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Abril apenas iba saliendo de la escuela, era viernes, se sentía alegre y cansada. En la salida estaba Esmeralda con su ropa casual, se miraba sumamente guapa, Abril llegó donde ella con una sonrisa inmensa, Esmeralda la saludó con un beso en la mejilla.

— ¿Qué haces acá? —preguntó extrañada

— Salí antes, quería verte

Caminaron a casa hablando de diversas cosas, sobre cómo le había ido a ella en el trabajo y como le había ido a Abril en la escuela. Ambas se cansaban de manera diferente. 

Un cigarro de meriendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora