde un kiosko resaltaba entre las ruinas, ahí se topo con la más hermosa mariposa monstruo.
Él estaba algo inseguro por donde estaba ya que nunca en su vida le había pasado algo parecido, pero cuando miro que yo era inofensiva se relajo mucho. Le sonreí para tratar de ganarme su confianza y el de igual manera me sonreía.
—bienvenido Papyrus —le sonríe, él se sorprendió de que supiera su nombre tanto que comenzó a alardear de lo famoso que era y demás, yo solo reía y le dije lo que siempre tengo que decir, que tenia un deseo, el que el quisiera.
Me miro con asombro e interés, parecía querer decir algo pero se callaba. Cuando le dije que cualquier cosa podía conceder el se decidió por cumplirlo.
—¡yo... deseo... entrar en la guardia espacial en mi próximo entrenamiento... como tener ese algo que busca Undyne para que yo pueda entrar! —dijo decidido y nervioso, supongo que ese merito lo quería conseguir el y no por medio de un deseo.
—de acuerdo —cerré mis ojos y lo mande a su mundo, me sorprende que este sea el mas especificado, sólo espero que obtenga lo que quiere...
Papyrus despertó en su sofá de su casa, no recordaba que estuviera durmiendo, dejo eso de lado y miro que su hermano estaba a su lado durmiendo plácidamente, sonrió para sus adentros, pronto él seria parte de guardia espacial y así seria el orgullo de su hermano, cargo a Sans en sus brazos en estilo nupcial y lo llevo a su habitación, ya se acercaba más la noche por lo que tenia que descansar bien, mañana seria su entrenamiento y estaba firme en que lograría su sueño.
Paso la noche tranquila para todos, menos para el humano, quería realizar la ruta genocida y no lo lograría si no se desasía de Sans primero, pero no podía hacer nada, su hermano tiene una constante vigilancia en él. por lo que le seria difícil hacerlo desaparecer sin matarlo.
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Devuelve
RandomPapyrus se topa con una extraña monstruo encapuchada, ésta le dice que el puede pedir un deseo, el que sea. Pero estos deseo son tramposos, si no los pides con detalles se pueden volver pesadillas. Papyrus pide algo sin medir nada, la muerte de cier...