No toda historia tiene su final feliz.

¿Terminamos?

Vi a mi padre sentado en el sillón, como dije, seguro vino por compromiso.

Pero lo que me sorpredió aún más, fue el ver a Gus sentado en el otro sillón. 

Miles de cosas pasor por mi cabeza en ese momento, ¿se habrá enterado? ¿qué hacía Gus en mi casa a esta hora? mamá, ¿dónde estás? era todo un lío, pero necesitaba saber que estaba ocurriendo aquí, no quería que hayan problemas, no, no en mi cumpleaños. Así que sin mas preambulos decidí hablar.

-Papá, hola. Gracias por venir, no imaginé verte aca.-le dije sorprendida mientras me acercaba a saludarlo, solo por respeto.

-Feliz cumpleaños, ¿cómo iba a poder faltar?.-contestó con un poco de falsedad, bastante notable en su cara.

-Gus, llegaste temprano.-dije mientras me sentaba a su lado.

-Sí, quería recibirte, pero veo que me ganaron.-dijo mientras miraba a mi padre, serio.

-¿Qué está ocurriendo aquí?.-comenté mientras me paraba, ya un poco acelerada.-No quiero que hayan problemas hoy, por favor, no en mi día.-seguí.

-¿Por qué no me dijiste nada, Brenda?.-se dirigió mi padre en un tono de voz muy alto.

-Por esto, sabía que no me dejarías, es más, ¿sabes lo que me enoja? que jamás te preocupaste por mi, ¿y ahora vienes con esto?.-dejalo por aquí. Gus, ven a mi cuarto, tengo que hablar contigo.-dije mientras me encaminaba con él a mi cuarto.

-Exijo saber que ocurrió allí abajo antes de que yo llegara, y por favor, dime la verdad.-me dirigí a él mientras cerraba la puerta de mi habitación.

-Brend, tu padre quiere que terminemos.-contestó con un gesto de tristeza.

-¿Pero cómo pasó? ¿cómo ocurrió todo? y principalmente,  ¿cómo rayos se enteró?.-mientras hablaba me movía de un lado a otro, con más nervios aún.

-Mira, sucedió así. Yo llegué media hora antes que tú, al golpear la puerta me abrió tu padre, me preguntó quien era y le contesté que era yo, tu novio. Por lo cual me sentó en el sillón frente a él y me exigió que terminaramos. Brenda lo siento, pensé que ya sabían.-dijo mientras se acercaba a mi tratando de calmarme.

-Pero, Gus, ¿cómo crees que le contaría a mis padres? ¿acaso no recuerdas lo mal que me llevo con ellos? ¡y mas aún con él!.-al contestarle derramé una lágrima; no podía creer lo que estaba sucediendo.

-Brenda lo siento, fue culpa mía, lo admito.-puso su mano en mi mejilla.-Pero por favor, no podemos terminar, eres lo único que tengo.

-Tranquilo, lo solucionaremos. Lo sé cariño, tú también eres lo único que tengo.-lo abracé.

-¿Y si solo fingimos que terminamos? podemos bajar y decirles que ya está, todo se terminó. Pero sin embargo, solo es una ruptura ficticia, porque si seguiremos juntos. ¿Qué dices?

-Oye, tienes razón. Hagámoslo, nada nos separará.-respondí a su idea con mucha seguridad de mi misma y de lo que haría. 

Así que bajamos las escaleras y nos dirigimos a donde se encontraba mi padre, esta vez, mi madre estaba a su lado.

-Papá, mamá, ya está, terminamos.-dije fingiendo lástima.

-Sí, se terminó todo.-me siguió Gus.

-Okey, entonces ya te puedes ir de aquí, porque no se verán más.-respondió mi padre señalando la puerta.

Bien, eso no era parte del plan.-pensé.

-Gus, lo lamento, ve.-lo miré y le hice un gesto para que se fuera.-Deja y te acompaño, será mejor.-corregí y fui detrás de él.

Al salir le dije en voz baja:

-Tranquilo, te estaré escribiendo, no te olvidaré, te aseguro que nos veremos pronto.

-Esta bien, te amo.-susurró. Se dio la vuelta y se fue.

Mi madre solo fue espectadora, no dijo ni una sola palabra, no movió un músculo, solo nos miraba. De seguro, en algún momento mi padre terminará lavandole el cerebro acerca de que no debo tener novio y bla bla bla, como lo hace siempre.

Al entrar fingí que nada había pasado y me fui directo a mi cuarto, a pesar de que no fue un buen momento por más que ''hayamos roto'', no quería generar mas problemas. Como dije anteriormente, no el día de mi cumpleaños. De todos modos, aún me cuesta creer que pasaré mi día sin él, no me esperaba esta situación.