capítulo 11 UL

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Papyrus miraba confundido y decidido las puertas, toda de un color parecido naranja y otro de otros colores.

¿Por qué aparecieron, dónde lo llevarían si la abría?

—bien mi querido Papyrus, una vez escojas tu primera puerta te diré todo lo que tienes que hacer, te aviso que nadie podrá verte, sólo un sujeto en especial.

—de acuerdo.

Papyrus miro las siete puertas y suspirando para poder calmarse decidió ir por el orden dado por la monstruo.

La primera puerta, rosa metálico con unos extraños grabados, ¿qué están esas cosas? Parecían... Dildos... Se dio una idea vaga de los que puede tratar ese Mundo.

La abrió y un extraño aire lo trataba de absorberlo, se sujeto del marco de la puerta y hacia lo posible por no soltarse, recordó en un momento porqué​ hacia esto y dejo que el aire lo llevará.

—ahhhh —su grito sólo lo podía escuchar él, a pesar de estar cayendo no había ni un ruido, sólo silencio aterrador que perturbado su cráneo.

«un día un ser quería ser amado, quería amar a una persona que era su ídolo, su ejemplo a pesar de vivir en un mundo donde no importa eso del amor romántico, sólo era puro placer. Otro día paso y ese sujeto  era feliz con su verdadero amor, ese amor era la estrella del subsuelo. Pasaron los días, las semanas, los meses y ellos eran muy felices.

Otro día paso y ese sujeto recibió una carta, está carta era de un admirador secreto de él, se sorprendió mucho que tuviera uno y leyó atento la carta, al principio sintió nervios y algo de emoción, pero él era fiel y aún que tuviera un admirador no dejaría a su amor, como las estaciones pasan, las cartas seguían llegando, hartando de a poco a ese sujeto.

Cuando menos se lo espero despertó en un mundo blanco con columnas destruidas, asustado caminaba para salir de ese lugar encontrándose un hermoso kiosko negro, que dentro tenía a una bella monstruo mariposa, ella le ofreció un deseo, el que sea y el sabía lo de quería.

—quiero que cuando vea a mi "admirador secreto", muera lentamente sin importar quien sea, ya me fastidio mucho su insistencia. Y qué esa persona sepa que nunca en la vida le corresponderé...

La mariposa sonrió y le dijo que su deseo se cumplirá, le dijo que si quería algo llamado "rebobinar" y el acepto. De un parpadeo el despertó en su casa y buscaba a su hermano mayor para contarle lo que acababa de pasar y por más que buscaba no lo encontraba y se resigno.

Pasaron los días y por fin pudo encontrar a su hermano, estaba platicando tranquilamente con un sujeto de fuego, se acercó y cuando se vieron de frente un grito nació del hermano mayor, el menor y el sujeto de fuego miraron horrorizados lo que le pasaba al mayor.

—¡se que nunca me me verás como algo más que un hermano! ¡Perdón por amarte! —las lágrimas de su hermano mayor le traumaron, veía como lentamente su hermano se volvía polvo.

Se acercó rápidamente y sujetando el torso de su hermano mayor le suplicaba que se quedara.

—¡no te vayas! ¡Perdóname por pedir ese deseo! Nunca quise matarte... —sus lágrimas rosadas caían a su rostro.

—tu... Qué me hiciste...

Tras eso el hermano mayor murió, el menor grito desesperado y al abrir sus ojos volvió a estar en mis aposentos. Grito y me exigió su rebobinar.

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