Capítulo 15

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Estaba vagando por calles oscuras, cuando vi una sombra saltar por encima de mí envolviéndome y me hablaba en ese lenguaje tan extraño que ya había escuchado otras veces en mis sueños.

No sabes lo que tienes ni tampoco lo que pierdes... ¿es que no te has dado cuenta que se trata todo de un juego? Para ver el sol tienes que atravesar la tormenta aunque esta sea espesa.

Dijo de repente en español como un susurro en mi mente, lo miré confusa y volvió a hablarme en otro idioma. Hice fuerza para alejarme de lo que sea que era esa sombra, pero cuanta más fuerza hacía parecía ser peor. Hasta creí haber perdido la razón por un instante.

Cuando abrí los ojos, sentí que mi cuerpo levitaba por los aires como si hubiera algún magnetismo que me impulsaba hacia arriba.

Sé que me escuchas, tenes que abrir los ojos, te estas muriendo...

Escuché una voz familiar que se fue alejando hasta desaparecer antes de que terminara de hablar, sentí que me faltaba el aire y cada vez me ponía más nerviosa no saber que estaba ocurriendo.

Luego de varios minutos en los que me costó volver a la normalidad, comencé a pensar que debía de estar pasándome algo terriblemente malo, estos sueños estaba casi segura que no debían ser normales. Recordé la voz de mi hermana diciendo que me estaba muriendo antes de que mis ojos se abrieran y me encontrara con que todo había sido una pesadilla. También me ponía la piel de gallina lo que había dicho esa sombra, que todo esto era solo un juego, no sabía a qué se refería, pero algo dentro de mí me decía que no se equivocaba del todo.

Esa tarde había sido bastante tranquila, solo tuve algunos dolores fuertes pero sino era normal, al rato se me pasaban, estaba casi segura que eran causados por los nervios de saber que mi mejor amiga estaba en peligro por mi culpa y yo no tenía manera de contactarme con ella, por lo menos no hasta dentro de una semana.

También había venido Alex un rato en la tarde, él de cierta manera me transmitía esa paz que tanto estaba necesitando, me daba la fuerza suficiente para tomar mi decisión, aunque desde un principio supe que no tenía oportunidad de elección, mi única alternativa era dejar a Alex y vivir por toda la eternidad al lado de Atis y así salvar a Malya,también sabía que esto me iba a costar mucho pero luego de varios años quizás me acostumbraría o sino viviría el resto de mi existencia con el hecho de que había podido salvar a mi amiga.

Alex antes de irse me había dicho algo que me había dejado más preocupada, podía sentir que era la primer persona en la que él volvía a confiar después de tantos años y yo iba a tener que lastimar lo, no me importaba sufrir sino que las demás personas sufran en mi lugar, eso me hacía mierda. Él antes de irse me dijo que estaba viendo la manera de poder conseguir un reemplazo durante sus vacaciones, así podríamos viajar a cualquier lado que quisiéramos juntos. A mi se me habían llenado los ojos de lágrimas y fui incapaz de decirle que eso no era algo posible, solo asentí y le dije que era una maravillosa idea. Aunque por dentro no lo sentía así.

Cerca de las 7 de la tarde llamaron a la puerta, al abrirla vi a Lia del otro lado. Ella me observó como una de las primeras veces que había ido al manicomio, como si analizara cada movimiento que yo haga. Tiré lo ojos para atrás y me corrí hacia un lado para dejarla pasar.

-¿Que necesitas? Creo que dejaste claro que no me vas a ayudar.- Dije de mala gana.

-Si te voy a ayudar.

La miré y no parecía tener cara divertida como si fuese una broma. Su cara expresaba solo seriedad. De repente me sentí mucho más aliviada por lo menos si ella me ayudaba podríamos encontrar a Malya antes de que terminé el tiempo que me había dado Atis  y quizás, tal vez así podría seguir al lado de Alex.

Jeniffer: Los juegos de la menteWhere stories live. Discover now