Capítulo 19

1.4K 161 51
                                    

Quieto. Se quedó como petrificado luego de oír eso. No sabía si su mente le había jugado una mala broma o si en verdad oyó lo que oyó...

Se dio la vuelta lentamente, como esperando que después de hacerlo, una ilusión se desvanezca repentinamente y viera por fin la realidad, pues no consideraba el hecho de que eso no fuera más que fantasía. Pero no, todo permaneció tal y como estaba, con un Thranduil algo inquieto mirándolo desde el otro lado de la habitación, y todo lo demás rodeándolos, siendo testigos mudos de los hechos que habían ocurrido anteriormente allí, en el mismo lugar de siempre.

- ¿C—cómo dijo?- La voz le temblaba ligeramente, inseguro y desconfiado. Jamás creyó que oiría decir eso a su señor, pero aparentemente, todo había sido cierto.

- Te ordeno que te quedes-

Lo volvió a decir, ahora un poco más directo y ya no tan intranquilo como antes. Antes de haber formulado las palabras, tuvo que componer su pecho un par de veces. Se sentía extraño todo aquello, como forzado. Kherion podía notar que el rey estaba intranquilo, y no alcanzaba a comprender a qué iba todo eso, qué quería lograr exactamente, por lo que no pudo ayudarse a salir del momento infrecuente con mucha facilidad.

- Me temo que no lo entiendo, mi señor...- Se sinceró.

- Eres el vasallo del rey- Comenzó a decir Thranduil, desviando la mirada por un momento hacia uno de sus lados, y luego volviéndola a enfocar hacia Kherion, mostrándose un poco más frío, como de costumbre. – No puedes irte cuando te plazca ni abandonar tu puesto así como así. Creo que nunca entendiste eso, ¿verdad?-

Anonadado por la aparente "excusa" que debía servirle para poder quedarse sin que los demás hablaran a sus espaldas, el joven elfo silvano no supo bien cómo contrarrestar el argumento. Mas debía insistir, sabía muy bien que las cosas no podrían volver a ser como antes, no podría fingir que todo andaba bien y que era solamente un sirviente más de su rey, porque sería el ser más hipócrita del mundo entero. No. No podía hacer eso.

- Mi señor, yo... Usted sabe que no puedo quedarme- Intentó discutir con lo que tenía en ese momento, sin pretender ser obstinado al respecto. – No puedo simplemente fingir que nada sucedió después de lo que ha ocurrido...-

- ¿Y qué ha ocurrido?-

Thranduil lo dijo con tal seguridad que hizo confundir a Kherion por completo. Por la severidad de su mirada y la confianza de sus palabras, cualquiera hubiera deducido que nada había pasado realmente, que todo continuaba igual que antes. ¿Qué era lo que quería de él?, pensaba un muy atormentado joven elfo.

- Si yo puedo olvidarlo, entonces tú también podrás. Esto no debe trascender, hay que tomarlo como lo que realmente fue: una simple confusión. Nada más que eso- Aseguró el rey elfo.

- ¿Olvidarlo?... ¿Una "simple confusión"? ¿Acaso está jugando conmigo?- Indignación. De repente sentía una profunda indignación por todo lo que su rey estaba haciéndole pasar. Era como si se lo tomara a broma, como si todo lo que él sentía no eran más que pequeñas e inocentes bromas para él, y eso no tuvo cabida alguna en el corazón de Kherion. - ¿Cree que porque soy joven no puedo ser tomado en serio? ¿Que mis sentimientos no trascenderán porque no he vivido lo suficiente? ¿Eso cree?- Inquirió, subiendo el tono de voz a medida que continuaba hablando.

- No. Creo que tus sentimientos no trascenderán, no porque seas joven, sino porque solamente estás confundido. Eso que sientes es una simple confusión, no es amor. No puedes amarme porque no me conoces; ya nadie en el mundo podrá amarme, porque no tengo nada más que entregar-

Para servirle y amarlo eternamente [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora