2. Conociendo a Billie

104 14 7
                                    

Sirio está cuidando de un niño de 4 años mientras el pequeño duerme, sus padres trabajan durante la madrugada y su niñera es tan vieja que apenas y puede cuidar de ella misma. Piensa en su conversación con Fernando, el ángel de los enfermos. Su cabeza ronda por la idea de saber más sobre Billie, el pobre no habla con nadie y siempre está sentado haciendo nada, tal vez si se acerca y habla con él no sea tan malo como todos piensan.

*

A la mañana siguiente, los ángeles comienzan su día de actividades, todos en marcha en busca de ganar su boleto de vuelta a ser humanos, el horario de renacimiento indica que 3 hombres y 2 mujeres renacerán este día y una ceremonia de despedida dará lugar en todo rincón. Sirio se enfoca en una sola cosa para este día, hablar con Billie, su renacimiento puede esperar un poco más igual ya ha esperado 7 años. Se encamina al centro del cielo esperando ver al zombie donde siempre se encuentra y al cabo de unos minutos su vista se llena con un esqueleto de apariencia tenebrosa. Se acerca a paso lento y llama su atención sonando su garganta, Billie lo mira cansado y este procede a sentarse a su lado.

—Hola, me llamo sirio -dice un tanto nervioso— verás me gustaría conversar contigo si me lo permites.

Billie lo mira curioso, o por lo menos eso parece demostrar su gesto deforme, suspira y asiente con pesadez.

—Bueno, te contaré que soy un ángel de la guarda y pronto estaré regresando al mundo humano —agrega con entusiasmo— me gustaría saber de ti, ¿Cómo eras de humano?

—Era una persona normal, iba al colegio, tenía amigos, una novia, incluso padres amorosos... —hace una pausa para soltar un sonoro suspiro— mi vida era buena y tu pregunta no es muy específica como para poderla contestar de manera simple.

Sorprendido por lo que escucha, Sirio sacude la cabeza y piensa en cómo contestar a Billie de manera que no parezca un completo bobo a su lado.

—Te seré sincero, yo quisiera saber ¿Cómo es que te convertiste en zombie y moriste? —habla con cuidado como si cada segundo contará en su respuesta.

—Mm eso llevará aún más tiempo en contestar, ¿Seguro que quieres oírlo? —espera atento a lo que el ángel de la guarda pueda decir.

—Claro, tengo tiempo de sobra, igual si no terminas de contarme hoy vendré mañana a escuchar el resto.

Sorprendido por la actitud del pelirrojo, suelta un corto suspiro y mira al suelo ayudándose a recordar aquellos tiempos, cuando aún era humano y cuando dejó de serlo.

Billie, el Zombie ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora