Capitulo veintiséis:

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Pero era demasiado bueno para ser real, la duda me embargó de nuevo.

Trague con pesadez y mi madre me miró con esperanza en sus ojos, ¿de dónde sacaba todo eso?

Con dificultad y nerviosismo, lleve mi débil mano llena de agujas y cosas hasta mi frente, en un gesto de desesperación.

-          Lo –comencé tartamudeando- Lo, lo pensaré.

Finalmente, hablé luego de casi una semana sin decir nada.

Esta asintió tranquila. Supongo que entendía cuanto estaba intentando mantener la calma y poder alejarme de toda esta porquería.

Solo necesitaba a Niall.

Ella se fue, y lo hice. Pensé.

¿Y si Niall ya se ha olvidado de mi? ¿O le comienzo a dar vergüenza? Joder, yo no me podía comparar con esas perfectas modelos y sus esqueléticos cuerpos. Ni siquiera podía hablar bien.

Si accedía ir hasta Londres, todo debía empezar desde cero. No podía ser la misma niñata con el cabello desordenado y los ojos desorbitados, no podía volver a quedarme callada y sentir que no podría controlar nada. No lo haría.

Si iba a ir a Londres, mi vieja Sophie se quedaría acá.

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Cinco semanas habían pasado desde esa tarde lluviosa en la que mamá me propuso ir hasta Londres. Ahora me causa gracia, porque ella tenía decidido mudarnos hasta ya. Pero yo lo impedí con un ‘’Lo pensaré’’. Siendo bastante egoísta, me hizo sentir fuerte y poderosa.

Este tiempo para mi pequeña porción de felicidad, Niall había llamado varias veces.

Siempre se le escuchaba preocupado. Mamá lo ponía al altavoz para que lo pudiera escuchar. Porque si me preguntan, no le hablé ninguna de esas veces. Era bastante extraño, no me sentía desconfiada o miedosa sobre él. Pero algo seguía impidiéndome poder decirle alguna cosa que le hiciera saber que seguía viva. Y ahí actuaba mamá, siempre describiendo mis gestos y cosas para que el supiera lo que ocasionaba en mi.

Y mi corazón se retorcía de tristeza al escuchar su voz apagada y sin ganas. Nunca se le olvidó al final de la conversación despedirse con un suave y melancólico; ‘’Te amo y te extraño, espero verte pronto’’.

Me hacía pensar que lo estaba destruyendo.

En estas cinco semanas nadie le mencionó que nos iríamos a Londres, claro, si accedía a ir. De igual forma, al salir de esa cárcel en la que me tenían metida –fue una semana después de mi conversación con mamá-, Jamie retomó las sesiones y se fortalecieron más. Aumentó las horas y me daba más trabajo por hacer. Era algo bastante difícil pero estaba funcionando, me sentía más a gusto conmigo misma. Pero no había vuelto a hablar, supongo que no tenía nada que decir.

Guardaba mis palabras para Niall.

-          ¿ma? –Susurré llamando su atención.

-          ¿Si, cariño?

No sabía que decir.

-          ¿Estás bien? –insistió y yo asentí.

Vamos Soph, eres fuerte.

-          Quiero ir a Londres –Temblé al escuchar mi voz decidida, mi lengua no se trabó.

-          Guau –Ella abrió sus ojos- bien, entonces comenzaré a planificar todo, cielo.

Yo sonreí y no volví a hablar.

No había sido tan difícil después de todo.

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«Autism» - n.h  •SERIA EDICIÓN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora