La muerte contra el amor

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Intente abrazarla pero la traspase, no entendía nada,¿ que le sucede a Iblis ?

— Tienes de novio a un idiota Jajaja, Iblis Morte te creía algo más lista para coger un patán de estos.— Me di la vuelta y ahí encontré a un chico que sería de la misma edad que yo.— Soy Derek caballero, Derek Mortal.

— Yo no doy la mano a alguien que ha matado a mi propia alma. — dije en forma agresivo.

— Bueno Caballero si usted no es tan bueno que lo creía abra que...

Sacó la guadaña y atacó, yo esquivaba todo pero era bastante rápido, Iblis intentaba todo posible para acercarse pero algo bloqueava su paso, yo saque mis dagas y le clave las dos. Pero la guadaña se transformó en una espada y me traspaso completamente, Iblis grito pero su voz no se escuchó, intento varias veces acercarse hacia mi pero no podía, gritaba y lloraba, yo me estaba desangrado. Veía como sufría Iblis no quería irme.

— Que idiota no sabe como La muerte escapas de hacer tal cosa.

— ¡cállate!— Grite y escupi sangre de mi boca. Intente levantarme pero él me clavó otra vez la espada y ya no pude levantarme.

Iblis salió de ese bloque que no le dejaba acercarse a mi, intento quitar la espada pero no podía tocarlo, vi como león se acercaba sigilosamente a Derek lo cogió del pescuezo y lo mantuvo así.

— Ahora mismo chaval, vas hacer lo que yo diga, uno es que vuelvas a mi hermana a su cuerpo, otro que quites la guadaña de las entrañas de Yenay y la siguiente pudrete en el infierno. — Le dijo de forma agresiva y autoritario.

Él asintió y de una forma u otra hizo que Iblis volviera a la vida, pero escapó del agarre de León e Iblis sacó la espada y mis heridas sanaron cuando Iblis depósito un beso en mis labios. Me levanté y puse mi cuerpo encima de ella ya que una llamarada de fuego morado se dirigió a nosotros, Iblis enrojecio y yo me levanté, la ayude a levantarse, hizo que volviera la espada a su forma original, yo cogí mis dagas que estaban depositadas en mis costados y las hice más alargadas.

— Estas en una situación que no podrás volverlo para atrás, no entiendes el problema que estas causando por sólo el poder mataste a tu hermano mayor erais tres pero dos tenían el poder de La muerte, él sabía muy bien que tu matarías tarde o temprano al más pequeño, el mayor de los tres se volvió en La muerte pero no lo deseaba, has echo ahora mismo mucho daño y vas apagar por ello. — Sentenció Iblis.

Él rió y se puso en modo de defensa pero era para despistarnos, ya que se teletransporto hacia tras nuestro pero nosotros combatimos más duro, aunque no fuesemi primer combate era el más duro de todos. Ya que teníamos a uno delante que era mucho más viejo. Me tiró hacia una pared e Iblis se quedó combatiendo contra él sin mi ayuda pero en un momento la desarmo y la sujetó por el cuello haciendo que se quedase sin aire. Me levanté y cogí la guadaña de Iblis y fui hacia él y le corte los brazos. Iblis cayó en mis brazos y me aleje de él en un salto potente.

Cogimos a la misma vez la guadaña y le cortamos a la mitad, la besé mientras la sangre de Derek caía como una lluvia roja. Todos se levantaron y nos miraron, sentí la gran sonrisa de la madre de Iblis, la mirada asesina de León y el centelleo de la magia del chasqueo de Marie. Me aleje de su preciado rostro y ella tenía la cara más roja del mundo. Me dio un pequeño puñetazo en el hombro.

— No vuelvas hacerlo así, sin avisar. — dijo avergonzada.

— Un beso de amor nunca se debe decir antes de hacer la acción.

La angel de la muerte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora