Los chicos se habían ido, lleve a Niall hasta su cuarto y lo instale, le di algunas indicaciones y le explique donde estaba todo. Sabía que esto no sería solo por hoy.
Salí del cuarto para que se acomodara, fui hasta el mío y me cambie a mi pijama, me lave los dientes en mi baño y peine mi cabello. Al final, me acosté. A los minutos me dormí, hoy fue un día agotador.
A las tres cuarenta de la mañana sentí unas manos frías deslizarse por mi cintura, me tense.
-Hey ¿qué pasa? –me di vuelta para poder mirar el rostro asustado de Niall.
-Los monstros vienen por mi –Me susurró atrayéndome hacía el.
Sonreí, Niall era como un niño a veces. Y se que ahora el estaba fingiendo.
-Cómo es que siquiera te atreviste a levantarte ¿ah? –pregunte enarcando una de mis delgadas cejas. El sonrió.
-Luche contra ellos –Me respondió divertido- pero no pude vencer a uno.
Sus ojos mostraron miedo, ansiedad, angustia. Los cerró fuerte para luego pegarme aún mas a el. Si es que era posible.
Acaricie su rostro, grabando cada detalle de sus perfectas facciones, inundadas de miedo. Llegue hasta su desordenado y rubio cabello, distrayéndome. Sin ver que el me miraba de manera amorosa.
Lo besé, lo besé como nunca antes. Sentí un fuego inundar mi cuerpo y atraerme mas a el. Sensaciones que nunca sentí, acá estaban. A flor de piel. El me siguió mi apasionado beso. Me subí arriba de él sin hacer mucha presión, afirmándome en mis codos. El se removió para acomodarse y seguir con nuestro descolocado beso. Sus manos vagaban por mis espalda, dando leves masajes que hacían que mi piel se erizara.
-Hm –me quejé- detente, no queremos que esto pase a mayores.
-Seguro –Me dijo el acercando sus labios- pero debes recordar que estas en mi mundo –Se lamió los labios- y en mi mundo, los dos estamos seguros.
Reí ¿Quién era este chico?
-¿qué has hecho con mi duende? –Me carcajee- Mi hermoso, dulce e inocente duende.
-Oh –Sonrió- tu has hecho esto con tu duende.
Lo besé y minutos después nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente me levante temprano, tenía que ir a la universidad. Niall seguía durmiendo, como un ángel.
Dejé una notita explicando que iba a la Universidad y que llegaría a las una de la tarde.
La mañana se me pasó lentísima, pensando qué es lo que Niall estaría haciendo en mi departamento, solo.
Eran las 12:50 pm y yo ya me dirigía hacía casa. Cuando llegue, me sorprendió ver todo tan ordenado, además no podía dejar pasar ese olor exquisito que se sentía. Me dirigí hacía la cocina, y habían dos platos con comida que no supe reconocer… No era buena en eso.
-Princesa… -habló detrás de mi Niall.
-Hey, -lo salude- ¿lo has hecho tu?
El asintió metiendo sus manos en su jean negro.
-Wow –di vuelta la pequeña mesa- Bien, muero de hambre.
Niall me sonrió y nos sentamos a comer. El trayecto fue puras risas y mimos, el hablaba con fluidez y eso me hacia sentir feliz.
El día paso rápido, Niall me acompañó a Nando’s y luego dimos una vuelta por el frió Londres.
Los días pasaron, Maura cada noche, antes de irnos a dormir, nos visitaba y acompañaba un tiempo a Niall. Los sábados visitábamos al medico de Niall, era sorprendente lo rápido que avanzaba. El no había vuelto a decaer, y tampoco volvimos a ver a Sean. Ahora todo era felicidad.
-Hey pollito –Moví a Niall para que despertara- es hora de levantarse.
Niall gruño quejándose y yo me abalancé sobre el.
-Vamos, tengo nutella.
Niall me tiro al otro lado de la cama, se levanto rápidamente, dejándome extrañada. A los segundos volvió con dos cucharas y el pote de nutella, y se volvió a acostar.
-Dios –reí- eres un flojo.
-Es domingo –Dijo pasándome una cuchara- y te tengo una sorpresa.
Lo miré extrañada y el me sonrió metiéndose una cucharada de nutella, luego me dio un beso manchándome. Y así pasamos la mañana, acostados comiendo nutella.
-Bien –Niall se levanto- es hora.
-¿Para qué?
-Para tu sorpresa bonita –Dijo yendo hacia el baño.
Luego de alistarnos, salimos del departamento para dirigirnos hacía mi moto, una Guzzi v7 que después de varios y varios y muchos ahorros, lo logre.
Niall me guió hasta el lugar de mi sorpresa, que sorpresivamente era un parque enorme un poco lejos de la ciudad. Se encontraba un poco vacio, si no fuera por unos chicos que habían y algunas personas que no pude distinguir. Se encontraban casi al final.
-Soph –Me indico Niall- debes cerrar los ojos.
-¿por qué? –sonreí.
-Porque si curiosa –me abrazó y juntó nuestras frentes- solo hazlo ¿bien?
-Ok.
El me guió, caminamos bastante, podía sentir el aire puro estrellarse contra mi cara. Se sentía perfecto.
-Bien –susurró Niall- sorpresa.
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«Autism» - n.h •SERIA EDICIÓN•
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