capítulo 12

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Hoy saldría del hospital, pero no me había librado de las sesiones con el psicólogo. ¿Ya mencione que odio el psicólogo? y si lo hice permitan me repetirlo ODIO IR AL PSICÓLOGO. lo odio no es como si fuera a volverme loco o algo parecido. Jane vendría por mi, la esperaba en mi habitación mientras escuchaba algo de música. Jane no llegaba así que saque un viejo, pero hermoso cuaderno, Verónica me lo había traído. Este cuaderno significaba mucho para mí en este cuaderno empezó mi pequeño sueño. Nunca he sabido que es lo que quiero hacer en esta vida, si me hubieran preguntado de niño ¿Qué quieres ser de grande? probablemente te hubiera dicho que un bombero, un doctor o algo, pero ahora no sé que hacer. Estoy en la universidad y aún no sé si la decisión que tomé fue la correcta. Volviendo al tema del cuaderno, todo empezó cuando estaba solo, un pequeño Alejandro estaba solo en su habitación y de pronto algo empezó a suceder en su cabeza, rimas, rimas y más rimas pasaban por su mente. Al principio le pareció algo tonto, pero entonces no resistió la idea de escribir esas rimas. Vio lo que había escrito, no estaba tan mal. Se parecía a algo que su padre le había mostrado, ¿como se llamaba? Poesía, si poesía era su nombre. Su padre le había hablado sobre ella, era una manera de expresarte, era una manera de dejar un pedacito de ti en un pedazo de papel y aunque pareciera lo más simple con las palabras más simples podía ser lo más hermoso del mundo. No dejo de escribir, pasaba las tardes y noche enteras escribiendo en ese cuaderno, hasta que un día de quedo sin hojas. ¡El cuaderno estaba lleno! no lo podía creer, no se detuvo allí escribió más y más.

Me gusta leer este cuaderno, a veces me cuesta creer que yo mismo escribí esto. Son tan pequeños, pero cuando los leo me siento feliz, tranquilo y en calma. Lastimosamente deje de hacerlo, las palabra ya no fluyen tanto como solían hacerlo. Quizás algún día pueda volver hacerlo o quizás no, nunca sabemos lo que pueda pasar hasta que pasa.

-¿Que haces Alejandro?

-Solo leía este viejo cuaderno Jane.

-¿Cuaderno? espera ya sé de que me hablas. Creí que lo habías perdido.

-Lo mismo creí yo, pero mi mamá lo encontró y me lo envió hace unos días.

-Sabes recuerdo muy bien cuando te la pasabas escribiendo, escribías a toda hora.

-Lo sé, pero creo que perdí el toque.

-¿Perder lo tú? sabes muy bien que todavía puedes hacerlo, solo deja lo salir y veras.

-No es tan fácil.

-Eso es lo que tu crees, ven es hora de irnos.

-Pero y los papeles que mis padres deben firmar.

-No te preocupes el doctor ya arregló eso.

-Está bien.- Jane y yo salimos del hospital y nos dirigimos a la universidad. Fue un camino algo callado y eso es raro. Normalmente estaría en pleno interrogatorio.

-Piensas en que no te he hecho preguntas ¿verdad?- ¿a caso es una bruja? como adivino.

-Pues.....

-Tranquilo el interrogatorio será después, pero ahora Verónica quiere hablar contigo.

-¿Conmigo?

-Si contigo, es por eso que venimos a aquí.- no me había dado cuenta hasta que lo vi. ¿Como sabían de este lugar? a menos que....Victoria, debió ser ella. No importa tarde o temprano tendría que decírselos. Más adelante, estando cerca del lago, vi a todos: Verónica, Jane, , quien venía conmigo, Lucas, Vernon, Molly y ¿Victoria?, es ella no lo puedo creer toda mi pequeña, pero hermosa familia estaba aquí.

-Eres un tonto Alejandro, pero aunque lo seas siempre, siempre y siempre formaras parte importante de mi vida, de nuestras vidas y creo que hablo por todos al decir que te queremos.- dijo Verónica mientras me abrazaba. Era una fiesta de bienvenida, había machismos postres , pero yo solo buscaba uno en especial.

-¿Buscabas esto?- dijo mientras sostenía el flan.

-De hecho si.

-Pues lástima voy a quedármelo.

-Pero es mi postre favorito.- dijo como si fuera un niño.

-Esta bien tómalo.

-Gracias.- me senté debajo de un árbol algo alejado de los demás y ella me siguió.

-Te das cuenta que este es árbol donde hicimos el trato.- dijo ella.

-Tienes razón, pero creo que vas a ganarlo. He estado una semana en el hospital de seguro me llevas una gran ventaja.

-Tal vez, pero puedes conseguir puntos ¿recuerdas?

-Lo sé, pero ¿en serio quieres que te juegue bromas? No sé si ya lo sabes, pero soy el mejor haciendo bromas.

-He oído ciertas cosas y créeme tus bromitas no se comparan con las mías.

-Ya lo veremos Victoria, ya lo veremos.- después nada, nada y nada más que silencio.

-Perdona la pregunta, pero ¿ quién es Esteffany?

-Pues ella...

-Si no quieres hablar de eso está bien.

-No te preocupes, tal vez me haga bien si te lo cuento.- fue un poco largo, pero me sentí mejor como si me hubiera deshecho de un gran peso.

-Wow tú historia es wow, siento mucho que ella muriera.

-No te preocupes sé que ella está allá arriba cuidándome.

-Sabes yo también tengo problemas.

-¿Me los contarías?

-Si tú ya lo hiciste no veo porque no hacerlo.- ahora ella me contó su historia.

-Perdona, pero creo que tu padre es un cretino.

-No te preocupes estoy acostumbrada a oír eso.

-Pero es tu padre de igual manera, a veces cometemos errores sin darnos cuenta e y herimos a las personas que más queremos creyendo que lo que hacemos está bien. Tal vez tu padre solo quería lo mejor para ti e hizo lo que el creyó conveniente. Él te ama y estoy seguro de ello, solo habla con él y si no quiere escuchar sigue intentando si una gota de agua puede partir una roca no veo porque tú no puedas hacer que tu padre cambie de opinión solo necesitas ser persistente-

-No es tan fácil.- dijo bajando su rostro, vi como una lágrima se resbalaba por su mejilla.

-Eso es lo que tu crees.- levanté su rostro, la miré a los ojos, esos ojos avellana que volverían loco a cualquiera y, no puede resistirme, vi sus labios así que comencé a acércame cada vez más. ¿Voy a besarla? definitivamente voy a hacerlo no pierdo nada con intentarlo. Podía sentir su aliento en mi rostro, ella cerró sus ojos y...... sin más preámbulo la besé. ¡Besé a Victoria! ¿ lo estoy haciendo? si lo estoy, yo la besé. Siento, siento , no sé lo que siento simplemente lo siento y ya, siento que Victoria es especial no sé de que forma, pero lo es. Me separé de ella por falta de aire y, creí que allí terminaría todo, ahora ella me besó. Jamás olvidare este día.

Mientras tanto en alguna parte al sur de la Universidad

He esperado por esto por muchísimo tiempo, mi venganza por fin ha llegado. Ese chico va arrepentirse por lo que hizo. Cometí un error al haber puesto toda mi confianza en él. Ya lo hice sufrir una vez al causar un pequeño percance en donde su querida noviecita murió, pero no ha sido suficiente, no aún, merece sufrir mucho más, muchísimo más.

-Alphonse Serrati puedes marcharte ahora.- el guardia abrió mi celda, por fin soy libre. Quien diría que solo tenía que deshacerme de un idiota para ser libre. Prepárate Alejandro, vas a sufrir tanto que desearás haber muerto ese día.



Amor, Guerrra Y Algo MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora