Tentaciones

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Aun lo recordaba como si hubiera ido ayer, a pesar de que era consciente que había ocurrido hace ya unos varios meses.

Se encontraba dándose un baño en la tina. Estaba tratando de sacarse el olor a la sangre humana de la caza de la noche anterior, increíblemente, funcionaba. Solo necesitaba el agua caliente perfumada con alguna esencia.

Fue entonces cuando escuchó la puerta tocar un par de veces.

Aguardó en silencio.

Osoko y Choroko estaban trabajando, Jyushiko y Todoko en el colegio.

Ichiko no sabía por qué esa persona se molestaba en tocar la puerta respetuosamente cuando sabía que la dejaba abierta cuando estaban a solas. Un pequeño secreto que esperaba que nadie se diera cuenta.

La puerta sonó una vez y la de avellanas chaqueó la lengua con un poco de molestia.

-Solo entra y ya. – Dijo mientras se sumergía un poco más en el agua caliente.

Karako entró al baño luciendo una sonrisa más viva de lo usual.

-¡A qué no adivinas que pasó! – Exclamó animosamente.

El silencio y los ojos rodando hacia un lado de Ichiko le hicieron continuar con su comunicado.

-Me ofrecieron un trabajo. - Dijo muy feliz.

Ahí es cuando la de purpura acentuó la mirada. Estaba extrañada y un raro sentimiento de pesadez le invadía.

-Es en el gimnasio donde entreno, el dueño me dijo que me pagaría si voy como instructora para los que recién empiezan.

Karako estaba alegremente hablando mientras daba uno que otra vuelta en el baño, comentaba la buena paga, el hecho que terminar la secundaria no era requisito y que el horario era muy convenientemente a la mañana.

-Pero no necesitamos el dinero. – Dijo Ichiko mientras seguía viendo el agua cristalina con un poco de dejadez.

-El trabajo no es solo por necesidad. – Le contestó acomodándose a un borde de la tina. – También es agradable de tener cuando es algo que te gusta hacer.

Ichiko miró hacia otro lado para tratar de aparentar que no le importaba.

Pero en el fondo se sentía un poco desplazada, aunque pensaba que era un sentimiento tonto, tampoco es que necesitaba a su hermana todas las mañanas, pero tenerla cerca le daba algo de tranquilidad.

Ante el silencio producido, la de azul suspiró y se le ocurrió algo.

-Tú también te divertirías si trabajaras en algo que te gusta...

-Hay muchas cosas que detesto... Y muy pocas cosas que me agradan... - Habló con pesimismo la de la tina.

-Pero... Leí algunos de tus escritos... - Dijo Karako con un tono tímido que hizo que Ichiko abriera grande los ojos y le arrojara inmediatamente un jabón que tenía cerca.

Afortunadamente, Karako lo esquivo y prosiguió.

-Es realmente bueno...

-¡Eso es privado! – Se alteró la menor mientras buscaba con la mano otra cosa a su alcance para lanzar.

-Lo sé, también sé que se supone que no debo tocar tus cosas, pero estaba buscando algo en tu armario y ese cuaderno se cayó y...

Ichiko usó sus manos como remo y mojó con el agua de la tina a la de azul.

Karako se quedó estática con su blusa sin mangas y sus pantalones empapados. Pero luego termino por reírse un poco.

-Bueno, aun no me he dado un baño. – Y con esto se desvistió rápidamente para meterse lentamente en el agua (ahora tibia) de la bañera. No mojaría su cabello hoy, así que mantuvo su coleta intacta.

Matsuno GhoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora