Como si tuvieran el tiempo contado, ambos ángeles arrastran a Billie a todos lados tratando de hacer que conozca a otros seres de luz, pero, en estadística, 3 de cada 5 ángeles los ignoran en su totalidad y los dos restantes solo saludan de una manera ciertamente incomoda al chico putrefacto. Sirio piensa que es un gran avance mientras Carlos se retracta de haber aceptado tal proposición, algo está mal.
—Vamos Billie, solo di "hola soy Billie" y espera a que responda —apura Sirio dando brinquitos.
— ¡Wow que sencillo! —finge emoción— no lo haré, gracias.
—Oh vamos, no es tan malo, solo intenta sonreír e intenta que no sea como aquella sonrisa torcida que hizo correr a Magda, pobrecita —dice el pelirrojo mirando hacia Carlos.
—De acuerdo, lo haré, pero yo diré a quién me acerco —finiquita el zombie— estos ángeles son tan ignorantes, sin ofender chicos.
—Descuida, solo déjate llevar e intenta no asustar a los ángeles —agrega el ángel castaño reprimiendo una sonrisa.
Billie mira cuidadosamente a su alrededor, seres altos y chaparros, delgados y robustos, caminan sin preocupaciones, sin tener en mente que están siendo observados por un ser putrefacto. Después de leer rápidamente a los ángeles que pasan frente a él, decide encaminarse lentamente hacia un ángel en particular un ser alto, delgado, con apariencia de aproximadamente unos veinticinco años si fuera humano.
—Mira, lo está haciendo —comenta Carlos sorprendido.
—Nuestro pequeño está creciendo, pronto no necesitará de nosotros para seguir su rumbo —habla el pelirrojo melancólico.
—Creo que estas exagerando Sirio, hay que esperar a que regrese y nos cuente, se ve muy tranquilo, parece que todo va bien —animado menciona Carlos.
Después de unos quince minutos de espera, Billie se aleja del ángel con quien mantenía una conversación y camina hacia sus dos amigos quienes esperan ansiosos.
— ¿Que paso? ¿Se asustó? ¿Como se llama? ¿Qué le dijiste? —pregunta emocionado Sirio.
—Una pregunta a la vez, Sirio —ironiza Carlos— Cuéntanos Billie, ¿Como te fue?
—Bien, es un viejo amigo, estábamos juntos en la universidad y falleció hace poco tratando de salvar a un niño de ser maltratado —dice tranquilo el zombie, mirando divertido la cara de Sirio.
— ¡Eso no de vale! Se supone que debes conocer nuevos amigos, no reencontrarte con ellos —refunfuña el pelirrojo cruzando los brazos como si fuera un infante.
—Nunca dijiste que no era posible —contesta Billie burlón.
Lo que estos tres amigos no saben es que el tiempo pasa volando y a Billie se le acaban las oportunidades para alejarse de su miseria, para sentirse normal de nuevo. ¿Qué está pasando con Billie?
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Billie, el Zombie ©
FantasyNo todas las historias de zombies tienen que ser terroríficas... Billie es un zombie que terminó en el cielo tras ser rechazado en el infierno, por falta de méritos. A pesar de ser el tipo de abominación que es, en el cielo le permiten conservar...