Capítulo treintaiuno

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-¿Estás lista?

-Quieres que te diga la verdad o que te mienta.

-Supongo que la verdad.

-Entonces no, no estoy lista.

-Ya es muy tarde para arrepentirte Verónica.- dijo Alejandro.

-No me arrepiento es solo que estoy nerviosa.

-Y quien no, vas a casarte con tu crush, ni yo me lo creo. A veces me parece que esto es un sueño, pero entonces me doy cuenta de que si es real. Ya no eres la puberta alborotada que conocía, mírate te ves realmente hermosa con ese vestido. Toda mi vida lo único que soñaba era verte feliz y hoy puedo asegurar que los sueños se hacen realidad.

-Alejandro, yo debo decirte algo que seguramente no te gustará, pero.....- alguien entró en la habitación y no pude terminar de decirle a Alejandro que Victoria está aquí.

-Wow te ves realmente hermosa amiga, no puedo creer que vas a casarte, en serio no lo puedo creer. Quien diría que la puritana sería la primera en casarse pues admitamos lo todos creímos que Molly se casaría primero. Hoy dejas el arenero, dejas de construir pequeños modelos de tu futuro, hoy empiezas una nueva vida y una nueva historia, solo me queda desearte suerte.

-Chicos van a hacer que termine llorando.- dije secándome una lágrima antes de que el maquillaje se me corriera.-Alejandro debo decírtelo antes que.......- alguien más entró.

-¡Molly!- dijo Jane.

-¡Ay santa virgen de la papaya! Creímos que esta habitación estaba vacía lo sentimos.- Max y Molly estaban besándose apasionadamente y si Jane hubiese hablado seguro terminaban haciendo sus "cosas" en frente de nosotros.-Nos vemos luego.- Molly halo a Max afuera de la habitación.

-PAR DE CONEJOS URGIDOS.-gritó Alejandro.

-Tenía que ser Molly.- dije.

-Verónica ¿qué es lo que me debes decir?

-A si, veras yo solo quería que estuvieras feliz así que yo....- ¡Ay maldita sea! A caso nunca voy a poder terminar de decirle que su ex está aquí.

-Hija ya es hora.- dijo mi madre.

-Ya voy mamá.- bueno quizás estén pensando en porque no tuve un momento sentimental con mi madre, pero en realidad ya tuvimos nuestro momento a solas, no entraré en detalles, pero vaya que lloré a mares.

-Ya vamos mamá.

-Es hora.- dijo Alejandro.

-Es hora.- dije.

Salimos de la habitación en la que estábamos y nos dirigimos al auto que nos llevaría a la Iglesia. Al llegar nos detuvimos en la puerta, Jane era mi dama de honor y Alejandro el padrino, pero, además, el sería quien me entregaría en el altar. La marcha nupcial comenzó a escucharse lo cual significaba que era hora de entrar, era hora de que me casara con mi amor imposible que resultó ser todo lo contrario. Alejandro y yo entramos, vi a Lucas parado allí tan apuesto como siempre. Sus ojos brillaron en el momento que nos vimos cara a cara y de seguro los míos hicieron lo mismo. Y entonces ambos la vimos, Victoria estaba allí. Sentí como Alejandro comenzó a tensarse, esto es mi culpa por querer llevármela de cupido. Seguimos avanzando hasta llegar al altar, Alejandro le dijo algo a Lucas.

-Por favor cuídala y amala con todo tu corazón y asegúrate de que cada día se enamoré más de ti.

-Te lo prometo.- respondió.

La ceremonia comenzó y yo....bueno yo seguía demasiado nerviosa. Después de todas las palabra del sacerdote llegó la hora de decir los votos y de colocar los anillos. Lucas iba a iniciar.

-No quiero hacer lo que se acostumbra hacer, esta vez quiero que mis votos sean diferentes. Sabes Verónica me vuelves loco en todos los sentidos y a veces no entiendo como diablos te enamoraste de mí, como te enamoraste de un gran idiota como yo no lo sé, pero aun así lo hiciste. Me encanta tu forma de ser, de pensar y de actuar, amo que te guste leer mejor dicho devorar libros, amo las locas expresiones que haces cuando lees y amo cada vez que me dices:
-Si lo leyeras me entenderías.
Amo tu tamaño así chaparrita me encantas, creo que eres la criaturita más linda que haya visto. Muy bien dicen que todo alto tiene su chaparrita que lo vuelve loco y tú minion eres la chaparra que vuelve loco a esta jirafa. Quiero que sepas que siempre te amaré y te protegeré hasta que la muerte nos separe.- Lucas terminó colocando el anillo en mi dedo y yo estaba llorando, en serio estaba llorando, ahora era mi turno y la verdad no sabía que decir.

-Bueno pues yo.......No sé que decir.- algunos de los presentes rieron.- Lucas, tu muy bien sabes que fuiste mi crush por cinco años y durante todo ese tiempo solo me la pasaba pensando en que si algún día sentiría algo, aunque fuese diminuto, por mí. Quizás si alguien me hubiera dicho en ese tiempo que terminaría casada contigo seguramente le diría a esa persona que estaba demente, pero mírame estoy aquí con este vestido frente a mi futuro esposo. Tal vez mi destino desafortunado no termino siendo tan desafortunado.- eso fue todo y luego llegó la parte que tanto Alejandro Jane y yo nos encantaba.

-Si alguien sabe de algún impedimento por el cual esta pareja no pueda contraer matrimonio que hable ahora o que calle para siempre.- dijo el sacerdote. Nadie dijo nada así que.....

-Yo me opongo.- ¡Dios! Y ahora que está haciendo este demente.

-Alejandro ¿qué demonios te suceder?- regañó Jane.

-Nada es solo que impedir una boda estaba en mi lista de cosas por hacer antes de morir y como ya lo hice puedo tacharlo de ella. Puede continuar.- dijo al sacerdote el cual se veía un poco molesto por la bromita de mi amigo.

-De nuevo repito y espero que esta vez todos se lo tomen en serio.- vio a Alejandro.--Si alguien sabe de algún impedimento por el cual esta pareja no pueda contraer matrimonio que hable ahora o que calle para siempre.- y esta vez no hubo interrupciones.-Por el poder que se me conferido yo lo declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.- ¡Santos macarrones! Estoy casada ¡me acabo de casar con mi crush! ¡Y ahora va besarme! Bueno ya lo he besado otras veces, pero jamás lo había hecho como su esposa, eso suena bien lo diré otra vez jamás lo había hecho como su esposa. Luego del beso los aplausos llenaron la Iglesia, oficialmente soy la esposa de Lucas y el mi esposo, como les quedó el ojo bitches.

Narra Alejandro

Por fin se casó, mi hermanita se casó, pero aun así no puedo creer que la muy desgraciada no pudo decirme que Victoria estaría aquí. Yo realmente me arrepiento por lo que hice, pero no podía volver a ponerla en peligro. La amo tanto que no puedo estar cerca de ella, sigue viéndose igual de hermosa quizás más y no puedo evitar sentir esas mariposas. Después de que ella se fue pasé un periodo muy triste de mi vida y cuando abrí mi editorial lo primero que hice fue escribir un libro, un libro que narrará por todo lo que pasamos cada beso, cada caricia, cada pelea se fue allí, lo llame Amor, Guerra y algo más. Nunca tuvo un final se quedó inconcluso y supongo que es porque estaba basado en mi vida y como no tuve un final exacto deberé dejar el libro así. Cabe mencionar que no ha sido publicado bueno tal vez si , pero solo fue una copia y se la envié a Victoria en un paquete anónimo. Quisiera haber tenido un final feliz con ella, un final como el de los cuentos de hadas, pero esto es el mundo real en el que los finales felices no existen y si lo hacen no duran por siempre. 

Amor, Guerrra Y Algo MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora