~ATRÉVETE A AMAR~ (zayn y tu)

cierra tus ojos

~ Atrévete a amar

Capitulo veintitrés: Cierra tus ojos

Narra ____ (tn):

Corrí hacia las habitaciones de los chicos. Di tres golpes en su puerta pero nadie abría. Probé un cuarto. Y un quinto. Hasta que la abrieron. Y no exactamente la persona que deseaba que fuera.

-¿Qué haces tú aquí? -Me miró el estúpido con una expresión extraña-

-¿Niall? -Pregunte-

Zayn: ¿Qué? -Elevó una ceja-

-¿Dónde está Niall? -Pregunté con más claridad-

Zayn: ¿Y a mí que me preguntas? -Contestó obstinado. Elevé una ceja-

Unos pasos. Unos zapatos de tacón. Lo observé con una expresión asustada. Él miró hacia un lado, comenzaba a verse la sombra de su cuerpo. Me miró. Lo miré. Rápidamente tiró de mi blusa y cerró la puerta. Mi corazón ahora estaba latiendo muy rápido. Aseguraría que se podía escuchar perfectamente. Me tenía apoyada contra la puerta mientras apoyaba su mano en esta y la otra rosaba mi falda. Casi notaba su aliento sobre mi cara. Tenía unos ojos bonitos, eran color morrón, casi color miel y muy brillosos, pero podría jurar que ahora tenían un color o apariencia distinta. Mucho más claros, resaltaban con sus pestañas y sus cejas gruesas. Sentí entonces cómo su respiración ahora, trazaba un camino desde mi boca hasta la parte superior de mi rostro. ¿Me estaba mirando los labios? ¿Estaba observando yo ahora sus labios? ¡Diablos ____! Me separé.

-¿Me vas a decir dónde está Niall? -Pregunté recuperando el aliento. ¿Qué me había pasado? Pestañeé y di la vuelta. Volví a mirarle-

Zayn: Niall no está. -Afirmó con tono molesto y subió las escaleras-

-¿Y sabes dónde puedo encontrarle?

Zayn: Prueba a buscarle en Narnia

-Eres...-Me mordí la lengua, esa palabra era demasiado fuerte- eres un idiota

Zayn: Y tú una imbécil.-Contraatacó-

-Infantil.

-Egocéntrica

-Irrespetuoso

-Creído

-Fea.

-Gilipollas. -Solté la palabra, que primeramente me había guardado. El me miró y carcajeó, terminó de subir las escaleras y cerró la puerta del baño con fuerza-

Suspiré pesadamente y salí de aquella habitación. Bajé rápidamente las escaleras y subí las que daban a nuestras habitaciones. Si por un concurso de atletas se tratara esta universidad, creo que un tercer puesto tendría ganado. Tiré del pomo y entré en mi habitación. Dejé la hoja en mi escritorio y me acerqué al armario. Saqué mi pequeña maleta, donde tenía mi cámara de fotos y me senté en la cama. En un instante, experimenté la sensación de que mi rompecabezas estaba totalmente desencajado. ¿Por qué pensé de aquella forma cuando le tuve tan cerca? Aquella sensación me agobiaba. Saqué la cámara y me tendí hacia atrás, comencé a ver las fotos que tenía guardadas en la tarjeta de memoria. No las había borrado, había muchas fotos. Mías, de mamá, de mi nana, de Camille, incluso en la casa de los abuelos; antes tenía la cámara de mi madre, era vieja pero la mejor cámara para mí, a aquella le extraje la memoria y la enterré justo con ella, acá esta memoria que guarda las fotos de aquella cámara y las de la mía actual. Extraño mucho estar en mi hogar. Otra oleada de nostalgia me abundó. Habían fotos de paisajes, de animales y de cosas sin sentido. Sonreí con algunas, con otras me entristecí. Me puse en pié y me la colgué del cuello. Fui, rumbo al bosque.