¿ Cuantos años había pasado ?
No se sabía. Pero si se sabía que Iblis y Yenay vivían juntos y estaban casados, León con agrado asumió el puesto de Iblis con Alexis, Iblis entregó a León los poderes de La muerte mediante un conjuro, eso fue hacia ya mucho tiempo. Ahora Yenay trabajaba en la empresa de su padre, el que anteriormente era su tío, Iblis se volvió profesora en una nueva escuela que había en el pueblo, e iba a dar una grata sorpresa por la noche a Yenay, la pequeña Senay estaba prometida con sólo 17 años con un hombre de 20 años aunque fuera mayor de edad que él, se enamoraron en el parque de atracciones de Italia en un viaje de instituto, aunque sonase la mar de raro para una chica tan buena como Pandor tuvo un hijo a los diecinueve años y eso no agrado mucho a sus padres pero ahora vivía muy feliz con sus dos hijos y su marido, Angy tenía la vida plena en un Restaurant que se hizo famosa por el pueblo y los demás pueblos cercanos de este, Marie estaba separada del hombre de su vida, tuvieron un hijo pero Marie no consiguió la custodia y se lo llevo su ex marido, ahora mismo estaba saliendo con algunos hombres pero no tenía mucha suerte.
La vida era bonita pero también podía ser desastrosa— es lo que pensaba en ese momento Iblis.
— Muy bien alumnos la clase ya ha terminado por hoy ya pueden ir saliendo. — dijo Iblis de forma alegre.
Todos los alumnos recogieron y salieron de la clase mientras decían un adiós enorme, los alumnos de Iblis le cogieron un gran cariño pero el año que viene ya no estarían con ellos ya que se estaban haciendo muy mayores. Iblis también los cogió mucho agrado a los alumnos de su clase, no tenía ningún favorito ni tampoco a algun alumno que le despreciara. Recogió las cosas y fue a la sala de profesores, Nicolás y Merina le esperaban para ir a comer juntos eran dos profesores que les caía muy bien y le enseñaron un poco de todo cuando empezó a trabajar en la escuela. Llegaron al Restaurant y pidieron la comida.
— Y esa sorpresa que nos hablantes hace ya dos semanas ¿ Que es ?— Pregunto Merina con su voz pícara, la voz pícara de Merina volvía loco a todos los hombres pero a Nicolás no, ¿ y eso ?, pues porque Nicolás es bastante difícil de seducir.
— Bueno esta noche se lo voy a contar a Yenay ya sabes porque he estado planteandome distintas posibilidades como decírselo. — Dijo Iblis algo nerviosa.
— Bueno Iblis sabes que yo nunca diría esto pero podías ir al grano.— dijo Nicolás con voz aburrida.
— Pues...Que estoy embarazada.— dijo por fin Iblis.
— Vaya, no se que decir a esa respuesta.- dijo Nicolás mientras se colocaba las gafas de nuevo en su sitio.
— Idiota— insultó a Nicolás por su respuesta más aburrida del mundo.— Es lo mejor que te está pasando Iblis te envidio, si pudiera yo tener un hombre en mi vida.— dijo de forma dramática.
Iblis no se esperaba esa reacción de sus compañeros de trabajo pero no le dio importancia. Transcurrió la tarde en su casa algo aburrida, la casa donde vivía con Yenay era la típica casa de la Toscana, con sus preciosas vistas a un campo, Iblis en el primer momento que la vio se enamoró de la casa y decidió comprarla, para su caso era bastante grande, en el piso de arriba tenía cinco habitaciones más una sala de juegos para niños y un despacho que conectaba con la sala de juegos para niños mediante una puerta de roble. El piso de abajo estaba la cocina, el comedor, el salón y una preciosa terraza. Había un sótano donde era la cueva de hombres para Yenay, mandaron construir un garaje junto a la casa ya que no tenían sitio para meter sus coches.
Iblis se puso hacer la cena, estaba haciendo un estofado de carne y patatas asadas, escuchó que la puerta de la entrada se abría, dejo reposar la comida y fue a saludar a Yenay.
- Hola Yenay.— Cuando se encontraron se dieron un beso.— ¿ Como ha ido todo ?
— Muy bien, amor. Huele de maravilla, ¿ Que hay para cenar ?
— Pues un plato que te gusta mucho.
— Oh, estofado— dijo eufórico.
Yenay puso la mesa y decidió ayudar a Iblis haciendo una ensalada. Después de terminar de cenar, Iblis decidió que ya era hora de decir a Yenay lo que estaba sucediendo para que mirase por las malas reacciones de Iblis a veces por sus comidas.
— Yenay te tengo que contar algo. — Empezó a decir.
— Dime amor mío.
— Estoy... Estoy... — de repente se puso nerviosa.
— ¿Estas ? No me digas que estas... — A Yenay también le pasaba lo mismo. — ¡Embarazada! — dijo al final.
Iblis asintió, Yenay se levantó eufórico e hizo que se levantará, la cogió y la beso repetidas veces. Iblis acepto sus besos.
— ¿ Desde cuándo ? ¿ Sabes si es chico o chica ? ¿ Sabes los nombres que recibirán si es chica o chico ? — Estaba eufórico que empezó a bailar de una forma tonta e Iblis empezó a reír.
Iblis le sentó en la silla y ella se arrodilla.
— Cariño, tengo la respuestas de tus preguntas mi madre las dijo cuando fui a visitarla el fin de semana pasado, es una niña, su nombre será Lya. Y estoy desde hace dos semanas.— Contestó a sus preguntas.
— ¿ Lya, eh ? Tu antiguo nombre, suena bien para una niña fuerte y mimosa.
***
( Cuatro años después de recibir con euforia el embarazo de Iblis )
Lya era una niña de ojos verde agua con unos toques de azul infierno, tenía el cabello anaranjado pálido, tenía la tez un poquito pálida y era muy mimosa y era fuerte, como dijo su padre la vez que se enteró del embarazo de su mujer, inteligente y habilidosa en los juegos de deporte y de mesa. Aprendía las cosas muy rápido pero no hacía destacar su mente inteligente, tenía a su perrito pequeño Pipo, la cría de Sime. Así la familia de los Morte sigue perdurando durante años.
Los angeles de la muerte siguen haciendo su trabajo y la vida es buena pero a la misma vez desgraciada.
FIN
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La angel de la muerte ©
RomanceLa siguiente generación de los ángeles de la muerte son ellos los que algunas veces nos llevan a la muerte. Ahora conoceremos a nuestra siguiente La muerte ya que ella por si no recuerda su antigua familia ni los pueblerinos donde vivía no recordaba...